El UCAM Murcia ha comenzado el curso tambaleándose. Los de José María Salmerón, entrenador universitario, se han mostrado en estas ocho semanas de liga como un conjunto muy blando y poco compacto que no ha conseguido mantener un buen nivel durante un partido completo. Una situación de irregularidad que ha hecho que el equipo se apague, sobre todo en las segundas partes.

José María Salmerón, al contrario que pasó la temporada pasada, no ha conseguido dar con la tecla del equipo y solo han sumado ocho puntos que les tiene casi en puestos de descenso y cada vez más alejado de los puestos nobles de la tabla. No hay puesto que no esté en entredicho en el inicio de la liga. La delantera no está dando ni los goles ni la verticalidad que se esperaba. Los extremos y los centrocampistas están apagados y, la defensa, por muy sorprendente que parezca en un equipo de Salmerón, la defensa está haciendo aguas. Diez goles ha encajado ya el UCAM Murcia en las ocho primeras jornadas, lo que equivale a 1,25 goles por partido. Y tan solo ha conseguido mantener la portería a cero en una ocasión. Un UCAM irreconocible que, si bien destacaba por su solidaridad defensiva, ya no queda rastro de ello.

Pero detrás de todos los goles en contra del UCAM Murcia, hay un dato curioso y significativo: nueve de los diez goles encajados (90 %) han sido en la segunda parte. Un dato que señala directamente al apartado físico del equipo y a las pocas soluciones que está encontrando Salmerón en el tramo decisivo de los partidos. Una realidad estadística que demuestra que el equipo decae tras el descanso. En el debut ante el Costa Brava, los universitarios encajaron el gol que les arrebata la victoria en el minuto 82. Ante el Betis Deportivo, el verdugo fue Lara en el 47. En el empate ante el Andorra, fue Nieto el que igualó la contienda en el 58. Ante el Linense, ambos goles llegaron en la segunda mitad, en el 51 por parte de Oliva y en el 86, de Dorrio. En la última derrota en casa, ante el Castellón, fue Ruiz en el 56 el que dio el golpe definitivo. Y, por último, en el último descalabro en Alcoy, el UCAM también encajó los tres goles en la segunda mitad (47, 60 y 77) tras irse al descanso con empate a cero. Las únicas excepciones en esta regla fueron los partidos ante el Castilla, en el que no encajaron ningún gol, y ante el Linares, que metió el gol en el minuto cuatro, el único gol que ha encajado hasta el momento el UCAM Murcia en la primera parte. Curiosamente, coincide también con las únicas dos victorias que han conseguido los murcianos.

Otro dato negativo que expone al UCAM tras el descanso es que, los universitarios han encajado seis goles (60%) entre el minuto 45 y el 60. Un claro indicador de que el equipo no sale con la intensidad que debería salir tras volver de los vestuarios. Está teniendo muchos problemas defensivos el UCAM Murcia que no dejan despegar a un equipo que se va hundiendo cada vez más y que le ha hecho entrar en una dinámica de cuatro partidos seguidos sin ganar. Un problema que va más allá de la ausencia de Charlie Dean y que, de no encontrar una solución temprana, hará que se tomen medidas. Ante el Sevilla Atlético, colista del grupo, Salmerón se encuentra con su primer ‘match ball’, ya que solo vale ganar después del desastre ante el Alcoyano.