El 14 de diciembre de 2015 siete agentes del Grupo de Investigación de la Brigada de Policía Judicial de la Jefatura Superior de Policía en Cataluña entregaban en el Juzgado Central número 3 de la Audiencia Nacional la documentación que habían hallado durante el registro de la sede del despacho del empresario catalán Gerard Romy, en Barcelona. Las autoridades de Estados Unidos, en concreto el FBI y un Juzgado de Nueva York, habían iniciado junto a la Fiscalía el conocido como FIFA-Gate, una investigación sobre la presunta corrupción en el seno de la Federación Internacional de Fútbol, pero también sobre la elección de Qatar como sede del Mundial 2022. Y por eso reclamaron a la Justicia española que registrara la sede de la empresa Imagina World en la Avenida Diagonal en busca de pruebas de posibles mordidas.

Y entre estas pruebas los agentes incluyeron un disco duro en el que habían copiado varias carpetas que encontraron en el ordenador de Romy denominadas "Champions", "Clasificatorios AL", "Copa América", "Derechos Footb", "FIFA", "Golfo", "Imagina", "Inversiones", "Medialuso", "Oferta FIFA", "Torneos y Competencia" y "UEFA", según consta en la citada documentación, a la que ha tenido acceso El Periódico de España, del grupo Prensa Ibérica. Estos indicios fueron enviados a la Justicia de Estados Unidos, que ha procesado a Romy.

En el acta de la entrada en el despacho, consta que la agente la redacta muestra su desacuerdo con la actuación de Romy durante el registro: "Se hace constar que el investigado se ausenta de la oficina objeto del registro continuamente y se pone a hablar con personas de su oficina, y ello pese a los requerimientos de la que suscribe, de que debe estar presente en el registro", se puede leer.

Presencia del FBI

Sin embargo, es el propio Romy el que durante el registro de su despacho explica "al FBI cuales son las carpetas del ordenador que pueden tener interés para la causa", prosigue el documento policial, que asegura que estas pruebas estaban dentro de una carpeta informática denominada "Arabia Saudí".

Un auto de 14 de diciembre de 2015, que consta entre los documentos del caso "FIFA-Gate" a los que ha tenido acceso esta redacción, muestra los indicios que pesaban ya desde esa fecha contra Romy, socio del también empresario catalán Jaume Roures: "Del resultado de las investigaciones llevadas a cabo por la Fiscalía de Estados Unidos junto con el FBI y la División de Investigaciones Penales del Servicio de Impuestos Internos de EEUU se infiere que el ciudadano español Gerard Romy, entre otros sujetos investigados, con el que colabora Jonathan Cumming, director financiero de Imagina Group, aceptaba y/o facilitaba sobornos, comisiones ilegales y otros tipos de pagos ilícitos efectuados a funcionarios de la Federación Internacional de Fútbol (FIFA), y el blanqueo de los pagos y productos de los sobornos".

La investigación de Estados Unidos concreta, según el auto de la Audiencia Nacional, que varios directivos de Honduras, Costa Rica, El Salvador y Guatemala, entre los años 2008 y 2015, "recibieron sobornos" a cambio de lograr que sus federaciones nacionales vendieran los derechos de difusión y comercialización para partidos clasificatorios del Mundial.

Una empresa española

Estas mordidas, siempre según el auto, fueron abonadas por la firma Media World LLC. una sociedad de Miami (EEUU), filial de Imagina US, que forma parte de un grupo empresarial cuya sede central se encuentra en Barcelona. "Gerard Romy, como socio accionista de Imagina US estaba al tanto del esquema de sobornos y estaba de acuerdo con el mismo", concluye la resolución.

Precisamente un testigo protegido explicó que Romy era el encargado de viajar a Miami para informarse de las gestiones para obtener los derechos de retransmisión de las diferentes federaciones de fútbol centroamericanas. "Durante estas reuniones, el testigo protegido informaba a Romy con regularidad sobre los sobornos pagados en nombre de Media World a los funcionarios de las federaciones de la UNCAFcon el fin de conseguir los derechos de los partidos clasificatorios de la Copa del Mundo", prosigue el auto de la Audiencia Nacional, que recuerda que el testigo aseguró que habló con Romy de que utilizarían contratos de consultoría para ocultar los pagos irregulares.

En 2012 una empresa relacionada con la española Imagina aceptó pagar un soborno de tres millones de euros a Jeffrey Webb, un directivo de la Asociación de Fútbol del Caribe para conseguir un contrato de 23 millones: "Las dos sociedades firmaron un convenio aparte para compartir el costo del pago del soborno [...]. Fue Gerard Romy, en nombre de Media World, quien celebró el convenio para compartir el costo del soborno", concluye el mencionado auto, con el que la Audiencia Nacional autorizaba el