Pasando la Cadena

Con alfileres y un delantero de verdad

José Luis Ortín.

José Luis Ortín. / José Luis Ortín

José Luis Ortín

El resultado fue engañoso, pero la victoria no. Noruega mereció más, pero la única verdad del fútbol son los goles. Y de la Fuente empezó bien, pero no debe encandilarse. Hay mucho más que mejorar que celebrar.

Con ese resumen, podemos entrar en detalles. Kepa demostró que es un portero de garantías para la Selección. Carvajal tiene a veces el brillo nostálgico de quien fue el mejor lateral derecho español. Nacho juega bien y es un seguro donde lo pongas y como lo dispongas. Laporte no deja de ser un central de nivel medio. Y Balde comete errores de juventud que no deben tapar su excelente juego ofensivo. Con estos mimbres y los que puedan entrar, la defensa española no tiene el marchamo de un equipo campeón. A su aseado juego le falta contundencia y salida de balón.

En la media, nuestro otrora punto fuerte, asoman claroscuros. Rodri es quien más nivel tiene y se nota su papel protagonista en un equipo tan exigente como el City. Merino no deja de ser un buen futbolista, que sería suplente habitual en un grande. Otro tanto podríamos decir de Ceballos, calidad contrastada, pero sin la regularidad necesaria para ser una estrella como las que recordamos de la mejor España. Y Gavi, que apunta maneras importantes, todavía necesita hornearse. Del resto, salvo Pedri, que podría ser el acompañante titular de Rodri, podríamos decir lo mismo. Y no solo de los seleccionados por el nuevo técnico, sino de los ausentes también.

Y arriba, aparte del relumbrón Joselu, quien debe hacer valer su eficacia en ocho o diez partidos seguidos, desgraciadamente, no sería ninguno titular en un equipo de Champions. Morata, Aspas, Borja, Yéremi o Nico son buenos jugadores, sin duda, pero no pasan de notable en el concierto internacional. Como resumió en el Barça el orondo y rubio holandés Koeman, es lo que hay.

Dicho de otra forma, ¿cuál de los seleccionados, o no, por Luis de la Fuente sería titular en la España de Luis Aragonés o Del Bosque? Ninguno, o, como mucho, uno o dos podrían estar en los puestos doce o trece de aquellos fenómenos que durante cinco años dominaron Europa y el mundo.

Pero esto no es nuevo, ya ocurría con Luis Enrique. Solo el olvidado Ramos, en buenas condiciones físicas y olvidándonos del futuro, podría emular viejas glorias patrias.

Dicho esto, tiene mérito la victoria de España ante los de Haaland, que si llega a estar hubiera sido muy dudosa —en este punto, corroboramos que es el objetivo consensuado del Madrid ahora mismo en detrimento de Mbappé—. Es difícil hacer tres goles en el concierto mundial y no encajar. Y menos en el inicio de una nueva era como la que se inauguró el sábado en Málaga. Los nervios, la incertidumbre ante tanto cambio personal y táctico y una selección contraria creciente eran demasiados obstáculos para que el optimismo quedara reflejado en el marcador, pero el fútbol tiene estas cosas como parte de su grandeza. Los noruegos fueron mejores en dos tercios del partido, incluso llegaron más y con más claridad a nuestra área, mas este bendito juego tiene en el gol su única ciencia. Y fueron tres a favor, dos de bella factura, y ninguno en contra. Eso quedará en los anales y no la discontinuidad, la inconsistencia y los escasos cambios de juego y balones profundos al desmarque, algunos fallos incomprensibles en futbolistas internacionales, el acierto en los cambios corrigiéndose a sí mismo el seleccionador en su alineación inicial y la necesaria fortuna en momentos clave. En Escocia deberá afinar bastante más el técnico riojano si quiere que las dudas no siembren de minas su camino.

Por lo demás, el anterior seleccionador debería reconocer sus clamorosos errores, confirmados por lo visto en Málaga. Y solo señalaré tres muy gruesos en un profesional que debía conocer al dedillo el estado y calidad de sus seleccionables. Nacho es mejor defensa que Eric García cada día que sale el sol. Actualmente, y la temporada pasada también, por distintas circunstancias, Joselu otorga más garantía de gol que Ferrán y Ansu juntos. Y Aspas y Borja Iglesias también. Y el juego de toque, sin plan alternativo, como fue su apuesta en Qatar, está ya más sonado que las maracas de Machín. Lo que más me gustó de las variantes del nuevo técnico fue cierta verticalidad sobre aquella aburrida horizontalidad.

A ver si cose esos pespuntes y Joselu confirma alternativa. ¡Ojalá!