Recurriendo al tópico, ni los más viejos del lugar recuerdan una temporada tan nefasta en el fútbol de Lorca. El 2021 pasará a la peor lista, por ser un año negro, negrísimo, en los más de 120 años de historia reconocida e ilustrada en los archivos Municipales del balompié lorquino.

Hace tan solo poco más de tres años, Lorca contaba con un equipo en el fútbol profesional, el Lorca FC; otro en Segunda B, el Lorca Deportiva; un juvenil en la máxima categoría, la División de Honor, el Lorca CFB; y otro en la segunda categoría del fútbol femenino, el Lorca Féminas.

1.100 días después, el fútbol en Lorca se ha quedado hecho un solar, literalmente, pese a contar con un estadio que alberga a más de 8.000 espectadores, el Artés Carrasco, cinco campos de césped artificial, el Juan Casuco, Paco El Lomas, Litín Aragón, Los Tollos y Alfonso Embarre, y tres más de césped natural, el José Miñarro, el anexo de fútbol ocho y la pradera de la pista de atletismo del Polideportivo Antonio Vidal.

Algo más de tres años después, el Lorca Deportiva que ascendió a Segunda B, siendo presidente Hugo Issa, ha vuelto a la Tercera División y todavía no se sabe quién será el dirigente de este club, aunque todo apunta a que el argentino va a seguir.

El Lorca FC fue comprado por el chino Xu Gembao por casi un millón de euros a los hoyeros Luis Jiménez, Manolo Molina y Paco Mula; y después, vendido a Roberto Torres por un euro y con una deuda de 700.000 que el citado mandatario no ha resuelto aunque fue a lo que se comprometió. El Lorca FC ha descendido a Territorial Preferente tras un ridículo espantoso esta campaña en Tercera. Tres entrenadores y más de sesenta jugadores, y todo para ganar un solo encuentro en toda la liga.

El Lorca Féminas, desde que Mayte Martínez dejó la presidencia a María José Reinaldos, ahora también dimitida, ha ido de mal en peor. Está a punto de descender y, lo peor de todo, está cerca de desaparecer con casi 90.000 euros de deuda. La escuela de niñas y el filial han ido a la basura. Hace justo diez años que nació este club femenino, el cual se ha quedado en nada. Impagos, denuncias, etc. Una pena.

El Lorca CFB es una entidad independiente que tiene casi mil niños desde la escuela hasta el juvenil de División de Honor y que ha cumplido once años de vida. Este, tras tres en la máxima categoría del fútbol juvenil, regresa a la Liga Nacional. También ha descendido.

En esos 120 años de historia futbolística en la Ciudad del Sol, solo Juan Casuco (Real Zaragoza), Manolo Embarre (Córdoba), Juan Moya (Real Murcia), Diego Soler (Real Murcia) y Juan Hernández (Celta) han jugado en Primera División. Un bagaje muy pobre ya que cada año, casi dos mil jóvenes son los que mueven los cuatro clubes de fútbol base de Lorca, el citado Lorca CFB, Cantera Lorca Deportiva, Peña Madridista y San Cristóbal.

Todo hasta que un padre se cabree y funde otro club para que juegue su hijo, una filosofía muy común en la Ciudad de los Cien Escudos, donde el legado de Alfonso X, su conquistador hace ocho siglos, no reflejaba la unión entre sus gentes. Quizá por eso no hay manera de que el fútbol lorquino aúne esfuerzos.

El alcalde, Diego José Mateos, tiene esa asignatura pendiente, es lo que quiere y lo va a seguir intentando. ¿Esfuerzo baldío? Pronto se irá viendo.