Un Real Murcia de guante blanco

El Real Murcia está cargado de virtudes esta temporada. O al menos, son mayores que sus defectos. Quizás esa sea una de las razones por las que el conjunto grana afronta el último tercio del calendario en la Primera Federación consolidado en la parte alta de la tabla, lo que le puede llevar a pelear por el ascenso a Segunda División en apenas unos meses. Es uno de los equipos que menos goles recibe de su grupo, también de los que más marca y el más fiable cuando le toca jugar lejos de su estadio. Pero a todo esto hay que añadirle que es una de las plantillas menos castigadas por las sanciones de toda la categoría.

Un deleite para Mario Simón, que cada semana puede armar un once en el que tan solo las lesiones y el estado físico de su plantilla son los problemas que hasta ahora ha debido sortear después de 24 jornadas. El técnico grana ha sabido conformar un equipo sólido y compacto, siendo el tercero que menos goles recibe, sin necesidad de rozar los límites de la dureza. Actualmente presenta una media de dos cartulinas amarillas por encuentro, por debajo de las 4,95 por partido que refleja el grupo II de la Primera Federación. Por lo que esta cifra desvela que sus rivales suelen acabar con mayor número de amonestaciones.

No obstante, el conjunto grana también es uno de los equipos que menos expulsiones ha sufrido. De hecho, atendiendo a las situaciones sobre el terreno de juego, sería el que menos. Y es que la roja -por doble amarilla- del lateral Javi Rueda ante la UD Logroñés el pasado octubre, en un choque en el que se acabaría llevando la victoria (4-2), ha sido la única sufrida por un lance del juego, ya que la segunda ocurrió en ese mismo duelo, cuando el portero Miguel Serna fue sancionado por una acción a la conclusión.

Con 52 tarjetas (50 amarillas y dos rojas), el Real Murcia es el equipo menos sancionado de su grupo. Cierto es que el Intercity presenta el mismo número en esta estadística, pero su balance es de 46 amonestaciones y 6 expulsiones. No obstante, equipos como la Real Sociedad B, con 53 amarillas y 2 rojas, el Cornellá, con 51 y 3, respectivamente, Osasuna Promesas, con 53 y dos, o el Bilbao Athletic, con 54 amarillas y 4 rojas, presentan unos números similares a los del Real Murcia en este sentido. Aunque, echando un vistazo al grupo I, donde la media de amarillas es ligeramente superior (5,21 por partido), tan solo el Linares (49 amarillas y 4 rojas) y la Cultural Leonesa (46 amarillas y dos rojas) están por debajo de las cifras de los murcianistas.

Pedro León, con ciclo cumplido

Se da la circunstancia de que el Real Murcia se enfrenta mañana al Calahorra (17.00 horas, Insports TV) con cuatro jugadores apercibidos de sanción. El conjunto murciano perdería para su próximo encuentro a los centrocampistas Julio Gracia, Sergio Aguza o Loren Burón si ven una cartulina amarilla en La Planilla. Misma situación que el central Iñigo Piña, que siendo el jugador con más minutos de la plantilla, con 2.057, y ocupando una de las posiciones más propensas a ser amonestado, presenta cuatro amarillas en 23 jornadas disputadas hasta la fecha.

Y es que el capitán Pedro León, máximo goleador de este plantel en lo que va de curso con nueve tantos, es el único que ha cumplido ‘ciclo’ de amonestaciones, cuando vio su quinta amarilla ante el Bilbao Athletic por quitarse la camiseta en la celebración de primer su tanto. No obstante, el delantero Dani Romera, que está previsto que tenga sus primeros minutos como grana mañana en La Rioja, también viene de cumplir ‘ciclo’. Sin embargo, su situación es distinta, ya que cuatro de sus cinco amarillas fueron durante su estancia en el CD Castellón en la primera vuelta. Por su parte, el Calahorra, colista y rival de los granas mañana, es el equipo más castigado del grupo II de Primera Federación con 70 amonestaciones y una expulsión tras la disputa de 24 jornadas.

Ahorro en multas

Que el Real Murcia sea el menos que menos tarjetas reciba también supone un beneficio económico para la entidad. Y es que, tal y como recoge el Código Disciplinario de la RFEF, en su documento de julio de 2022, «en las categorías de Primera Federación y Primera Federación de Fútbol Femenino, la sanción de amonestación de directivos/as, futbolistas/as, entrenadores/as y auxiliares llevará consigo, para el club de que se trate, multa accesoria en cuantía de 30 euros y la sanción de suspensión conllevará multa por importe de 45 euros, por cada partido o semana que abarque» y añade que «tratándose de jugadores/as, técnicos/as, directivos/as o auxiliares con contrato profesional e inscritos en competiciones de Primera Federación y Primera Federación de Fútbol Femenino, se les impondrá, con independencia de la sanción pecuniaria que corresponda al club a tenor de lo que prevé el párrafo anterior, una multa en cuantía de 300 euros; y si estuvieran inscritos/as en Segunda Federación de Fútbol Femenino, se les impondrá una multa en cuantía de 100 euros». Por lo que el club grana, en cuanto a multas accesorias, referentes al primer párrafo, presentaría un gasto de unos 1.700 euros en lo que va de temporada.