Un año después de su aterrizaje en el Real Murcia, Agustín Ramos afronta su primer verano con plenos poderes. Tras llegar al club en mayo de 2021, convertirse en presidente a finales de junio y apartar al KBusiness en diciembre, la temporada 2022-2023 será la primera que el empresario de Abarán tendrá plenos poderes para decidir desde el minuto 1.
Y aunque ahora mismo todas las miradas de Ramos están en la renovación de Mario Simón y en perfilar los primeros detalles de la plantilla que jugará en Primera RFEF, el máximo responsable del Real Murcia también quiere mirar abajo, a la cantera, con el fin de potenciar una sección que siempre ha sido un pilar básico para la entidad pero que en los últimos años importancia dados los múltiples problemas económicos.
Con vistas a la próxima campaña, José Mapeka, que aterrizaba en el club a la vez que Agustín Ramos y que en este curso ya acabado ha estado al frente de un equipo de División de Honor que ha coqueteado con el descenso, cambiará de tarea. Dejará el banquillo para ponerse al frente de la Factoría Grana, siendo el responsable de las bases, un puesto que desde mayo de 2019 estaba en manos de Tomy López.
Después de varias campañas en las que el Real Murcia ha ido perdiendo el protagonismo que siempre ha tenido en el fútbol base, y en un momento en el que los granas no pueden luchar por retener a futbolistas de proyección con ofertas de otros equipos, en las oficinas de Nueva Condomina quieren empezar a cambiar el guion, potenciando la Factoría Grana.
De hecho, en el club ya están trabajando para llevar a cabo una especie de convivencia en la que participen todos los padres de los jugadores de las bases, en esa reunión irán interviniendo desde el presidente hasta el coordinador, técnicos, nutricionistas, psicólogos, preparadores físicos... para ir explicando el día a día del club y cuáles son los objetivos para esta campaña.
