Atletismo

Katir, a sacar al mejor Katir en la final de 5.000

El muleño buscará esta noche subir al podio para conseguir su segunda medalla mundialista

Katir celebra con rabia su clasificación para la final de los 5.000. | EFE/TIBOT YLLIES

Katir celebra con rabia su clasificación para la final de los 5.000. | EFE/TIBOT YLLIES / ángela moreno

Ángela Moreno

Ángela Moreno

Hace justo una semana, el muleño Mo Katir representó la decepción. La decepción de no clasificarse para la final de los 1.500 metros del Mundial de Budapest. Y en el deporte, las decepciones van unidas a las críticas, y críticas son las que recibía el murciano al no estar al nivel esperado en una competición que estaba señalada en su calendario. Pero en vez de venirse abajo, Katir se resarció en su segunda oportunidad.

Fue el pasado jueves cuando, aprovechando su puesta de largo en 5.000 metros, sacó toda la rabia acumulada y lideró su serie para pasar a una final que se disputará hoy (20.30 horas) y en la que intentará lograr su segundo podio mundialista -hace un año logró el bronce en los 1.500 metros-. Además, el muleño es el subcampeón de Europa en los 5.000, después de la plata lograda en 2022 en Múnich.

«Ayer es pasado. Ojalá cogiera una máquina del tiempo y solucionara el error. Los errores son para aprender. Nadie es perfecto. Si fuera perfecto sería brutal», declaró el atleta murciano explicando su decepción en los 1.500, pero asegurando que va «con ganas» a la final del 5.000.

«Venía avisando desde hace un año que iba a doblar. Sea donde sea voy a estar luchando. A veces las cosas no salen pero sé perder y sé ganar. Me puedo mentalizar para las dos cosas. Yo vengo mentalizado muy bien, no solo se trata de entrenar, también hay que entrenar la mente, que es el motor de nuestro cuerpo», continuó el muleño.

Para conseguir un nuevo metal, Mo Katir deberá sacar al mejor Mo Katir en una carrera en la que no estará el ugandés Joshua Cheptegei, quien no se presentó a las ‘semis’ tras su tercer título seguido en 10.000 en su más que posible despedida de la pista con destino al maratón; pero en la que se volverá a ver las caras con el noruego Jakob Ingebrigtsen, gran favorito y más después de la rabia acumulada tras su derrota ante el británico Josh Kerr en 1.500.

El muleño llega a esta final mundialista de 5.000 con la cuarta marca personal y del año y con la receta de Carlos Alcaraz. «Como dice Alcaraz, el mejor tenista del mundo y de mis tierra, cabeza, corazón y cojones. Vamos con todo el domingo», finalizó.

Ben, a ocho centésimas del bronce

El gallego Adrián Ben, único español en la final de 800 metros del Mundial de Budapest, concluyó cuarto, a solo ocho centésimas del bronce, y quedó a un paso del podio que lideró el canadiense Marco Arop, campeón.

«Sueño a lo grande. Mi idea es mejorar el sexto puesto de Doha y el quinto de los Juegos. Además he hecho marca personal y estoy en la final. ¿Qué más puedo pedir?», dijo al clasificarse para la final el atleta gallego, pupilo de Arturo Martín.

Con esas premisas, Adrián Ben afrontó la final cargado de optimismo, ya sin la compañía de Saúl Ordóñez y Mohammed Attaoui, que cayeron en semifinales. Estar entre los ocho mejores del mundo fue el premio a su constancia, a su talento y, sobre todo, a su intenso trabajo y afán por mejorar, con concentraciones esta temporada en altura en sitios como Font Romeu y Potchefstroom (Sudáfrica).

El gallego, dos veces finalista en 800 en un Mundial, único español que lo ha conseguido junto con Tomás de Teresa, corrió por la calle nueve. Intentó salir lo más adelante que pudo pero el ritmo de sus rivales, y la estrategia, provocaron que pasara la primera vuelta en antepenúltimo lugar.

Al igual que en las anteriores dos rondas clasificatorias, en la última curva empezó la remontada. Trató de meterse por dentro y, con confianza y piernas, como le gusta decir, consiguió llegar al último tramo al esprint con opciones de medalla. Al final se quedó a un paso. Entró cuarto con 1:44.91, solo a ocho centésimas del bronce.

Por delante suyo solo Marco Arop (1:44.24), el keniano Emmanuel Wanyonyi (1:44.53), plata, y el británico Ben Pattison (1:44.83), bronce.

Adrián Ben se marcha de Budapest con un cuarto puesto en la final, lo que supone una mejora respecto al sexto puesto de Doha 2019, y un tiempo de 1:43.92 en la semifinal que es su mejor marca personal.