Tenis

Carlos Alcaraz pierde cojeando la final de Río de Janeiro

El murciano cae ante Cameron Norrie casi sin poder correr desde mediado el segundo set

Carlos Alcaraz, en la final del torneo de Río Janeiro

Carlos Alcaraz, en la final del torneo de Río Janeiro / SERGIO MORAES

Dioni García

Dioni García

El murciano Carlos Alcaraz Garfia rozó la proeza en la final de Río de Janeiro, donde llevó al límite a Cameron Norrie pese a jugar cojo desde mediado el segundo set. El tenis de El Palmar cayó derrotado en tres sets después de ganar el primero. El joven jugador de 19 años, por tanto, se quedó sin la posibilidad de empatar a puntos con Novak Djokovic en lo más alto de la clasificación, quedándo a 200 puntos del serbio. Era su décima final, de las que ha ganado siete. 

Primer set

Alcaraz amarró bien los dos primeros juegos con su servicio, pero en el tercero le concedió a Cameron Norrie la primera posibilidad de 'break' que salvó con un cruzado que sacó de la pista al británico. Con la igualdad recuperada y un excelente primer servicio, el murciano puso el 3-2 en el marcador, que le permitió mantener la iniciativa en el juego. Y en el octavo juego le llegó una buena ocasión de lograr una rotura del pupilo de Juan Carlos Ferrero. Dispuso de dos bolas, pero en la primera, con el resto, la envió demasiado larga, y Norrie, en la segunda, después de un largo peloteo y tras meter una bola en la esquina, provocó el error de su rival. Pero en el 'deuce' volvió a tener otra bola de quiebre tras una subida a la red que provocó un fallo de Norrie, quien resolvió de nuevo la situación, en esta ocasión pillando a contrapie a Alcaraz. Al final, el británico nacido en Sudáfrica logró salvar su servicio para poner el 4-4. 

El murciano dispuso en el noveno juego de su primera bola de set, pero Norrie la salvó y de nuevo igualó la primera manga (5-5). Y en el siguiente juego, el tenista de El Palmar se aseguró el 'tie break', para en el duodécimo, con servicio de Norrie, disfrutar de un 0-30 que tampoco aprovechó en un partido donde el físico, después del desgaste de la semana de ambos jugadores, cobraba una gran relevancia. Pero a este juego le quedaba aún mucho por jugar y se resolvió en el deuce, donde Alcaraz dispuso de una segunda bola de set que sí aprovechó con un revés a la línea espectacular, donde el murciano puso la bola en el único hueco posible para hacerse con la primera manga (7-5) en 58 minutos. 

Segundo set

Comenzó de nuevo sirviendo en el segundo set el número 2 del mundo, que buscaba con el triunfo en Río de Janeiro, donde ya se impuso hace un año y logró con 16 años su primer triunfo en un torneo ATP, igualar a Novak Djokovic en lo más alto de la clasificación con 6.980 puntos. Y Norrie le puso el primer juego cuesta arriba al murciano, ya que dispuso de dos bolas de quiebre. La primera la salvó con un excelente primer servicio. Y la segunda, después de un saque muy profundo, le ganó el punto con un paralelo, llevando al 'deuce' el juego, donde tras un largo peloteo provocó un error de Norrie. En el segundo juego fue Alcaraz quien llevó la inciativa, rompiéndole el servicio a un rival, que empezó a dar señales de flaqueza. Con 2-0 en el marcador, Alcaraz ofreció un repertorio en el tercero para ganarlo dejando a cero al británico, quien no se repuso del golpe sufrido en el anterior juego y se vio con un 3-0 en contra. Aunque con algún que otro problema, Norrie sumó su primer punto del set en el cuarto juego, para en el quinto disponer de dos bolas de quiebre tras estrellar una bola en la red el murciano. Con un saque directo salvó la primera, pero en la segunda confirmó su reacción el británico, que puso el 3-2 para confirmar el quiebre en el sexto e igualar la manga (3-3). 

