Tras mes y medio del inicio de temporada en La Constitución, con interesantes partidos de liga y emocionantes encuentros de Copa, la tercera división hizo, por fin, ‘acto de presencia’ en el vetusto campo azulgrana con uno de esos muchos duelos grises que se ven a lo largo de las campañas en la categoría (2-0).

En la terna dos equipos desgastados física y mentalmente. El Yeclano por sus repentinas derrotas ante Cartagena B y Xerez, además del grave diagnóstico de la lesión de su capitán Riquelme, y Los Garres por su nefasto arranque de temporada.

Gabri Clemente abrió el marcador a los ocho minutos, interrumpiendo el homenaje de la Curva Bar en el minuto del dorsal de Riquelme. Fue en el primer córner del partido, rematando en el segundo palo a placer. El gol dio algo más de confianza a los de Adrián Hernández, pero no la suficiente como para haber encarrilado el partido antes del descanso, y no fue por falta de ocasiones.

El ritmo y las inseguridades mutuas eran tales que fue un suplicio aguantar hasta el pitido para ir a vestuarios. Faltaba el engranaje que une la parcela de equilibro con la de ataque, inexistente por errores absurdos, situaciones muy estáticas y carencia de esa frescura que ha enganchado a la afición de primeras. La forma de perfilarse hacia atrás cada vez que se recibía en la medular era el mejor indicador del pánico por no superar la expectativa y la fatiga colectiva.

El partido se iba a sentenciar con la introducción de quien diera ese punto de desparpajo que fuera capaz de sobresalir de la mediocridad reinante. Y esta vez fue un Luispa que va cada vez va más. Qué especial marcar su primer gol en La Constitución siendo determinante. Se asoció muy bien con Pau entrando desde la banda. Realizó una muy buena pared para dentro del área acomodársela a la zurda para golpearla con el alma, clavando la bola en el palo largo de Buba.