Fútbol

El Real Murcia mata lento

Los goles de Pedro León, Arnau y Andrés Carrasco espabilan a un conjunto grana que tiene que remangarse para sentenciar a un Bilbao Athletic peleón peso sin pegada

Pedro León intenta marcharse ante la presión de Unai Gómez y Luis Bilbao. | LOF

Pedro León intenta marcharse ante la presión de Unai Gómez y Luis Bilbao. | LOF / Ángela Moreno

Ángela Moreno

Ángela Moreno

La palabra ‘revitalizante’ es de esas que sirven para todo. Solo tienen que escribirla en Google y se darán cuenta de todos los productos que pueden ayudarnos a recuperar el ánimo, la energía o la buena cara. Si están cansados, siempre podrán encontrar unas completas vitaminas; si tienen el pelo apagado, siempre podrán comprar un champú que aporte brillo; o si lo que buscan es prevenir el envejecimiento de la piel, siempre podrán ponerse una crema antiarrugas. Pues no sabemos si Mario Simón utiliza en su día a día algún revitalizante, pero en la tarde de ayer, en Lezama y ante el Bilbao Athletic, encontró un suplemento que solo necesitó unos minutos para dar el resultado esperado.

Porque este domingo el Real Murcia volvió a la senda de la victoria. Porque en la tarde de ayer el conjunto grana espabilaba después de dos jornadas sin ganar. Y lo hizo aprendiendo de sus propios errores. Y lo hizo pasando de defender un 0-1 de lo más justito a gustarse con una goleada agitada por Andrés Carrasco y que pudo ser mayor.

Porque el Real Murcia que se impuso al Bilbao Athletic fue un Real Murcia que al cuarto de hora ya ganaba gracias a una genialidad de Pedro León, pero el Real Murcia que conquistó Lezama supo despertar cuando el filial rojiblanco apretaba. Lo que hizo que, a diferencia de lo ocurrido en Tarragona, se viviera una tarde de lo más plácida pese a que tras el descanso había más gente que apostaba por la pérdida de puntos que por la victoria tranquila.

Arnau Ortiz intenta un disparo en el choque de ayer. | LOF

Arnau Ortiz intenta un disparo en el choque de ayer. | LOF / Ángela Moreno

Una vez más los granas aprovechaban una individualidad para adelantarse en el marcador. Esta vez fue Pedro León el gran protagonista. Tras un pase largo de Iván Casado, el muleño se benefició de la inocencia de Unai Gómez para colarse en el área y, ya ante Padilla, sorteó sin problema al meta bilbaíno para completar la gran jugada con un gol que ponía el 0-1 en el marcador.

Pero al Real Murcia no le gustan las cosas fáciles. O mejor, el Real Murcia no es capaz de convivir con las cosas fáciles. Porque con el marcador a favor y con un rival peleón, pero a la vez demasiado ingenuo, jamás pudo hacerse con el control del partido.

No mandan en el centro del campo Julio Gracia y Ale Galindo, ambos futbolistas aportan más músculo que creatividad, y eso hace que semana tras semana el Real Murcia se convierta en un equipo aburrido y previsible en ataque. Solo por los laterales llegan los murcianistas, centros que sirven de poco o nada. Lo mismo que Miku, al que se le salva porque no le llegan balones, pero al que ayer retrató Andrés Carrasco, que en solo media hora demostró que a veces hay que saber sobrevivir en una isla desierta.

Y con el Real Murcia incapaz de sobreponerse en la batalla del centro del campo, los rojiblancos ganaban metros, aunque sin hacer daño a una defensa que agradeció enfrentarse a un rival de lo más cándido.

La afición del Real Murcia no faltó a la cita en Lezama. | LOF

La afición del Real Murcia no faltó a la cita en Lezama. | LOF / Ángela Moreno

Solo Manu Pedreño, ayer novedad ante las bajas por lesión de Rueda y Mario Sánchez, y Alberto López demostraron que por bandas los granas son un equipo de baja seguridad. Pero ni ganando la partida por los laterales fueron los locales capaces de poner en aprietos a un Serna que no tuvo ni que exigirse.

Pero con un marcador tan corto y con un Real Murcia acostumbrado a ser demasiado generoso, nadie llegó al descanso tranquilo ni nadie comenzó la segunda parte apostando todo a los visitantes. Porque mientras que los de Simón ni miraban al frente, los rojiblancos por lo menos lo intentaban.

Se quitó la presión el Real Murcia con un disparo de Dani Vega que hizo estirarse a Padilla. Fue el segundo intento en casi sesenta minutos. Y nadie esperaba mucho más visto lo visto. Pero este domingo el Real Murcia demostró que sabe matar lento. Y lo demostró cuando Mario Simón movió el banquillo. Porque esta temporada los suplentes están siendo determinantes de cara al gol.

