El tenista murciano Carlos Alcaraz ha sido el invitado del programa de Antena El Hormiguero, que presenta y dirige el periodista valenciano Pablo Motos. En una entrevista simpática y amena, donde se ha mostrado con mucha naturalidad, ha desvelado algunos de sus rasgos más personales.

“No me considero famoso”, ha empezado diciendo, para añadir que “mi amigos, cuando me reconocen por la calle, se descojonan algunas veces de mí”, al margen de apuntar que en algunas ocasiones lo han utilizado para ligar.

Su facilidad para dormir -“pongo una toalla en el suelo y me puedo dormir”- y los problemas físicos que sufrió el pasado domingo, antes de la final del Trofeo Conde de Godó, también han salido a relucir en el programa: “El domingo me levanté con el pie izquierdo. Me caí por las escaleras y me hice daño en el sóleo. Fue un resbalón. Al final salí a la pista y con la adrenalina del partido lo superé”. Después entre la semifinal, que fue maratoniana, y la final, “dormí una siesta de media hora y comí algo”, pero antes “hice entre 15 y 20 minutos de bicicleta, que es algo que hago tras todos los partidos, para soltar los músculos”. Y después de la final y del tradicional baño en la piscina del Real Club de Tenis de Barcelona “salí un poquito con los amigos”.

La relación con sus padres

Carlos Alcaraz también habló de la relación con sus padres, Carlos y Verónica. “Ellos son los que me llevan el dinero y demás”. Pablo Motos le ha preguntado también se aún les tiene que pedir permiso para gastarlo, a lo que el tenista ha respondido que “como soy muy aficionado al golf, para comprar palos y todo lo relativo a este deporte, no les pido permiso, pero un coche bueno sí que lo estoy luchando”. Y es que el objetivo del jugador de El Palmar este año 2022 era sacarse el carné, “que lo ha conseguido hace dos meses y no daba un duro por mí”.

Para los asuntos económicos tiene que pedirle permiso a su padre, pero para salir es su madre quien manda. “No tengo hora como tal para llegar a casa, pero siempre me dicen que no llegue tarde, que si no, hay problemas”, dice, para añadir que “mis padres, por más que intente no hacer ruido al llegar a casa, siempre me pillan”.

Carlos Alcaraz, durante la entrevista en El Hormiguero

Tampoco ha ocultado que, como cualquier joven, “me he emborrachado alguna vez, me he puesto contentillo”, y que su bebida favorita es “ginebra con limón”. De hecho, considera que “no he perdido nada por ser tenista. No he podido salir de fiesta como mis amigos, pero por todo lo demás, no he perdido nada. Y cuando voy a mi casa en El Palmar, soy un chico normal y corriente”.

Las comparaciones con Rafa Nadal también han salido a relucir. “Me lo voy tomando de formar más normal, pero si te comparan con Rafa es porque haces las cosas bien. Otra parte es que te estás echando piedras en tu mochila, pero piedra que me echan, piedra que tiro”. Y al igual que el campeón mallorquín, no ha ocultado que tiene sus manías: “Por ejemplo, cuando llego a un torneo siempre intento repetir las cosas que me han ido bien. Intento ducharme siempre en la misma ducha y siempre intento dejar la bolsa en el mismo sitio del vestuario”. De igual modo, antes de servir cada punto dice que coge “cuatro bolas porque es parte de la concentración y siempre intento elegir las más nuevas, que es algo que se nota en el pelo, porque son más rápidas”.

La alimentación es un punto vital en cada deportista. “La noche de antes tomo arroz y pescado y antes de un partido, una hora y media, me tomo una pasta con crema de cacao con dátiles y aceite de oliva para tener energía”, ha dicho sobre sus costumbres alimenticias.

Con 15 años era bastante complicado, era y soy bastante cabezón, pero antes era súper desordenado, aunque lo soy un poco. Antes me cabreaba, no controlaba bien mis emociones”, ha dicho sobre los avances que ha experimentado desde que con 15 años Juan Carlos Ferrero, quien también estaba en el plató de Antena 3, se convirtió en su entrenador.