Fútbol

El Real Murcia, a superar su fobia a las multitudes

El equipo grana, que solo ha ganado uno de los ocho partidos en los que más de 10.000 aficionados han acudido a Nueva Condomina, se enfrentará este domingo al Castellón y a su miedo a jugar delante de mucha gente

Los jugadores agradecen el apoyo de los aficionados tras perder frente al Atlético Baleares. | PEPE VALERO

Los jugadores agradecen el apoyo de los aficionados tras perder frente al Atlético Baleares. | PEPE VALERO / ángela moreno

Ángela Moreno

Ángela Moreno

Agorofobia. Eso es lo que sienten los jugadores del Real Murcia cada vez que juegan en Nueva Condomina delante de mucha gente. Por lo menos eso dicen los datos. Solo una victoria han logrado los murcianistas en su estadio cuando se superan los diez mil espectadores.

Un miedo a las multitudes que ya se presuponía pero que se ha hecho más evidente llegado el tramo final de temporada y coincidiendo con las distintas promociones realizadas por el club y que han aumentado las cifras de asistencia.

Hasta cinco partido ha disputado el Real Murcia en los últimos dos meses, y de esos cinco encuentros, solo uno ha acabado con victoria. Fue el 2 de abril cuando los murcianistas se impusieron por 4-0 al Cornellá. Aquel día habían 12.445 personas en el estadio. Y, la gran entrada, no fue un problema para unos jugadores que vienen arrastrando su miedo a las multitudes desde que comenzase la liga.

Ese triunfo frente al Cornellá es el único que ha llegado cuando en Nueva Condomina se han dado cita más de 10.000 personas. Esa cifra se ha superado hasta en ocho ocasiones, pero en solo una, los tres puntos se quedaron en casa.

Inicio decepcionante

No tuvo el Real Murcia el mejor inicio en casa. Pese a que la afición tenía ganas de fútbol, los granas no pasaron del empate en sus dos primeros compromisos en Nueva Condomina. Frente al Calahorra, con 9.497 espectadores, y ante el Numancia, 10.647, no se movió el 0-0 en el marcador.

La primera victoria llegaría el 1 de octubre frente al SD Logroñés (4-2) y ese día había 9.965 espectadores.

Estrenado el casillero de victorias, llegaron dos nuevas decepciones, una de ellas la goleada (1-4) encajada ante el Osasuna Promesas en un partido en el que se batía el récord de asistencia de la temporada, con 10.906 aficionados.

Curiosamente, con muchos seguidores renunciando a ir al estadio, llegó el mejor tramo en casa. Entre noviembre y diciembre, se lograron tres victorias consecutivas y, casualidad o no, en ninguno de esos partidos la asistencia fue mayor a las 9.000 personas. Contra la UD Logroñés se reunieron 7.862 espectadores, 8.556 acudieron ante el Alcoyano y frente al Sabadell se acercaron al estadio 7.629 aficionados.

La buena racha y la vuelta de vacaciones navideñas hizo que los seguidores murcianistas volvieran con ganas a ‘casa’, pero, una vez más, a los de Mario Simón les temblaron las piernas, defraudando a los 11.823 aficionados que asistieron al choque frente al Amorebieta, encuentro que acababa con 0-0 en el marcador.

Casualidades que se repiten

Si baja la asistencia, suben las posibilidades de victoria; si aumenta la cifra de público, bajan las opciones de ganar. Lo dicen los números. Porque el primer triunfo del año llegaba ante el Bilbao Athletic el 21 de enero, y en ese encuentro de nuevo no se llegaron a los 9.000 espectadores -8.544-. En cambio, dos semanas después, el 4 de febrero, se dejaba escapar la victoria en el minuto 94 ante la Real B con 9.151 espectadores en las gradas. Pero es que frente al Nástic, en el partido al que menos gente ha acudido de esta temporada (5.826), se ganó por 2-0.

Caída en picado

Y mientras entraba marzo y el murcianismo festejaba la llegada de Felipe Moreno al club, el equipo empezaba su caída en picado, caída agravada por sus números en casa. Con los aficionados acudiendo en masa al estadio, solo se ha celebrado una victoria. Se empató el día del Barça, partido recordado por el récord de asistencia en Primera RFEF -27.831-; no se pasaba del 0-0 contra La Nucía -15.769 espectadores-, y se ha pedido ante el Atlético Baleares y el Intercity, con 19.912 y 14.953, respectivamente.

Siguiendo con las casualidades, el único triunfo de este tramo llegó el día que menos gente acudió. El 2 de abril los murcianistas goleaban al Cornellá y ese día 12.445 aficionados celebraron los tres puntos en directo. Esta es la única victoria del curso en los partidos en los que se ha superado la barrera de los 10.000 espectadores.

También es verdad, que con público o sin público, a los de Mario Simón les ha costado un mundo a lo largo de la temporada ganar en casa. De hecho, de los 17 encuentros jugados hasta ahora, solo siete acabaron con sonrisa.

Este domingo, ante el Castellón se espera otra gran asistencia del público, por lo que será la oportunidad perfecta para que el Real Murcia deje atrás su fobia a las multitudes y demuestre de una vez que quiere estar en el play off de ascenso.