Historia LA OPINIÓN DE MURCIA

Historia LA OPINIÓN DE MURCIA

Un estadio muy coqueto, carísimo y recién acabado

Hungría ha construido el National Athletics Centre para la disputa de estos Mundiales de Atletismo

El costa total de todo el proyecto se ha ido a nada más y nada menos que 658 millones de euros

El National Athletics Centre de Budapest, este viernes por la mañana

El National Athletics Centre de Budapest, este viernes por la mañana / EFE

David Rubio

Hungría con su capital Budapest a la cabeza suele ser un seguro de vida a la hora de organizar eventos, como lo demuestra sin ir más lejos que sea la sede preferida para la natación con dos Mundiales en los últimos cinco años (más el ya adjudicado de 2027) y tres Europeos en los últimos 17 años.

Sede de importantes equipos como el Sopron de baloncesto femenino (campeón de la Euroliga 2021-22) o del Györi ETO de balonmano femenino (pentaganador de la Champions), el país magiar suele ponerse manos a la obra para no dejar ningún cabo suelto como está demostrando ya en los Mundiales de Atletismo que comienzan este sábado con un precioso y modernísimo estadio construido ex profeso y cuyos últimos retoques han concluido esta misma semana.

Pero... ¿por qué se ha construido? Después de dos intentos fallidos por encarar la carrera olímpica, Hungría decidió demoler el Ferenc Puskás Stadium, el mítico Népstadion que acogió los Europeos de Atletismo de 1966 y de 1998. Fue sustituido por el modernísimo Puskás Arena, que fue concluido en 2019 sin pista de atletismo y meses antes, en diciembre de 2018 se produjo la designación de Budapest como sede de los Mundiales de Atletismo de 2023. Para entonces ya estaba licitada la obra de construcción del complejo al haberse quedado la ciudad sin una pista de nivel.

La clave era crear un espacio dedicado eminentemente al atletismo y poco a poco se fue imponiendo la practicidad, pasando del grandilocuente proyecto inicial de 55.000 espectadores al definitivo de 37.326 de los que solo quedarán 14.531 tras el Mundial si finalmente se elimina la parte superior de las gradas.

La sede principal del Mundial de Budapest, desde el exterior

La sede principal del Mundial de Budapest, desde el exterior / EFE

El proyecto que incluye la creación de una pista de entrenamiento más otra en una isla de la ciudad ha visto cómo el enorme coste económico iba en aumento por todo lo que lleva consigo y por una inflación que en Hungría se acerca al 20% hasta el punto de irse a la astronómica cifra de 658 millones de euros

Por fin y pese a que se dilató la finalización, el National Athletics Centre (Nemzeti Atlétikai Központ) fue entregado el 17 de junio y acogió el 7 y el 8 de julio los Campeonatos de Hungría con la lanzadora de peso Anita Marton como primera ganadora. Fue un test satisfactorio a imagen y semejanza de lo que sucedió en Barcelona en 2010, cuando el Estadi Lluís Companys fue la sede del Campeonato de España como test antes de los Europeos.

Eso sí, este mismo viernes se estaban mejorando los aledaños o la misma zona de prensa, decorándola con fotos y cuadros de momentos míticos de los Mundiales. El resultado es una instalación extraordinaria en la que se ha cuidado hasta el último detalle, con las escaleras de acceso decoradas con los colores de la cita y con el mensaje que inunda la cita ('Witness the Wonder', Testigo de la Maravilla en castellano), donde España tratará de mejorar los dos bronces de Eugene.

La organización está cuidando todos los detalles en el estadio

La organización está cuidando todos los detalles en el estadio / EFE

El reputado entrenador catalán Ricardo Diéguez (técnico de la azulgrana Jaël Bestué y responsable del relevo corto) aseguró a SPORT que la pista es rápida y las sensaciones de los atletas en el entrenamiento matinal de este viernes eran muy positivas. Incluso se ha dejado un gran espacio alrededor en la parte exterior de la pista para que los fotógrafos puedan desenvolverse con autonomía para realizar su trabajo. Y tanto el enorme Media Center como el Photo Center y la zona mixta parecen haber sido muy pensadas con la cabeza.

El único problema por decirlo así es que la instalación está a orillas del Danubio y la humedad es bastante elevada, lo que adelanta el proceso de sudoración y complicará la vida a los atletas (sobre todo a los mediofondistas y fondistas) ante la ola de calor que se espera a partir del lunes y más al tratarse de un estadio muy cerrado a diferencia del de Eugene'22, el Hayward Field.. Además, resulta molesta la profusión de pequeñas moscas por la pista que pueblan las camisetas de los presentes.