Los graves acontecimientos que rodearon el encuentro Pinar Karsiyaka-UCAM Murcia de los cuartos de final de la Champions League, han provocado que la FIBA, que es la organizadora de la competición, haya puesto la lupa en el equipo turco, al que ha abierto un expediente disciplinario, según anunció a través de un comunicado en su cuenta oficial de Twitter. El masivo lanzamiento de objetos al campo, que alcanzó a varios componentes de la expedición murciana y también a los colegiados, aunque estos no reflejaron ese hecho en el acta arbitral, el empujón que recibió por parte de un aficionado Sadiel Rojas y los problemas en el marcador que tuvieron el choque interrumpido durante una hora, fueron imágenes que dieron ayer la vuelta al mundo, poniendo en duda la credibilidad de una competición que está solo en su segunda edición.

Los servicios jurídicos del UCAM Murcia trabajaron intensamente para enviar un completo informe a la FIBA con imágenes de todos los incidentes que se dieron durante el choque. A la conclusión del choque ya se trasladó el malestar por todo lo vivido al delegado de la Federación Internacional, además de firmar el acta bajo protesta: «No es serio, en un partido de minibásket he visto más seriedad que aquí. Los árbitros no han tenido responsablidad, pero está claro que la organización y el club no han estado a la altura de la importancia de este partido», decía Ibon Navarro, entrenador del equipo murciano.

Aunque Alejandro Gómez, director general de la entidad, dijo que «el comportamiento del equipo turco es para expulsarlo automáticamente de la competición y que no juegue el próximo miércoles contra nosotros en Murcia», es una situación que está descartada, por lo que el próximo miércoles, salvo que la FIBA tome una decisión sin precedentes, la afición tiene una cita en el Palacio de los Deportes de Murcia a las ocho y media de la tarde en el partido de vuelta, donde los universitarios defenderán la renta de catorce puntos adquirida (65-79).

La exclusión de próximas competiciones europeas del club turco, además de una fuerte sanción económica, sí son medidas que puede adoptar la FIBA contra el Pinar Karsiyaka. El presidente del club turco reaccionó también ayer rápidamente. Envió una carta a José Luis Mendoza, presidente del UCAM, y a la FIBA lamentando los acontecimientos y pidiendo disculpas, aunque justificando los mismos en que «somos mediterráneos, de carácter y entusiastas», expresiones que no sentaron bien en el equipo de Murcia, que esta misma temporada fue apercibido de sanción por gritar por megafonía en un partido el speaker «vamos, Palacio».

De igual modo, pese a que Sadiel Rojas, Clevin Hannah y Ovie Soko, estos dos últimos por entrar en la pista cuando se encontraban sentados en el banquillo, fueron excluidos, no se espera ninguna sanción para ellos. El alero dominicano, como quedó claro en las imágenes de televisión, fue golpeado por un espectador después de cometer una falta antideportiva a casi cuatro minutos del final, momento en el que comenzó el lanzamiento masivo de objetos. Alguno de ellos alcanzó a varios jugadores, e incluso el encargado de la limpieza de la pista en el pabellón retiró una bota que cayó desde la grada, desde el sector que estaba justo detrás del banquillo del UCAM.

Y el autobús se rompió

«Ojalá que la gente en Murcia haya visto lo que hemos tenido aquí. Todo el mundo animando desde una hora antes, sin parar tampoco en el descanso, presionando mucho a los árbitros. Para nosotros y para nuestro público, jugar una Final Four sería una cosa increíble, y creo que merece la pena el esfuerzo de ir y que no vayamos al teatro, que seamos un poco turcos la semana que viene y apoyemos al equipo porque creo que se lo merece», decía Ibon Navarro alentando a la afición a que acuda al encuentro de vuelta que se disputará el miércoles.

El viaje de vuelta aún deparó otro contratiempo más para el equipo, que llegó a Murcia por la noche al romperse el autobús que traía a la expedición desde el aeropuerto de Valencia, donde el vuelo aterrizó a las cuarto de la tarde.