Manolo Herrero, el entrenador del Real Murcia, se puede considerar afortunado, ya que en la historia más reciente del club grana, muy pocos técnicos han seguido contanto con el respaldo de sus jefes después de una racha como la actual, una sola victoria en los dos últimos meses de competición. Los tres meses de impagos que todavía tiene la plantilla es un argumento legal por el que cualquier miembro del primer equipo podría romper su contrato en el próximo mercado de invierno y firmar con otro club. «Yo sinceramente creo que no se va a ir ningún jugador, pero en el caso de alguno decida hacerlo, va a salir perdiendo en todos los sentidos», explicó ayer un técnico que parece que ha decidido confiar en los nuevos dirigentes, quienes por otra parte tiene intención de desembolsar otra nómina a la plantilla «en pocos días», según fuentes del club, las mismas que le han trasladado a la plantilla la intención de disponer antes de final de año del dinero recaudado de la ampliación de capital para ponerlos al día en sus cobros.

Lo que no tuvo ayer más remedio que hacer Manolo Herrero fue subir el nivel de la autocrítica, algo en lo que hasta ahora el preparador de Jaén se venía mostrando excesivamente suave: «Nos toca espabilar a todos porque no están siendo buenas semanas para nosotros y no podemos permitir que se distancien más los equipos que marcan el play off de ascenso».

Las derrotas consecutivas contra el FC Cartagena y el UCAM han provocado que el Murcia pierda las buenas sensaciones del arranque liguero, lo que se ha traducido en una racha de resultados muy pobres. Mañana domingo visita Nueva Condomina el Jumilla de Leonel Pontes y todo el vestuario sabe que el tercer duelo regional de manera consecutiva debe ser un punto de inflexión para cambiar la dinámica de un equipo que ha reducido sus prestaciones.

«Está claro y es evidente que los malos resultados te pueden hacer perder algo de confianza, pero le he dicho a los jugadores que tanto contra el Cartagena como ante el UCAM lo más normal es que hubiéramos empatado. Si somos capaces de hacerlo bien volveremos a ganar con toda seguridad, este club no puede permitirse el lujo de pasar tantas semanas sin ganar», recalcó el máximo responsable del banquillo murcianista, quien ahora mismo está viviendo la peor racha del equipo desde que arrancó la Liga.

El equipo de Herrero firmó un arranque de temporada muy esperanzador por muchas cosas, pero sobre todo por la chispa que tenía el juego de los granas, un equipo que siempre quería el balón en su poder y que poco a poco se ha vuelto más práctico en este sentido. Otro de los motivos por los que se ha evitado una caída en picado del Murcia en la clasificación es porque el equipo de Manolo Herrero no encajó su primera derrota del curso hasta la décima jornada del campeonato, con el club en plena transición.

Sobre los impagos de tres meses a los jugadores, Herrero quiso hacerle un guiño cómplice de confianza a la nueva directiva explicando que «ahora tenemos una información más directa y las cosas han cambiado mucho respecto al pasado». Sea lo que sea, si el Murcia no supera mañana al Jumilla, el ruido sobre la idoneidad de cambiar de entrenador va a seguir creciendo.