Al Real Murcia se le olvida pagar el alquiler de la tienda de Gran Vía

La tienda del Real Murcia en Gran Vía parece tener los días contados. Febrero, mes en el que acaba el contrato de alquiler firmado en 2022, podría ser la fecha definitiva de cierre del local. Y es que desde que Felipe Moreno se hiciera cargo del Real Murcia allá por el mes de marzo, los responsables del club han ido deslizando que ese segundo espacio no es rentable. Una afirmación que contrasta con los números que aparecen en el balance económico, donde se indica que en el pasado ejercicio se habían ingresado por venta en tienda hasta 703.330 euros, más del doble del curso anterior (393.462 euros).

Habrá que esperar a febrero para ver si Felipe Moreno decide finalmente echar la persiana, conformándose con el local que tiene el club en el estadio Nueva Condomina. Pero de momento, el consejero delegado grana ha ignorado completamente esa segunda tienda, no pagando el alquiler desde que aterrizara en marzo en el Real Murcia.

Teniendo en cuenta que el local cuesta al mes casi cuatro mil euros y que ya han pasado ocho meses desde que el cordobés asumiera la gestión del club grana, son ya más de 30.000 euros los que han quedado pendientes de pago. 30.000 euros que adeuda el Real Murcia a Agustín Ramos, porque es el ex presidente el que firmó a nombre de su empresa -Fibranet- el contrato de alquiler del local situado en la Plaza Fuensanta de Murcia. El de Abarán, pese a que desde Nueva Condomina se han desentendido completamente de ese gasto, sí ha seguido abonando lo pactado con el arrendador.

Fue a mediados de 2022 cuando Ramos se empeñó en abrir una tienda en el centro de la ciudad para facilitar las cosas a los aficionados, evitándoles tener que desplazarse hasta el estadio -ya que también se despachaban tanto entradas como carnés de abonado-, y para captar más clientes entre los turistas que visitaban la capital. La inauguración oficial se llevó a cabo el 29 de julio de ese 2022.

Contrato a nombre de Fibranet

Como no había forma de que aceptaran al Real Murcia como arrendatario, al no tener el club grana fama de pagador, fue Agustín Ramos el que asumió ese contrato a nombre de Fibranet, asegurándose además que posteriormente él podía alquilar al propio Real Murcia.

Así, el empresario murciano abonaba el alquiler al dueño y el club murcianista se lo pagaba a él. Esto se fue repitiendo hasta el mes de marzo, cuando se produjo el cambio de poderes en Nueva Condomina, saliendo el propio Ramos y llegando Felipe Moreno.

Con el cordobés dentro del club, el pago del alquiler de la tienda del centro quedó completamente en el olvido. No se abonaron los primeros meses, cuando el nuevo dueño estaba conociendo toda la situación económica de la entidad, y tampoco con posterioridad, cuando Ramos informó de la situación.

El contrato firmado por Fibranet en su momento se extiende hasta el mes de febrero, por lo que, si ambas partes no llegan a un acuerdo antes, el ex presidente del Real Murcia tendrá que seguir asumiendo los pagos.

Ya una vez que venza ese acuerdo, se verá si finalmente Felipe Moreno decide mantener la apuesta o si por contra, tal y como se publicaba en verano, se cerrará esa segunda tienda para ahorrarse los casi cuatro mil euros que cuesta al mes, quedándose únicamente con el local que la entidad centenaria tiene en los bajos del estadio Nueva Condomina.