ElPozo se ha impuesto por 3-5 al Santa Coloma y suma los primeros tres puntos del curso 2018-19 tras un choque donde sufrió lo indecible y en el que tuvo que tirar de casta y mantener la cabeza fría para remontar, en dos ocasiones, una desventaja de dos goles.

El comienzo de la era Diego Giustozzi, muy esperado, no pudo ser peor. No se había cumplido el primer minuto del encuentro cuando David Álvarez, tras un pase de Sebas Corso a la espalda de Fer Drasler, tomaba el esférico y batía a Fabio. El gol encajado no puso nervioso al cuadro murciano y los jugadores se abrieron sobre la pista, ensanchándola hasta los límites permitidos, y comenzaron a mover con celeridad el esférico a fin de hacer correr lo máximo a su rival y encontrar el hueco por el que entrar y hacer daño. Giustozzi sacó a Álex, Miguelín y Marinovic para buscar una mayor llegada en un encuentro en el que ElPozo tenía la posesión pero no terminaba de ver con claridad la portería contraria. Y empezaron a sucederse las ocasiones y los disparos a puerta a su favor. No obstante, las oportunidades de gol del Santa Coloma eran las más claras a pesar de ser escasas en comparación con las que disfrutaba el conjunto murciano. Era un choque de estilos y, mientras los locales apostaban por una verticalidad que estaba dando sus frutos, los visitantes tiraban de elaboración en las jugadas, lo que les permitía retener el esférico pero afrontar la acometida del gol frente a un rival bien plantado sobre el parqué.

Llegado el ecuador de la primera parte, ElPozo lideraba el apartado de la posesión y los disparos a puerta pero el marcador iba en su contra. El Santa Coloma, sin llegar a hacer ninguna jugada en estático, iba adquiriendo una mayor confianza con el transcurrir de los minutos. Y entonces llegó el segundo tanto de los locales, obra de Pol Pacheco, tras un error en la salida de balón de ElPozo. Giustozzi pidió tiempo muerto para pedir intensidad a los suyos y confianza en el inicio de las jugadas. El castigo sufrido por los dos errores defensivos era severo. El discurso de Diego pareció surtir el efecto deseado y ElPozo, que aumentó la velocidad, se acercó en el luminoso merced a un golazo de Marinovic, que recortó con la diestra para sacarse un disparo con la zurda imposible de atajar para el portero local. El tanto daba un nuevo cariz al choque pues el cuadro murciano había probado las mieles del gol, esas que hasta entonces le eran esquivas, y supo que la verticalidad era el arma con la que hacer daño. El partido se abría y ambos conjuntos comenzaron a disfrutar de oportunidades pero los porteros tomaron el protagonismo para evitar que el contrario celebrase un nuevo tanto. Pito, que llevaba amarilla, se jugó la expulsión tras un choque en un bloqueo con Cardona en el que el jugador del Santa Coloma acabó con una herida en la ceja que sangró con abundancia. El último tramo de la primera parte transcurrió entre faltas y protestas y los jugadores tomaron el camino de vestuarios dejando sensaciones diametralmente opuestas en cada plantilla.

El inicio del segundo acto fue un calco del primero. Corso robaba el balón a Miguelín, arrancaba el contragolpe y, apoyándose en un compañero, batía a Fabio para volver a poner al Santa Coloma con dos tantos de ventaja. Si en el primer tiempo el gol de los locales había tardado en llegar 56 segundos, en este periodo había tardado 40. Va a tener mucho trabajo el nuevo técnico de la escuadra murciana en el aspecto defensivo. El conjunto catalán tomó una mayor presencia sobre la pista, robando todo el protagonismo a un equipo visitante que parecía diluirse tras verse muy penalizado por los errores defensivos, y siguió avisando. Incluso tuvo un lanzamiento, obra de Maico, que se estrelló en la base del poste. ElPozo ponía ganas, pero la ausencia de claridad en ataque hacía que sus incursiones en el campo contrario fueran estériles. Contrastaba con la facilidad con la que los pupilos de Óscar Redondo llegaban a la meta de Fabio, quien vivió casi la primera parte del segundo tiempo viendo llegar a los rivales.

Entonces, marcó Pito cuando mejor estaba el Santa Coloma. El carioca recibió un balón en el área y se sacó un taconazo para batir a Miquel Freixas y acercar a los suyos hasta el sueño de la remontada justo cuando se cumplía el ecuador del segundo tiempo. Restaban diez minutos para el final y ElPozo no tenía ya nada que perder. El técnico local solicitaba tiempo muerto para pedir tranquilidad a sus pupilos, quienes estaban dando la sensación de ser los que iban por detrás en el encuentro. Y esa sensación no dejó de plasmarse sobre la pista del Pavelló Nou y Miguelín se encontró consigo mismo y logró el empate con un disparo lejano que llevó las tablas al luminoso.

"Cuando cambia la actitud, cambia el partido", dijo Giustozzi en el tiempo muerto que pidió tras el empate y tras comprobar que su rival sufría demasiado. ElPozo daba un paso al frente pero el conjunto catalán, que tampoco estaba muerto, metió el miedo en el cuerpo de los integrantes de la plantilla murciana con dos acciones que muy cerca estuvieron de poner nuevamente en ventaja a los locales. Con menos de cinco minutos por jugarse llegó el momento de la templanza, la cabeza fría y el saber leer el partido y las jugadas que lo definían. Y lo supo leer a la perfección ElPozo, que anotó un gol tras un saque de esquina gracias a Fernando y que lo puso por delante en el encuentro cuando quedaban cuatro minutos para la conclusión, algo que parece muy poco en otros deportes pero que, en el fútbol sala, supone un mundo. Óscar Redondo sacó a Pol Pacheco como portero jugador y, en la primera jugada en superioridad, estrellaron un balón en el palo.

La defensa de ElPozo se mostró dinámica y cerró los espacios que buscaba el Santa Coloma, haciendo que los locales tuvieran que tirar del recurso del disparo lejano para hacer daño. Y en una salida de balón local, Miguelín robó el esférico al último jugador del Santa Coloma e hizo el quinto de los suyos para certificar una victoria muy sufrida, de esas donde se gana y, sobre todo, se aprende.