Polémica en el Europeo de hockey sobre patines, que se celebra en Paredes (Portugal). España luchará este sábado (21.00 horas. TDP) por revalidar su corona continental contra Francia, a la que ha derrotado este viernes en la última jornada de la liguilla. El 1-3 final ha condenado matemáticamente a Portugal a la lucha por el bronce, independientemente de los goles que pueda anotar ante Andorra en el último partido. El resultado valía tanto a España como a Francia para estar en la final de este sábado y ni los insultos del público luso, que denunciaba un 'biscotto', ni los avisos de los árbitros respecto a su pasividad en los minutos finales han evitado que el marcador se moviera.

España perdió el jueves contra Portugal pese a ir ganando por dos goles a tres minutos de final. Los campeones del mundo le dieron la vuelta al marcador con dos tantos a 49 y a 13 segundos del final. Esa derrota dejaba las cuentas claras para España: para pasar a la final, debía derrotar a Francia. Cualquier otro resultado, le condenaba a luchar por el bronce.

Triple empate

Pero Portugal no las tenía todas consigo. Dos días antes se dejó sorprender por Francia, que la derrotó por 5-3 y puso patas arriba la clasificación (juegan el Europeo seis selecciones en una liguilla; las dos primeras luchan por el oro y la tercera y la cuarta por el bronce). Aun dando por hecho que Portugal golearía a Andorra, en un triple empate solo se tendrían en cuenta los enfrentamientos directos, así que los galos sabían que, perdiendo por solo uno o dos goles, tenía asegurada la final.

La selección de Guillem Cabestany, que se estrena en este torneo, encarriló pronto el partido. El azulgrana Sergi Panadero abrió el marcador a los cinco minutos y la conexión 'lisboeta' de Ferran Font y Toni Pérez, jugadores del Benfica, encauzó la victoria en el 16. El choque parecía controlado, pero un penalti convertido por Carlo Di Benedetto lo pudo complicar. Otro gol francés, y la final se esfumaría para España. Por suerte, un contrataque resuelto por Ignasi Alabart volvió a dar tranquilidad a 'la Roja' y a poner la mosca detrás de la oreja del público portugués.

A por el 18º título

España no parecía estar dispuesta a correr riesgos y a Francia, que iba perdiendo, ya le iba bien el marcador. El público empezó a protestar y los árbitros acabaron señalando pasividad de ambos equipos en los minutos finales, pero la suerte de la anfitriona (y campeona del mundo) estaba echada. España irá este sábado a por su 18º Europeo contra el mismo rival de este viernes, dispuesta a recortar distancias con Portugal (21 títulos).