Querido amigo José María.

Llegaste a nosotros discretamente, entraste por la puerta pequeña sin querer hacer ruido, llamando muy tímidamente y pidiendo que te dejáramos correr y compartir aventuras con nosotros. Desde el primer momento vimos que teníamos delante a una persona con una llama especial y te abrimos las puertas sin apenas conocerte, pero sabiendo que nunca nos arrepentiríamos de ello. Hace diez años de aquello, pero aún parece que fue ayer mismo.

No sabíamos por aquel entonces que, no solo habíamos conseguido un compañero para hacer kilómetros, carreras y conversaciones, sino que le habíamos abierto la puerta a alguien que iba a revolucionar nuestro concepto de club de atletismo. Desde el primer momento ofrecías tu ayuda a todos los compañeros, individualmente, sin llamar la atención; te interesabas por los problemas de cada cual, y a la vez, por las inquietudes de nuestro club. Fuiste el motor de numerosas iniciativas que acabaron muchísimo mejor de lo que nunca nos hubiéramos imaginado. Luchaste por que sacáramos adelante un maratón para nuestra ciudad, el primero de muchos más que vinieron después, y fuiste miembro fundador de aquel querido 'Correbirras en Acción'. Siempre que había que trabajar, ahí estabas tú. Siempre que había que participar, ahí estabas tú. Siempre que había que ayudar, ahí estabas tú. Siempre que había que pedir ayuda, ahí estabas tú. Y siempre que había que correr, ahí estabas tú.

Nos abriste tu corazón, hiciste que tu familia fuera la nuestra y compartiste momentos inolvidables de amistad, confesiones, complicidad, cervecitas, jamón y, sobre todo, humanidad. Nunca nadie te podrá igualar.

Queremos que sepas que has dejado una huella imborrable en nuestro club. Tu lugar siempre estará entre nuestras filas y tu familia siempre podrá contar con nosotros para lo que sea. Te recordaremos eternamente con tu camiseta naranja y una sonrisa en tu rostro que será la invitación a seguir en el camino que tú nos descubriste, a seguir haciendo el bien y disfrutar con ello.

Hasta siempre José María, nunca te olvidaremos.

Tu club: Correbirras