Después de levantar un 0-30 en el séptimo juego, Alcaraz, con una dejada que se le quedó en la red, le dio la oportunidad a Norrie de remontar el marcador y sumar su cuarto juego consecutivo (3-4), cediendo la iniciativa en ese momento en el set el murciano, que perdió la concentración y al llegar al banquillo, reclamó la presencia del fisioterapeuta por unas molestias en el muslo derecho que no eran las mismas de las que ya tuvo que ser tratado en su duro partido de semifinales ante el chileno Nicolás Jarry, puesto que fueron en el izquierdo. Solo fueron unos segundos, para estirar la zona aquejada y regresar con fuerza, puesto que ganó los dos primeros puntos de una manga donde Norrie tenía la oportunidad de poner una distancia de dos juegos en el tanteo. Pero Alcaraz destapó de nuevo el tarro de las esencias y logró un 'break' con el que puso de nuevo la igualdad en el marcador (4-4). Una vez más, el tenista de El Palmar reaccionó en el momento justo, como ha hecho tantas veces en su carrera deportiva. Y es que Alcaraz, que ha crecido viendo a Rafa Nadal en la televisión, nunca se da por perdido. Los rivales tienen que tirarlo sobre la lona para derrotarle. Y mientras que está en pie, se puede esperar de todo de él. 

El noveno juego, que siempre es clave, Norrie volvió a tener una ocasión de rotura con el servicio de Alcaraz. Y no la desaprovechó sacando a su rival de la pista (4-5), con sensibles problemas para correr. En su vuelta al banquillo, los servicios médicos le aplicaron un fuerte vendaje. El británico, con el de El Palmar sin apenas poder moverse, se hizo con el set (4-6) con facilidad, al dejar a su rival en blanco, en una manga que duró 47 minutos. 

Tercer set

El vendaje pareció hacer efecto porque el tenista de Murcia ganó el primer juego del tercer set con su servicio dejando en blanco a su rival. Debía asegurar su saque, al verse mermado físicamente, para poder tener opciones de ganar el torneo. Y lo hizo de entrada en la decisiva tercera manga, dando continuidad en el segundo juego, donde atacó a su rival y logró romperle el servicio con su resto (2-0). Una doble falta fue decisiva en el tercer juego para que Norrie recuperara la rotura anterior (2-1), cobrando de nuevo vida tras estrellar una derecha en la red el pupilo de Juan Carlos Ferrero, quien mostró su frustración al sentarse en el banquillo tirando una raqueta al suelo. El cansancio, después de doce partidos en dos semanas, empezó a pesar en las pierna de un Alcaraz, que se quitó el vendaje en el muslo derecho durante un juego que perdió en blanco y que permitió a Norrie igualar el set (2-2). Jugó al límite el quinto Alcaraz y Norrie dispuso de una bola de 'break' que salvó con una dejada precisa. Pero en la segunda, tras una doble falta y una subida a la red un tanto temeraria, le dio la vuelta al marcador (2-3). 

Con rabia regresó de nuevo a la pista tras el descanso. Y lo hizo dejando dos golpes espectaculares que le permitieron disfrutar de dos bolas de quiebre. Aprovechó la primera y recuperó la vida Alcaraz (3-3), que aprovechaba cualquier ocasión para hablar con su banquillo, donde se encontraba el médico Juanjo Moreno, atento a todos sus movimientos. El partido estaba loco, pero puso de nuevo la cordura el murciano, que ganó el siguiente juego con su servicio para otra vez ponerse por delante (4-3) gracias a varios golpes magistrales que desataron los aplausos de un público entregado a Alcaraz. 

En la pista Guga Kuerten aún quedaba mucho tenis por ver. Norrie recuperó el equilibrio anotándose el octavo juego con su servicio (4-4). El choque se convirtió en una lucha mental sin cuartel. Con Alcaraz tratando de hacer los puntos cortos, buscando rápidas soluciones que provocaron algunos errores no forzados, llegó otra bola de 'break' para Norrie que evitó el murciano con golpes duros a la línea. Y volvió a encontrarse en la misma situación el británico, pero otra vez se encontró con una respuesta contundente, en esta ocasión con una dejada. Al final, tras un duro intercambio, Alcaraz logró el 5-4. 

La resistencia de Alcaraz pareció tocar a su fin cuando Norrie, en el siguiente juego, dispuso de tres bolas de rotura. Pero como el Ave Fénix resurgió el de El Palmar, que salvó las tres con un juego muy directo tras el saque. Pero la cuarta, en el 'deuce', después de un golpe mágico que le dio una ventaja, fue la definitiva para Norrie (5-6), que se puso así con la posiblidad de cerrar el encuentro con su saque. El murciano aún tuvo fuerzas para salvar la primera bola de set del británico, pero en la seguna ya no pudo y se tuvo que rendir.