Cuando en un año olímpico, uno decide hacer cambios en su vida, ha de tener claro que pueden marcar el devenir de su futuro. Y eso es lo que ha hecho, Álvaro Martin Uriol, campeón de Europa de 20 kilómetros marcha, llenerense de nacimiento y ciezano de acogida, quien tenía claro que para ser el mejor debía de estar con los mejores. Llenó su mochila de ilusión y partió hacia Cieza, cuna de ilustres marchadores como Fernando Vázquez, Juanma Molina, Benjamín Sánchez y Manuel Bermúdez,entre ellos, todos ellos internacionales y con un denominador común, entrenados por José Antonio Carrillo.

En un año tan decisivo como el olímpico, los deportistas no suelen hacer cambios de rutina, sin embargo, usted cambia de club y de residencia. ¿Qué le ha motivado a ello?

La maldita pandemia. El 2020 se iba a desarrollar de una manera determinada, pero surgió el coronavirus y todo se fue al traste. Y cuando pasas tanto tiempo en casa, le das muchas vueltas al coco y piensas si esto merece la pena. Me ofrecieron la posibilidad de representar a mi tierra en un proyecto deportivo muy ilusionante y bonito y acepté. Y en cuanto a venir a Cieza es porque aquí está mi entrenador. Yo puedo ser muy disciplinado, pero necesito ese plus de contacto directo con él para mejorar. Lo cómodo hubiese sido quedarme en Llerena, donde tengo todo cuanto puedo necesitar, o en la Blume, donde he estado hasta hace bien poco, pero para mejorar necesito estar aquí.

¿Ha notado el cambio de estar en un centro de alto rendimiento a estar en Cieza?

Si algo tengo claro en esto es que no es necesario centralizar, sería mas productivo expandir y crear microcentros como este de Cieza, que está perfectamente acondicionado. Nada tiene que envidiar a la Blume, la climatología es envidiable y el entorno para la práctica deportiva es único.

Existe casi un binomio perfecto Carrillo-Álvaro. ¿Dónde está el secreto?

Yo poco puedo aportar a José Antonio Carrillo, si acaso ilusión. Un atleta nunca puede desconfiar de su entrenador, su ilusión es mi ilusión, es imprescindible que aparte de ponerte un entrenamiento. Me gusta que me explique el porqué, para qué, la finalidad del mismo, tengo fe ciega en él, y él en mí.

Tiene un palmarés deportivo envidiable, pero además el académico no es menor.

Terminé Ciencia Políticas y ahora curso Derecho en la UNED, pero importantísimo el binomio deporte y formación académica. El atletismo es un deporte minoritario y existe mucha fragilidad, unos años puedes sacar buenos resultados y obtienes una beca, pero una lesión te aparta de las pruebas y te deja en una posición muy frágil. Solemos acabar la vida deportiva muy tarde y nos enfrentamos a la vida laboral. Y estudios nos han de servir para estar preparados para ese día después,

¿Donde se ve Álvaro Martín una vez finalice su vida deportiva, dentro o fuera del deporte?

No sé dónde estaré, lo que sí intentaré es estar lo mejor académicamente preparado. Llevo toda la vida inmerso en el deporte, no me veo fuera de este mundo que me apasiona. Ahora que colaboro con la Junta de Extremadura y estoy en la Asamblea de la Federación Española.

Año 2020, año olímpico, y llega la pandemia. ¿Cómo se gestiona esto?

Muy difícil, cada día era único. Unos te encontrabas bien y otros, en cambio, no salía nada. Fue tremendamente difícil. Junto al psicólogo Pablo del Río lo tuvimos claro, objetivos semana a semana, a corto plazo, no sabíamos si habría Juegos, si se podría competir. Fue un palo que se aplazaran los Juegos, pero fue lo justo, no todos estábamos en las mismas condiciones, y había compañeros que no habían podido trabajar con normalidad para alcanzar la marca exigida. Yo la tenía, pero hubiese sido injusto por mis compañeros.

Ahora el tema estrella es la vacuna. ¿Como deportista de alto nivel, qué opinión tiene al respecto?

El tema de las vacunas es muy complejo. Ante todo creo que la vacunación para los deportistas que estamos preparando los Juegos de Tokio debería de ser responsabilidad del Comité Olímpico Internacional, no del Gobierno de un país. No vería justo que me vacunaran a mí para no perderme unos Juegos y que mientras haya población sin vacunar jugándose la vida. Si me pierdo los Juegos lloraré, lo pasaré mal, pero anteponer unos Juegos a una vida no sería justo. Además, yo estoy en un país desarrollado, habrá vacunas, puede haber países, por ejemplo, de África que cómo van a vacunar a sus deportistas si no tienen ni para la población. Es una patata caliente que debería de coger el COI.

¿Que tal su llegada al grupo de entrenamiento de Cieza?

Ante todo antepongo la faceta humana a la deportiva. Uno podrá ser un fenómeno en la pista, pero la gente que te aporta, que te anima a entrenar día tras día, independientemente de su palmarés, es ese tipo de personas está aquí. A mí las concentraciones me las paga la Federación Española, pero aquí hay gente que se las paga de su bolsillo. Por gente como esa merece la pena subir a entrenar día tras día, eso se valora, eso me hace mejorar. ¿Y qué puedo aportar yo? Subir cada día a entrenar a la pista con buen ánimo, transmitiendo positividad y sacrificio.