Cuando Salva Ballesta llegó al banquillo del UCAM Murcia, todos coincidían en que era necesario un cambio. Que el discurso de Salmerón, por muy bueno que fuera, ya no estaba calando en este grupo de jugadores. Fue entonces cuando Pedro Reverte, director deportivo del club, decidió apostar por la mano dura de Salva Ballesta. Como jugador, ya demostró que tenía agallas, que le llevaron a ser internacional, pero como entrenador, solamente le avalaba una temporada con el Algeciras, equipo con el que consiguió ascender a Primera RFEF. Y sin conseguir ningún milagro, pues el objetivo, desde principio de temporada, era ese para los algecireños.

Todos coincidían en que era necesario un cambio, pero el sustituto generaba dudas. Unas dudas que despejó con una gran puesta en escena en su debut ante el Gimnàstic, donde el equipo logró recuperar parte de su identidad. Sin embargo, después de esa ilusión inicial, el equipo ha seguido la misma línea que con Salmerón -salvando la victoria contra el Algeciras- y no está cumpliendo las expectativas. Tan solo una victoria en seis partidos -contando la eliminación ante el Dépor en Copa del Rey- son los pobres guarismos de Salva desde que llegó al UCAM Murcia. En ciertos aspectos del juego sí se ha visto mejoría, pero como él suele decir cada vez que puede, si no se gana el domingo, da igual todo lo demás. Y eso es lo que está pasando. Solamente ha conseguido cuatro puntos de quince posibles en liga con seis goles a favor y nueve en contra. Más la eliminación copera. Salmerón consiguió doce de treinta y tres. Números que por sí solos hacen que la afición se esté empezando a impacientar con el equipo.

Ayer, un Albacete más comedido de lo normal, no tuvo que emplearse a fondo para superar a un UCAM Murcia que fue de menos a más. La sensación que dejó el partido fue la de que cada vez que el Albacete pisara el acelerador, podía romper el partido. Calidad tiene para ello, todo hay que decirlo. Y es que el delantero suplente de los manchegos, Jordi Sánchez, era una de las primeras opciones del UCAM, que no pudo retenerlo por la cantidad que exigía.

En La Condomina se vio a un equipo más hecho que el UCAM y con ganas de asaltar el liderato, aprovechando el tropezón del Atlético Baleares. La ilusión por el liderato pudo más que la ambición por salir del pozo. La puesta en escena del Albacete, arengados constantemente por los suyos, fue bastante buena. En los primeros diez minutos metieron al UCAM Murcia en su área y tuvieron varias llegadas. Con el paso de los minutos, los universitarios fueron parando el ritmo altísimo del juego. E hicieron bien, porque a través del balón, consiguieron inutilizar los sistemas del Albacete momentáneamente.

Lo intentaba el UCAM Murcia con la posesión en sus dominios, pero cuando intentaba superar las líneas de presión, el Albacete les arrebata las posibilidades de hacer daño. A la media hora de partido, el jarro de agua fría iba a llegar para el equipo murciano. Disparó Sergi García desde el flanco izquierdo después de recortar varias veces, la paró Biel Ribas, que la dejó muerta en el área, y fue Rubén el que estuvo más listo para anticiparse a todos y poner el 0-1.

La ley del ‘ex’ entra en escena

A partir del gol, el UCAM Murcia iba a hacerse con la posesión. Pero con una posesión inerte que apenas hacía daño al rival. Solamente Josema, de vez en cuando, encontraba alguna línea por dónde entrar.

El UCAM Murcia mejoró en la segunda parte. Tuvo ocasiones para empatar, pero no lo consiguió. Mejoró, pero no fue suficiente para un Albacete cómodo que cerraba muy bien su área. La sentencia definitiva la iba a poner Jordi Sánchez, ex del UCAM, con el 0-2 en el minuto 80. Solo Liberto, ex del Albacete, que acababa de salir, pudo recortar distancias cinco minutos después. Pero no sirvió para nada. Porque el UCAM Murcia perdió. Y eso, en las últimas semanas, ha dejado de ser noticia. Con cada semana que pasa, se ve cada vez más claro que toca una temporada para sufrir y no para disfrutar.

"Estoy jodido, pero convencido de que vamos a conseguir el objetivo"

Salva Ballesta se mostró autocrítico con ciertos aspectos del juego de su equipo, pero a la vez que se mostró contento por la valentía de sus jugadores ante el flamante líder del grupo. «Estoy jodido por no poder sumar, pero estoy convencido de que el objetivo se va a cumplir seguro. Tiene un coste de tiempo, pero lo tengo clarísimo», decía el técnico.

Valoró el partido de forma positiva, salvo el comienzo, donde sí admitió la superioridad del Albacete. «El partido empezó con un dominio de balón por parte del Albacete, pero sin ocasiones claras de gol. A partir de ahí, creo que mejoramos a partir de una presión muy alta. Cuando el partido lo teníamos encauzado viene el gol. Es lo que ocurre con estas dinámicas», admitía.

«La segunda parte, prácticamente igual. Hemos tenido el control del partido. El equipo intenta ir al ataque. Y se hace y se llega, pero hay que intentar finalizar y no encajar por desajustes nuestros», lamentaba.

Una de las grandes alegrías fue Moyita, que volvía tras su lesión. Y lo hizo jugando más de lo previsto. «Moyita estaba planeado que jugara diez minutos, pero el tío ha dicho que adelante. El UCAM tiene mucha suerte de contar con un jugador así».

Se mostró dolido con el resultado adverso y con la mala dinámica, algo que confía en cambiar con el tiempo. «Estamos intentando cambiar prácticamente todo. Eso no se consigue fácil», afirmaba.

Sobre el mercado de fichajes, no quiso mojarse y dejó el peso de la responsabilidad en Pedro Reverte.