Mientras que Miku y Dani Vega abandonaban el campo en el 65, Andrés Carrasco y Loren entraban en acción. Y solo necesitó cinco minutos el delantero grana para ser protagonista. Haciéndose fuerte en la pelea de un balón en el pico del área, servía a Arnau Ortiz, que colocó el balón justo en la escuadra de la meta de Padilla, estableciendo un 0-2 que ya si que parecía definitivo.

El Real Murcia mata lento

El Real Murcia mata lento / Ángela Moreno

25 minutos de diversión

Pero Andrés Carrasco, condenado a la suplencia este curso, tenía ganas de más. En plan revitalizador, cambió completamente la cara al ataque grana. De golpe, le llenó de energía y le quitó todas las arrugas que van creciendo en el rostro de los de Mario Simón cada jornada que pasa y cada partido en el que se ve la apuesta soporífera que nos regalan los murcianistas de centro del campo para arriba, donde si no es por una individualidad no hay nada que hacer.

Le regaló Andrés Carrasco el tercero a Armando, pero el centrocampista, que había saltado al terreno de juego en lugar de Arnau, no estuvo fino y disparó alto. Como no pudo ser de regalo, lo intentó el delantero por cuenta propia, pero esta vez fue Padilla el que evitó que estrenase su cuenta goleadora.

Pero Andrés Carrasco no podía marcharse de Lezama sin celebrar un gol y el destino quiso guiñarle un ojo. Todo empezó con la salida del campo de Pedro León, el lanzador oficial de los penaltis del Real Murcia. Y todo continuó en el minuto 93, cuando el colegiado señalaba pena máxima por una acción de Eguiluz sobre el propio Carrasco. Y el ‘9’ no lo dudó. Cogió el balón, lo colocó y batió a Padilla para poner un 0-3 que era la sentencia a la muerte lenta a la que los granas habían condenado al Bilbao Athletic.

Un triunfo que acaba con dos jornadas sin victorias y que tranquiliza los ánimos de un consejo de administración que es capaz de crear incendios sin ni siquiera tener una cerilla en sus manos.

«Entendemos la ambición del club, pero hay que crecer desde la tranquilidad»

Mario Simón salió de Lezama de lo más satisfecho. No solo por la victoria, sino también por el partido realizado por sus jugadores, considerando que el choque ante el filial del Athletic de Bilbao ha sido «el más completo» de lo que va de temporada. En rueda de prensa, el técnico murcianista ponía «una nota muy alta» a sus futbolistas, al creer que «se lo han merecido».

Aunque recordaba el buen partido firmado frente al filial de la Real Sociedad B, Mario Simón se quedaba con el choque de ayer, considerándolo el «más completo» por la «continuidad» en el juego.

Por ello, el entrenador del Real Murcia no dudaba en afirmar que el triunfo en Lezama había sido una «victoria de equipo». «Hoy ha ganado el equipo», repetía, añadiendo que se enfrentaban a un rival «difícil, especialmente por los extremos». «El equipo ha trabajado muy bien y hemos sabido generar peligro», comentaba.

En el once titular del Real Murcia aparecían dos futbolistas poco habituales. Manu Pedreño se estrenaba como titular, jugando en una banda derecha en la que eran baja Rueda y Mario Sánchez. Por su parte, Arnau Ortiz volvía a tener una oportunidad en el extremo izquierdo. Tras el partido, Mario Simón destacaba la «aportación» ambos. «Han estado al nivel del resto del equipo», decía. Aunque les hizo un guiño al considerar que «por su juventud y por no tener continuidad, hay que elevarles la nota».

«Manu ya había jugado en esa posición y ha cumplido, ha defendido al mejor extremo de la categoría y lo ha hecho con nota», comentaba sobre el central, mientras que del atacante decía que «quiere ser protagonista y lo está demostrando».

Después de dos jornadas sin ganar, Mario Simón comentaba que este triunfo «tiene que ser un punto de inflexión. Tenemos que conseguir continuidad a partir de ahora».

También pidió paciencia el entrenador, por lo «complicado e igualado» que está todo. «Hay que saber que la tranquilidad va a ser la base fundamental de la temporada. Entendemos la ambición del club, pero también hay que tener claros los condicionantes». «A partir de ahí tocará crecer e ilusionar a la gente», pidiendo a la afición que les ayude en el choque del próximo domingo ante el Osasuna Promesas.

Por último, Mario Simón tuvo elogios para el trabajo de Pedro León, que ayer abría el camino de la victoria y que ya suma cinco goles. «Nos está demostrando sobre todo humildad y trabajo diario. Quiere hacerlo todo y por eso es muy querido en el vestuario. Es uno más en todo y genera admiración en sus compañeros».