Carrera de la Mujer de Murcia

La Carrera de la Mujer más diversa

La prueba que se disputa este domingo por las calles de Murcia ha llegado este año a más colectivos de la sociedad regional, incorporando a militares de la Brigada Paracaidista de Javalí Viejo y a internas el Centro Penitenciario de Campos del Río

Las militares participantes en la carrera, posando la camiseta conmemorativa. | L.O.

Las militares participantes en la carrera, posando la camiseta conmemorativa. | L.O. / DIONI GARCÍA

Dioni García

Dioni García

Nunca antes se habían implicado en la Carrera de la Mujer, que se celebra este domingo con salida y meta en el pabellón Príncipe de Asturias, en la Avenida Juan Carlos I, tantos colectivos de la sociedad regional tan diversos como en esta octava edición. Zancadas sobre Ruedas, Abaúl, Crece con Dabadá, Policía Local, Asociación Kasafor y otros muchos más estarán en la línea de salida a partir de las diez de la mañana. Algunos de ellos ya son clásicos de esta prueba lúdico deportiva de 5 kilómetros de recorrido que reunirá a cinco mil mujeres por las calles de Murcia. Pero hay dos que se incorporan y que también van a tener un especial protagonismo en la octava edición, que será muy especial.

La bosal de la corredora, la camiseta y un dorsal, ayer en la puerta del Centro Penitenciario. | L.O.

La bolsa de la corredora, la camiseta y un dorsal, este viernes en la puerta del Centro Penitenciario. | L.O. / DIONI GARCÍA

Desde la Brigada Paracaidista de Javalí Viejo llegan nueve militares, con la capitana Ana Vanesa Fernánez Fernández, jefa del departamento de Enfermería del Regimiento Zaragoza Nº 5 de Paracaidistas, a la cabeza. Ellas quieren mostrar a todas que el ejército ya no es un coto exclusivo de los hombres. Una de las participantes es Natalia Menéndez, dama legionaria, que ingresó en el ejército en 2014 y que lleva participando en la Carrera de la Mujer desde su primera edición, en 2016. «Le comenté a mis compañeras que iba a hacerla y se han animado», afirma esta canaria de 33 años, de padre murciano, que lleva desde los 18 en la ciudad y que es una runner habitual.

Menéndez, que participará con su hija, explica que en el ejército no se ha sentido diferente: «Me he sentido siempre capaz de desempeñar cualquier labor. Cuando tenía 18 años yo quería tener un trabajo y me gustaba el mar. Superé las pruebas y una vez dentro encontré un ambiente de compañerismo. Antes estaba en la compañía de fusiles y ahora estoy en la Brigada Paracaidista», explica. «Yo no encontrado diferencias entre hombres y mujeres en el ejército», continúa diciendo, aunque reconoce que «años atrás sí que existía desigualdad», comenta.

Desde el Centro Penitenciario de Campos del Río, un grupo de internas que están a punto de reinsertarse en la sociedad, también estarán en la línea de salida. Para estas mujeres privadas de libertad la participación en la carrera ha sido un soplo de aire fresco, una ilusión promovida desde el departamento de Trabajo Social del centro. Bajo el lema ‘De aquí también se sale’ y dentro de las salidas programadas, catorce internas se calzarán sus zapatillas para estar en una carrera inclusiva. Durante la semana también han realizado actividades y han querido lanzar mensajes como «desde aquí también participamos. Como si estuviera escrito para nosotras: ‘por mí y por mis compañeras’», que es el mensaje en las camisetas. «Las mujeres privadas de libertad son las únicas que no tienen el poder de manifestarse por sí mismas», ha escrito otra de las internas. Y uno de los que más ha llegado al corazón de todas ellas y que refleja una realidad patente es que «muchas veces, detrás de las rejas encontramos mujeres muy vulnerables que han sido víctimas de maltrato, abusos, indiferencia, desigualdad, incomprensión y soledad». Otros de los mensajes que se ha lanzado desde el centro penitenciario es «sueños de libertad, muros de realidad» o «cumplimos nuestra pena de prisión, pero sostenemos nuestro pasado». Y «no se nos puede olvidar que somos mujeres, amigas, hermanas, esposas, hijas, madres, trabajadoras, luchadoras... mujeres».