Pablo Alfaro: "A los jugadores les gusta que les exijan y que les quieran, y ese será nuestro trabajo"

Pablo Alfaro ya es nuevo entrenador del Real Murcia. En la mañana de ayer, el club grana hacía oficial su más que sabida llegada y solo media hora después era presentado en la sala de prensa de Nueva Condomina. Acompañado de Felipe Moreno, dueño del club; María del Mar Carrillo, presidenta grana; y Javier Recio, director deportivo, Alfaro pronunciaba sus primeras palabras como entrenador murcianista. Ya por la tarde el maño tuvo el primer contacto con la plantilla murcianista y hoy empezarán a preparar el choque del domingo ante el Real Madrid Castilla (20.00), encuentro que será su debut en el banquillo grana siempre y cuando el club haya abonado el finiquito a Munúa o tenga un acuerdo firmado con el uruguayo.

En una negociación «rapidísima», el Real Murcia y Pablo Alfaro se han dado la mano para intentar dar un paso al frente en una liga donde los granas, con Gustavo Munúa, no estaban cumpliendo con las expectativas. Pese a ello, Alfaro, que sustituirá en el banquillo de NC al sudamericano, considera que «la situación no es dramática» y espera que desde este mismo domingo, en el choque ante el Real Madrid Castilla, ya se puedan ver cambios.

Solo tendrá el técnico maño dos sesiones antes de ese encuentro, pero, aunque dijo que «se necesita tiempo», también señaló que desde este domingo ya «hay que ser un equipo valiente, atrevido y competitivo».

Considerando que esta oportunidad es «un gran reto», Alfaro quiere «quedarse con lo bueno» del trabajo realizado por Munúa. Avisando de que «en estas circunstancias habrá cambios, pero no una revolución». «Intentaremos aportar matices diferentes», añadió.

Dejaba claro que lo primero que va a pedir a sus jugadores es «que seamos humildes, respetando a los rivales; que seamos un equipo comprometido y también ambicioso».

Para él la clave del cambio estará en poder «sacar el 100% de cada futbolista», trasladando eso a lo colectivo.

«Una Segunda A camuflada»

Y es que Alfaro considera que la plantilla del Real Murcia «es muy acorde a las capacidades y exigencias» del proyecto grana. El objetivo es «sacarles el mayor provecho a todos», reiteraba, explicando que «tenemos que acercar a cada futbolista al 100%, combinándolo luego con la idea colectiva». El maño también recalcó en la necesidad de competir, porque esta Primera RFEF «es una Segunda A camuflada». «No tiene nada que ver con la Segunda B de antaño».

Sobre los futbolistas dijo que «les gusta que les exijan y que les quieran, y eso es trabajo del cuerpo técnico».

Habló del corto plazo por las necesidades. «Mira si es corto plazo que hay que ganar ya el domingo. Vamos a pelear por ello. Consiguiendo metas a corto plazo, al final te acercas a lo bonito», dijo, refiriéndose al objetivo del ascenso. Dejando claro que «la presión excesiva» no ayuda.

Pablo Alfaro que sabe lo que es tanto entrenar como jugar en Nueva Condomina habló también de la afición grana. «Este estadio aprieta mucho, pero aprieta cuando le das cosas. Así que para recibir, tenemos que darles».

El nuevo técnico del Real Murcia, al ser cuestionado por la preparación física y por las lesiones que están sufriendo los jugadores granas, decía que para él era muy importante cuidar temas como la preparación física, el descanso y la nutrición.

Sin palabras de Felipe Moreno

Ni una palabra pronunció Felipe Moreno en la rueda de prensa de Pablo Alfaro. El dueño del club grana, en la mesa junto al nuevo técnico, se quedó todo el tiempo en segundo plano, guardando silencio pese a la crisis deportiva que ha provocado la salida de Gustavo Munúa, una salida que se precipitaba en la mañana de este miércoles pese a que la idea del propietario era seguir dando confianza ilimitada al uruguayo, al que colocó él en el banquillo el pasado verano.

Sí intervino Javier Recio, pero solo para dar la bienvenida a Alfaro. Habló del maño como un técnico «con una larga experiencia y que conoce a la perfección la Primera RFEF». Además señalaba que el ahora técnico grana ya fue una opción el pasado verano, pero que al final no pudo ser.