No pudo ser. El UCAM Murcia no pudo seguir con paso firme en su el 2022 y cedió su primera derrota del año ante un Castellón que fue superior en líneas generales e hizo valer un solitario gol a la hora de partido de Koné. Apenas pudo llegar en los noventa minutos el equipo universitario a la portería local y lo pagó caro. El Castellón, un puntito por encima durante todo el partido, aprovechó una de sus contadas ocasiones para llevarse la victoria y seguir peleando por lo más alto, mientras que el UCAM vuelve a los puestos de descenso.

El UCAM Murcia tenía la oportunidad de dar un golpe sobre la mesa. Quería seguir invicto en lo que llevamos de 2022, donde acumulaba dos victorias y un empate en sus tres partidos disputados previamente. Tenía enfrente al Castellón, un rival duro que también está en un buen momento de forma este año y que encima, juega con la baza de la tranquilidad que da estar en posiciones de play off.

Y con esa tranquilidad salió el Castellón al terreno de juego. Salió mucho mejor que el conjunto universitario. Más sentado, mejor estructurado y ocupando mejor los espacios que un UCAM Murcia mal plantado en el césped. Se mostraba nervioso en el área técnica Juan Maraver, el segundo entrenador universitario, que ocupó el puesto de Salva Ballesta, sancionado con dos encuentros tras ser expulsado ante el Linense.

Con cinco cambios respecto al partido ante la Balona salió el equipo universitario, pero no le salió bien la jugada. En portería volvió a estar Biel Ribas; en línea de cuatro, Farrando sustituyó a Tekio en la banda derecha, Josete, Charlie Dean, Chacartegui; en el medio, Corbalán y Fullana; en los extremos, Liberto y Xemi; en la mediapunta apareció Alberto Fernández y Rubén Mesa, en punta de ataque.

Empezó muy perdido el UCAM Murcia en Castalia y estuvo desaparecido en gran parte de la primera mitad, aunque es cierto que fue de menos a más. La alta presión del Castellón puso en serios problemas a los murcianos, que apenas podían dar tres pases seguidos. Sin embargo, la más clara de la primera mitad, la tuvo Alberto Fernández, con un disparo tras deshacerse de su marcador con un recorte. Le salió demasiado centrado y lo paró Campos, que minutos después tuvo que ser sustituido con molestias.

Tuvo el dominio del esférico el Castellón, pero fue un dominio estéril. Llegaban los locales, sobre todo por bandas, pero sin sufrir en demasía. Cubillas puso en aprietos en un par de jugadas a Charlie y Josete, pero nada sin mucha importancia.

El Castellón mete una marcha tras el descanso

A los dos entrenadores no les estaba gustando lo que se estaba viendo en la primera parte, por lo que los dos decidieron hacer cambios tras el descanso. Juan Maraver decidió quitar a Liberto para meter a Moyita y Escobar sustituyó al yeclano Juanto Ortuño por Dani Torres. Salió con más intensidad el conjunto albinegro tras el descanso y se encontró con el premio en una situación que llevaban provocando durante todo el partido. Carles Salvador robó en zona de tres cuartos, condujo hacia la portería y habilitó con un pase entre líneas un balón para Koné, que hizo el 1-0 tras regatear a Biel Ribas. Dio la sensación de que Farrando pudo hacer más, que cerró mal y dejó mucho hueco tras la pérdida.

Restaba media hora de partido, pero lo cierto es que el Castellón estaba algo mejor en casi todas las facetas del partido. Sacó orgullo el UCAM Murcia, no se vino abajo e intentó mandar en el partido, pero sin éxito. Lo consiguió en tramos demasiado cortos que no sirvieron para certificar un dominio lo suficientemente importante como para poder hacer daño.

En los últimos diez minutos de partido, sí que consiguió hacer retroceder un poco a los de Castellón y tuvo una ocasión que podría haber significado el empate. Chacartegui cazó un centro desde la derecha y su disparo, muy cerca del área pequeña, fue repelido por la zaga local.

Finalmente, lo intentó el UCAM Murcia con más corazón que cabeza, pero no pudo conseguir el empate y cedió ante un Castellón, que sin hacer un gran partido, fue más sólido y aprovechó su oportunidad. Paso atrás de los universitarios, que se vuelven a meter en puestos de descenso.