Real Murcia

Una pasarela de modelos que no tiene fin

De los dos años de Aira compaginando tareas a varias temporadas dando tumbos

Una pasarela de modelos que no tiene fin | JUAN CABALLERO

Una pasarela de modelos que no tiene fin | JUAN CABALLERO / ángela moreno

Ángela Moreno

Ángela Moreno

A principios de este mes de abril, el despacho de director deportivo del Real Murcia se quedaba vacío. Su último inquilino, Julio Algar, era invitado a abandonar el cargo incluso antes de acabar la temporada por la nefasta trayectoria deportiva de un equipo que va a acabar en tercera división. Nada más confirmarse la salida del madrileño, el consejo de administración se puso a trabajar para contratar a la persona que coja el timón y empiece ya a planificar las cosas para el próximo curso. De momento, no hay novedades. Muchos nombres sobre la mesa, muchos modelos diferentes, pero pocas ideas, y es que Francisco Tornel y sus consejeros no se ponen de acuerdo.

No es nuevo ese caos en los despachos. Aunque es habitual desde que el KBusiness llegó, ya llevaba instalado desde algún tiempo antes. Las amistades pesan más que los méritos y la profesionalidad, tal y como se ha visto en la elección de los últimos cinco directores deportivos. Deseado Flores encabeza la lista de los intrusos. En diciembre de 2016 forzaba la salida de Guillermo Fernández Romo para, con Raúl Moro al frente del consejo de administración, jugar al PC Fútbol. Hostelero de profesión, Flores no dudaba en probar suerte en la planificación deportiva.

Alguna experiencia más tenía Toni Hernández, sin embargo el valenciano, que asumió el cargo en abril de 2018, se dedicaba inicialmente al periodismo, dando el salto a los despachos de un club de fútbol primero con el Huracán Valencia y luego con el Sabadell, donde aprovechó su amistad con el dueño del club catalán. Fue Víctor Gálvez el que confió en Hernández, y lo hizo pese a que ya había dado su palabra a Óscar Sánchez. Se quedaba el murciano sin cargo y llegaba el valenciano después de que el dueño de Hummel convenciera al responsable murcianista.

No acaba ahí la cosa. Y es que ocho temporadas seguidas en Segunda B para el Real Murcia han dado para mucho. Seis directores deportivos han pasado por el club y otros tantos modelos, para al final caer a Tercera División. Fue en 2014 cuando los murcianistas descendían administrativamente. Con el Chuti Molina tomando la puerta de salida, Jesús Samper decidía dejar vacante el puesto de director deportivo para apostar por el conocimiento de un José Manuel Aira que durante dos campañas compaginó el banquillo con la planificación de la plantilla, dejándose asesorar también por los profesionales que formaban parte de la estructura técnica del Real Murcia.

Dos años después, sin ascenso y sin Jesús Samper en el club, el Real Murcia decidía que era necesario fichar a un director deportivo. El elegido fue Guillermo Fernández Romo, que confeccionó una plantilla con apenas 500.000 euros de presupuesto pero que tenía la exigencia de ascender. No pudo el madrileño llegar al final de temporada. En diciembre ya había salido corriendo. El cambio de consejo de administración, debido a la entrada de Raúl Moro, cortaba otro proyecto a medias. El extremeño no necesitaba a Romo porque traía a su lado a un Deseado Flores que, tras su paso por el FC Cartagena, se hizo un ‘Paco Belmonte’ y asumió todas las tareas de la dirección deportiva, poniendo patas arriba una plantilla que dejó de ser low cost.

El ‘juguete’ le duró al albaceteño un año. En enero de 2018, Mauricio García de la Vega se hacía cargo de la gestión de la entidad tras llegar a un acuerdo con Raúl Moro, y el mexicano vino acompañado de su propio director de fútbol, Pedro Gómez Carmona. Apenas tuvo tiempo el vitoriano de acomodarse en el despacho, porque el lío institucional se lo llevó por delante. En marzo era despedido por Deseado Flores y Miguel Martínez, atrincherados en Nueva Condomina.

De Gómez Carmona pasamos rápidamente a Toni Hernández, cuarto director deportivo en apenas un año y medio. El periodista valenciano se ganaba la confianza de Víctor Gálvez, convirtiéndose en el jefe supremo del Real Murcia y confeccionando una plantilla de lujo a la que en septiembre ya no se le podía pagar. Salió por la gatera en noviembre de ese mismo año casi a la vez que Víctor Gálvez.

Un puesto de lo más goloso

Parecía que la llegada de Parmu iba a cambiar las cosas, pero pronto se vio que hay puestos muy golosos, y el de director deportivo es uno. Intentaron hacer las cosas bien los de la plataforma. Eligiendo varios candidatos fueron reuniéndose con ellos para después someter la contratación a votación. El ganador fue Julio Algar, aunque su nombramiento no se llegó a anunciar porque Pedro Cordero tiró de amistades, entre ellas Quique Pina, para conseguir que Francisco Tornel le enchufara en Nueva Condomina. No pesó para nada su fracaso rotundo en el Lorca Deportiva. El ya máximo accionista convenció a algunos de sus aliados para que cambiasen su voto, y así el cartagenero derrotó a Algar finalmente.

Tres meses aguantó Cordero, que a finales de febrero anunciaba su marcha por desavenencias con el KBusiness, que ya había apartado a PARMU para hacerse con el control absoluto. Solo unas semanas después aterrizaba un Julio Algar. El madrileño asumió las funciones de entrenador para al final de esa campaña centrarse en la dirección deportiva.

Mauricio aterriza en el club con una persona de su confianza. Gómez Carmona se convierte en director de fútbol. Solo dura tres meses.

La etapa ‘Fernández Romo’ dura seis meses. Con la llegada de Raúl Moro, la dirección deportiva queda en manos de Deseado Flores.

Tras dos temporadas sin ascenso, el Real Murcia cambia de modelo y apuesta por contratar a un profesional, en este caso Fernández Romo.

Tras el descenso administrativo y la salida del Chuti, el Real Murcia decide que Aira compagine el banquillo con la dirección deportiva.

Víctor Gálvez apuesta por Óscar Sánchez como director deportivo, pero entra en escena Toni Hernández y se queda con el puesto.

De los volantazos de Gálvez pasamos a los de Tornel. La PARMU elige a Julio Algar, pero el ahora presidente consigue imponer a Cordero.

Con Cordero fuera por desavenencias con el KBusiness, Algar llega para ser entrenador, centrándose posteriormente en los fichajes.

El Real Murcia trabaja ahora en la contratación de un nuevo director deportivo. Por ahora no hay anuncio oficial.