Es algo de lo que el UCAM Murcia CB quiere escapar a toda costa, pero en los últimos años siempre se repite la misma historia. Y es que el conjunto universitario se ha visto abocado a tener que escapar de una mala racha de resultados en medio de los últimos cursos. Con la derrota del pasado sábado frente al BAXI Manresa, ya encadena seis derrotas consecutivas en la Liga Endesa. Algo que, por desgracia para los intereses del club, parece que se ha vuelto habitual, ya que solo en dos de las últimas seis temporadas ha sido capaz de cortar desaceleración en el momento adecuado.

Y es que hay que remontarse a la primera etapa de Fotis Katsikaris en el UCAM, durante la campaña 2015-16, y a la temporada que dirigió el banquillo Ibon Navarro, en la 2017-18, para no encontrar más de tres derrotas consecutivas en el mismo año. El bache de resultados, que parece haberse convertido en algo tradicional con diferentes plantillas y entrenadores, termina por desviar al UCAM del camino que en un principio tenía marcado al inicio de la temporada.

Esta es la primera crisis de resultados a la que se enfrenta este curso Sito Alonso, entrenador del cuadro murciano, al no haber enlazado más de dos derrotas consecutivas. Sin embargo, las secuelas del brote por coronavirus en la plantilla, con cinco partidos consecutivos en apenas dos semanas, y las lesiones de jugadores importantes en la plantilla han agravado una situación de la que el UCAM parece que le cuesta salir. No obstante, el pasado curso, antes del parón por coronavirus, el equipo murciano también enlazó ocho derrotas consecutivas en la Liga Endesa desde noviembre hasta enero. Y en el anterior ejercicio, que arrancó Javier Juárez y tomó el testigo Sito Alonso, el UCAM también enlazó cuatro derrotas consecutivas en el tramo final del curso que obligaron a la ‘machada’ antes de cerrar la permanencia de forma matemática con la canasta de Dino Radoncic ante el Unicaja.

En ese mismo curso, correspondiente a la 2018-19, el UCAM también llegó a encadenar anteriormente ocho derrotas consecutivas. Seis con Javier Juárez, que le terminó costando el puesto, y dos más tras la llegada de un Sito Alonso que posteriormente consiguió vencer al Barcelona en su debut en el Palacio de los Deportes.