Fútbol

El Real Murcia, sin victoria ante el Barça B pero con récord de asistencia (1-1)

Los granas solo empatan pese a adelantarse en el marcador con un gol de Pedro León y aguan la fiesta montada en un estadio al que acudieron 27.831 espectadores

Loren Burón, uno de los protagonistas del gol grana, durante el partido.

Loren Burón, uno de los protagonistas del gol grana, durante el partido. / Prensa Real Murcia

Ángela Moreno

Ángela Moreno

El Real Murcia es de esos equipos que tiene fama de aguafiestas. En los últimos años ha ocurrido en varias ocasiones. Desde que se trasladó a Nueva Condomina casi siempre. No hay fiesta que el Real Murcia no estropee sobre el césped. Muchos de los abonados más fieles tendrían esa sensación cuando se trasladaban este domingo hasta el estadio. Otros pocos cruzaban los dedos con la esperanza de destrozar esa etiqueta de aguafiestas. Algunos incluso pensaban que en el Rico Pérez, donde se conquistó el ascenso a Primera Rfef, se quedaron todos los gafes.

Pero no, el gafe sigue. Por lo menos en el estadio murcianista. Porque al Real Murcia le montaron una fiesta sorpresa, una fiesta sin necesidad de play off o de final, una fiesta más de bienvenida a Felipe Moreno, y el Real Murcia falló a los 28.000 aficionados que acudieron al estadio, algunos por primera vez.

Falló a la fiesta, porque a diferencia de la respuesta de los aficionados, el equipo de Mario Simón no lo hizo. Y no lo hizo porque solo pudo empatar al Barça B en un duelo directo por el play off y en una jornada en la que todo se apretaba por las derrotas del Castellón ante el Amorebieta y de la Real B frente al Nástic.

Y eso que al descanso todo era una fiesta. Porque si alguien pensaba que al Real Murcia le iban a pesar las piernas cuando saltase a un estadio casi lleno, se equivocó. Porque en las filas del Real Murcia hay un jugador al que nunca le tiemblan las piernas. Y ese futbolista no es otro que Pedro León, cada vez más decisivo para los murcianistas.

Porque el muleño ponía el 1-0 al borde del descanso. Batió a Rafús y se llevará los titulares, pero el tanto también lleva la firma de Loren Burón, que se hizo fuerte por la izquierda y sirvió al 14 para que este confirmara su buen golpeo.

Pero el gol solo hizo despertar al Real Murcia malo, el Real Murcia que paga el encerrarse. Fue ese paso atrás el que despertó al Barça y el que dio paso al empate, conseguido por Núñez en el 64.

Loren Burón, novedad en el once

Loren Burón fue una de las novedades en la alineación. No fue la única. Mario Simón recuperaba el trivote para intentar poner freno a los habilidosos futbolistas del Barça B. Ese miedo a que los azulgranas se hicieran con el centro del campo también hizo que Alberto López ganara la partida a Arnau Solá.

Fue un primer tiempo muy igualado, sin apenas ocasiones. La defensa grana sostenía a Luismi Cruz y Carbonell, y el balón apenas llegó a Roberto.

Esa pelea también se vivía en el otra área. Le costaba un mundo al Real Murcia conectar en ataque, y solo las subidas de Rueda y el balón parado aliviaban a un conjunto grana seco en ataque.

Fue Pedro León el hombre que más apretó a Rafús y su insistencia tuvo premio en el 43. El Barcelona B, pese a la habilidad y la velocidad, pocas veces pudo superar a la defensa. De hecho, la mejor ocasión azulgrana fue un tiro desde la frontal de Luismi Cruz que despejó como pudo Joao (39).

No le pudo sentar al Real Murcia peor el gol. La ventaja provocó lo de siempre. Fue salir del vestuario y los granas ya eran un equipo agazapado. Se olvidaron de atacar y fueron regalando metros al Barça B, a un equipo que si le regalas metros te acaba comiendo.

Es cierto que el dominio del Barça no se traducía en ocasiones, pero también es verdad que daba la impresión que iba a ser muy difícil aguantar toda una parte con 1-0 en el marcador. Y el 2-0 no iba a llegar con esa propuesta, la de encerrarse atrás y olvidarse de mirar arriba.

Lo veían todos y se confirmó en el 64. Álvaro Núñez silenció a un estadio que solo unos segundos antes intentaba quitarse de encima el aburrimiento haciendo la ola.

Centró Fabio y en el segundo palo remató el lateral azulgrana, provocando un auténtico bajonazo.

No tardó en reaccionar Mario Simón. Sabedor de que no se podía escapar la victoria en un día tan especial, el técnico intentó agitar al equipo con las entradas de Arnau Ortiz y Alfon, además de dar caché al ataque con Dani Romera. Se marchaban Loren, Ganet y Toril.

Parecía que daba igual quién saliera. El Real Murcia apenas pudo poner en aprietos a Rafús, tampoco el Barça B inquietó a Joao. Pero la tuvieron los granas en el último suspiro, cuando Carrasco no pudo rematar delante de Rafús. Al final un empate justo visto lo visto, pero un empate que agua la fiesta preparada por el murcianismo.

Récord de asistencia en Primera RFEF

27.831 espectadores se dieron cita este domingo en Nueva Condomina. Con entradas a un euro, los aficionados arrasaron con el papel. Y, aunque el estadio no se llenó, finalmente se superaron las expectativas iniciales. Se rozaron las 28.000 personas y se estableció un nuevo récord de asistencia en Primera RFEF. El anterior estaba en manos de Deportivo.