Merecida, luchada y lograda. Así fue la victoria que logró cosechar el Cartagena este viernes frente a toso un Leganés que llegaba en racha. El conjunto albinegro se puso el mono de trabajo y dejó una gran imagen para ganar por la mínima y dormir fuera del descenso. El equipo Luis Carrión no solo recuperó sensaciones, sino que mejoró cualquiera que hubiera podido tener desde que este llegó al banquillo. Triunfo brillante y de mérito que se rubricó con el tanto de un Rubén Castro que antes había errado un penalti. El Cartagena fue mejor que un equipo que pelea por todo y que llegaba sin bajas y con cinco victorias consecutivas.

Llegaba el conjunto albinegro con la intención de levantar cabeza y despejar las dudas que volvieron a aparecer con el Horroroso partido en Las Palmas. Lo hacía, además, con el aliciente de que si ganaba se ponía delante de un Sabadell que justo antes había empatado frente a otro rival directo como el Albacete.

Para ello, salió el técnico catalán con varios cambios en el once inicial. Unos obligados, como la entrada de Forniés para cubrir la baba de Alberto De la Bella en el lateral izquierdo, y otros sorprendentes, como la entrada de Nacho Gil para dejar fuera a Carrasquilla. El futbolista valenciano se situó en una de las dos bandas, mientras que Ramón Azeez fue el que ocupó el puesto del panameño en el doble pivote junto a Aburjania. También entró David Simón en el lateral derecho. Además, se produjo la vuelta de Elady acompañando a Rubén Castro en el ataque después de cumplir sanción.

Inicio de mérito

Después de varios partidos consecutivos en los que el arranque había sido muy flojo, se pudo ver un Cartagena muy metido desde el primer segundo en el encuentro. Legando a los balones divididos, siendo igual o más intenso que el rival y teniendo la personalidad suficiente para plantar cara al Leganés.

No obstante, la calidad del conjunto pepinero se hacía notar y le costaba mucho menos llegar a portería contraria. Lo hacía el equipo de Garitano, eso sí, siempre con disparos lejanos que no obligaron a intervenir a Chichizola. Probaron fortuna Rubén Pardo, Palencia y José Arnáiz, pero ninguno de los tres consiguió dirigir sus respectivos disparos a portería

Trataba de prodigarse poco a poco en ataque el conjunto de Luis Carrión, que a pesar de estar fino en la elaboración y ser capaz de tener posesiones largas, no conseguía llegar al área contraria. No fue capaz de tener su primera acción de peligro hasta casi los veinte minutos, cuando Raúl Navas remataba alto con la rodilla un saque de esquina botado por De Blasis. También lo intentó unos minutos después desde la frontal Nacho Gil tras una larga acción trenzada que terminó con un disparo blando detenido por Cuéllar.

Entretanto, el ritmo del partido había bajado y el centro del campo era el escenario donde se desarrollaba la mayoría del partido, dejando las áreas para acciones muy aisladas como otro disparo de Arnáiz que se volvía a marchar alto y un remate de Rubén Castro de cabeza que salía manso a las manos del arquero visitante.

Perdón máximo

Cuando parecía que nos íbamos a vestuarios con empate, el Cartagena tuvo la opción de adelantarse. Quién si no, a través de Rubén Castro, que forzaba un penalti en un balón en profundidad al que llegaba antes que Cuéllar, siendo derribado por este. El árbitro señaló penalti, pero el delantero canario no fue capaz de transformar la pena máxima enviando el balón por encima del larguero y dejando escapar la mejor oportunidad posible para ponerse por delante.

Volvió a entrar bien el Cartagena tras el descanso. Esta vez, incluso llegando más que un Leganés que esperó atrás a los de Carrión. Los albinegros supieron llevar a los de Garitano a su área y empezaron a crear peligro con un remate de De Blasis de cabeza que detuvo Cuéllar nada más reanudarse el encuentro. No iba a ser ni mucho menos un espejismo e iba a encontrar premio el Cartagena. Aburjania se sacaba un gran disparo desde fuera del área al que reaccionaba con dificultades el portero pepinero y Rubén Castro estaba atento para cazar el rechace y poner el primer tanto en el marcador para adelantar a su equipo y sacarse la espina del penalti.

Con toda la artillería

Fue instantánea la reacción de Garitano. El técnico del Leganés trató de buscar la reacción justo después del gol para buscar el empate con tres cambios. A partir de ahí, como era lógico, el conjunto visitante fue cogiendo protagonismo y comenzó a ir hacia arriba, aunque el Cartagena supo aguantar el tipo. Con las entradas de Cayarga y Cristian López, Carrión buscó de nuevo frescura para aguantar en lo físico, porque lo táctico estaba funcionando.

No obstante, el Leganés encontró alguna acción de gol. Luis Perea remató solo dentro del área un saque de esquina, pero lo envió por encima del travesaño.

Con un arreón final en el que los de Garitano solo llegaron colgando balones, no fueron capaces de inquietar a Chichizola. Raúl Navas fue expulsado por una dura entrada y Chichizola vio cómo el último remate del partido se marchaba desviado para certificar una victoria que deja al Cartagena fuera del descenso a la espera de que jueguen el resto.