Fútbol

El FC Cartagena, el tuerto y la maldición del tiempo añadido

El conjunto albinegro acumula siete goles en contra en el descuento durante lo que llevamos de liga

Habiendo sumado los ocho puntos perdidos tras el minuto 90, los cartageneristas estarían fuera del descenso

Gol encajado este domingo y que supuso el empate del Tenerife. | MARÍA PISCASA/EL DÍA

Gol encajado este domingo y que supuso el empate del Tenerife. | MARÍA PISCASA/EL DÍA / Alfonso Asensio

Rivera Torregrosa

Lo del Fútbol Club Cartagena empieza a ser incalificable. Muy pocos equipos en la historia de Segunda División han sufrido los malos resultados que está cosechando el cuadro cartagenerista en el primer tramo de la temporada 2023-24 y en la ciudad portuaria la paciencia empieza a agotarse. Ya apenas queda en la afición una pizca de positivismo por lograr la permanencia y la confianza en los dirigentes, cuerpo técnico y jugadores que deben luchar por el objetivo es nula.

Ante esta peliaguda situación, el presidente, Paco Belmonte, envió un mensaje de ánimo en su última aparición en los medios y varios jugadores mostraron esperanza en sus declaraciones durante la semana. No obstante, y aunque es el conductor de la fe en el club cartagenero, Julián Calero comienza a buscar en el mundo mágico la explicación que no encuentra a la maldición de su equipo tras el séptimo gol encajado en el tiempo de descuento.

El fútbol es un juego de acierto y error, en el que la suerte, muchas veces, tiene una importante influencia. Durante un campeonato tan largo y tan igualado como el de Segunda División, la diosa Fortuna sonríe a los equipos en algunas ocasiones, mientras que da la espalda en otras. Sin embargo, el Cartagena todavía no ha recibido ese gesto amable de la deidad romana, sino más bien la mirada de «un tuerto» que se ha pasado por el Cartagonova.

«Después de tantas cosas que están sucediendo, no sé si nos ha mirado un tuerto o es algo más grave», afirmaba Calero en la rueda de prensa postpartido en Tenerife. Recurre a la magia negra el entrenador madrileño para buscar explicación a la desgracia del cuadro albinegro en el tiempo de descuento de los partidos: hasta siete goles ha recibido el conjunto de la ciudad trimilenaria pasado el minuto 90, perdiendo con ellos un total de ocho puntos con los que pasaría de la última posición a estar fuera del descenso.

Un tuerto miró al Cartagena antes de comenzar la temporada y desde entonces todo han sido desgracias: la salida de jugadores importantes de la mano de Luis Carrión, muchas negociaciones frustradas para conformar la plantilla y el peor inicio de curso de la historia de Segunda División que se llevó por delante a Víctor Sánchez del Amo. Con su destitución pensaba el Cartagena deshacerse de los malos resultados, pero la maldición del añadido no había hecho más que empezar.

Con Víctor en el banquillo se encajó el primer gol tardío, frente al Real Zaragoza y obra de Víctor Mollejo en el 92. Ese primero no conllevó pérdida de puntos, ya que fue el que cerró la cuenta con el 1 a 3, pero sí lo hizo el segundo ante el Real Valladolid cuando Cédric marcó en el 90 para dar la victoria a los suyos y arrebatar un punto a los albinegros. Ya con Julián a los mandos continuó sucediendo lo mismo e incluso con más frecuencia e impacto en la tabla clasificatoria.

El primer gol de última hora sufrido por el técnico madrileño fue el segundo del Espanyol que sentenció la derrota en el 93, pero el que dolió verdaderamente fue el de Álvaro Vadillo en la jornada siguiente. El tanto de falta directa cuando el reloj marcaba 93 minutos dio el empate al Racing de Ferrol y hundió a los cartageneros arrebatándoles dos puntos muy necesarios. Más tarde, Mirandés, Real Oviedo y Tenerife también aprovecharo la maldición para sacar rédito: Sergio Barcia hizo el 2 a 1 en el 91; Paulino el 1 a 1 en el 97; y por último Ángel Rodríguez también con el 1 a 1 en el 93 en el último partido, disputado en el Heliodoro.

Tras el séptimo golpe, ni si quiera el más positivo de la ciudad departamental encuentra una explicación lógica a lo que le ocurre a su equipo. Con los puntos que se han esfumado después del minuto 90, el Cartagena sería décimo octavo, superando al Villarreal B en la tabla, que es quien marca la salvación. Sin ellos, el Cartagena continúa colista de la Segunda División y sigue intentando matar al tuerto que le miró.

Alarcón se pierde el siguiente choque por sanción

El empate in extremis del CD Tenerife el pasado domingo en el Heliodoro Rodríguez López no fue el único inconveniente del FC Cartagena. Además de la pérdida de dos puntos más que necesarios, el conjunto albinegro pierde para su próximo compromiso al mediocentro chileno Tomás Alarcón, que vio la quinta amarilla en la segunda parte del choque en las Islas Canarias y no estará disponible para enfrentarse al Real Sporting el próximo sábado a las 16.15 de la tarde.

Ya se perdió el duelo en Tenerife el delantero Alfredo Ortuño, primordial en el esquema de Julián Calero y uno de los hombres más utilizados por el entrenador. Julián Calero lo sustituyó bien con Juanjo Narváez, que hizo bien su papel bajando balones de espaldas y peleando con la defensa. Debe ahora encontrar Calero la fórmula para suplir al centrocampista, que también tiene un rol importante dentro del equipo.

Alarcón ha jugado 13 encuentros de los 17 que ha disputado el Cartagena hasta el momento y ha sido con su actual técnico con el que se ha asentado, siendo suplente únicamente en dos ocasiones y quedándose sin minutos sólo en una. En los últimos siete partidos, Tomás ha sido siempre titular y ha disputado los 90 minutos en cinco ocasiones. La baja del mediocentro puede ser suplida por la dupla Mikel Rico-Musto.

Precisamente, Mikel Rico y Damián Musto están apercibidos de sanción y tendrán que andar con mucho ojo en el choque frente al Real Sporting. Además, Luis Muñoz e Iván Calero también cuentan con cuatro tarjetas amarillas y están al borde de la sanción. Debe gestionar bien el equipo las amonestaciones para no perder muchos futbolistas importantes al mismo tiempo.