«Dos triunfos y todo cambiará». Algo así dijo Mario Simón el pasado viernes, antes de la visita al campo del Puertollano. Pues ya tiene el técnico grana la primera de las dos victorias que considera que engancharían al Real Murcia a los puestos de play off. La segunda tendrá que llegar el próximo domingo frente al Melilla en Nueva Condomina.

Sobre el papel, hay muchas probabilidades de conseguirlo. Jugarán los murcianistas con el apoyo de sus aficionados. No solo eso. Lo harán en un estadio en el que este curso han sumado once puntos, siendo el cuarto mejor local del Grupo V. Y, además, el Melilla es un mal visitante, consiguiendo solo ocho de 18 puntos disputados.

Pero para el Real Murcia las cosas fáciles no existen, sobre todo si el reto es conseguir dos victorias consecutivas. Ya se ha demostrado esta campaña, en la que los de Mario Simón han desperdiciado hasta cuatro ocasiones de encadenar dos triunfos. No lo hicieron tras ganar al Marchamalo, empatando contra el Recreativo Granada una semana después; como tampoco lo lograron después de imponerse al Intercity, el Alzira y La Nucía. Las derrotas contra el Mar Menor y el Eldense y el 0-0 en Socuéllamos lo evitaron.

No encuentra Mario Simón la fórmula para alcanzar esa regularidad que permitiría bailar en la zona de play off. Sin embargo, esta misión imposible no es algo nueva. Se viene repitiendo una y otra vez desde el inicio de la temporada 2019, hasta el punto de convertirse en una auténtica maldición.

Da igual las veces que los aficionados saquen la calculadora y se ilusionen con lograr una segunda victoria consecutiva, da igual porque a la semana siguiente viene la decepción. De las 28 ocasiones que se ha presentado la oportunidad, solo en cinco se ha hecho realidad. Las restantes acabaron en fracaso.

Esa maldición comenzó en la temporada 2018-2019. Y eso que en las jornadas 5 y 6 se ganó al Ibiza (1-0) y a El Ejido (0-2). Pero esa regularidad durante dos semanas fue un espejismo. Solo se logró una vez más gracias a los triunfos ante el Almería B (1-3) y el Atlético Malagueño (2-0). Porque las otras siete veces que se presentó esa oportunidad acabaron en saco roto.

Las cosas no mejoraron en la campaña 2019-2020, que siempre será recordada por verse afectada por el coronavirus, siendo suspendida definitivamente en la jornada 28. En un curso más corto de la cuenta, la irregularidad volvió a ser la nota predominante. Se necesitaron hasta cinco jornadas para lograr el primer triunfo. La derrota del Talavera (1-2) y la goleada al Villarrobledo (3-0) abrió paso a la ilusión.

Nada más lejos de la realidad. En las jornadas siguientes se fue dando una de cal y otra de arena. Cada victoria era acompañada de un mal resultado, lo que impedía crecer en la clasificación. Hasta cinco ocasiones se desperdiciaron de encadenar dos triunfos. Solo se logró una vez más, fue en las jornadas 20 y 21, tras vencer al Cádiz B (3-1) y al Algeciras (0-1).

La experiencia acumulada no le valió para nada a Adrián Hernández, que a la temporada siguiente no fue capaz de lograr ni una vez dos triunfos seguidos, siendo despedido en el mes de febrero.

Los aficionados granas, que vieron como se desperdiciaron hasta cinco balas, solo pudieron celebrar la consecución de dos victorias en las dos últimas jornadas ligueras. Con Loreto en el banquillo se ganó al Cádiz B (0-1) y al Tamaraceite (2-1), pero de nada sirvió porque el Real Murcia ya estaba descendido a Segunda RFEF.

No fue esa la gota que colmó el vaso. La pesadilla se ha alargado hasta la actual campaña. Los de Mario Simón todavía no saben lo que es ganar dos partidos seguidos. Y eso que la oportunidad se ha presentado ya hasta en cuatro ocasiones. Se ganó al Marchamalo, pero se empató en Granada. Luego se venció al Intercity, sin embargo se pinchó en la visita al Mar Menor. La historia se repitió cuando tras el 1-0 al Alzira llegó el 0-0 en Socuéllamos y cuando a la remontada en La Nucía (1-2) le sucedió el fiasco en casa con el Eldense (1-2).

Ya ha malgastado Mario Simón cuatro balas de un revolver al que le quedan ya pocos casquetes. La quinta la usará el próximo domingo. Será durante el encuentro contra el Melilla en Nueva Condomina, choque que llega justo después de la victoria en Puertollano.

El 1-2 de ese domingo daba un respiro a un equipo que vivía en una situación crítica. Ese triunfo deberá ser confirmado con tres nuevos puntos el próximo domingo, y para ello, Mario Simón tendrá que sobreponerse a la maldición que rodea a los granas desde hace varias temporadas y que se ha agravado en este inicio liguero.

Julio Gracia, baja por sanción ante los melillenses

El Real Murcia tendrá una baja confirmada para el partido del próximo domingo ante el Melilla. Mario Simón no podrá contar con Julio Gracia por sanción. El centrocampista andaluz, autor de uno de los goles de la victoria de este pasado domingo, vio ante el Puertollano la quinta tarjeta amarilla y tendrá que cumplir un partido de castigo.

La baja del ‘15’ grana es un contratiempo para Mario Simón, que tendrá que dar una vuelta a su centro del campo. Lo más lógico sería apostar por Javi Saura, que solo ha sido titular en un partido, el de la primera jornada. El murciano ya ocupó el sitio de Gracia ante el El Ejido, cuando el andaluz se tenía que retirar lesionado en la primera parte.

Por otro lado, Simón está pendiente de la evolución de Dani García, quien se ha perdido los dos últimos choques por unas molestias.