El precio de un café se convirtió en un tema viral cuando José Luis Rodríguez Zapatero, expresidente del Gobierno, acudió al programa Tengo una pregunta para usted en el 2007. Por ese plató de televisión pasaron la mayoría de los máximos representantes políticos del país para someterse a las preguntas de los ciudadanos en plena crisis económica. Y algo parecido fue a lo que se sometió ayer Mauricio García de la Vega al aprovechar las protestas de los peñistas del Real Murcia en la explanada de la Nueva Condomina por la incerticumbre institucional que agita al club grana en las últimas semanas.

El empresario mexicano trató de resolver todas las dudas de los aficionados murcianistas, dio la cara y demostró a su vez el compromiso que tiene hacia la entidad. «No soy un mago, no soy Harry Potter. Apenas llevo seis semanas trabajando y no se pueden solucionar las cosas en un día. Este club tiene un problema de muchos años», repitió varias veces. García de la Vega supo mantener la calma ante algunas preguntas airadas de los seguidores más fieles y volvió a incidir en que él es el propietario del club, pese a que Raúl Moro, máximo accionista, dice haber alcanzado un acuerdo con Gálvez Brothers para traspasar sus acciones, según anunció la empresa oriolana.

«Soy el genuino propietario. Hice un contrato con opción de compra con Raúl Moro y las acciones me pertenecen. No es mi inteción llevar esto a los tribunales, pero lo hicimos ante notario y él mismo me dice que en sus 30 años ejerciendo no le había pasado una situación así», respondió Mauricio García de la Vega a un aficionado y añadió que «me estoy jugando mi dinero en esto, es muy fácil decir ven aquí y pon el dinero, pero es mi patrimonio». Además, también desveló varios de sus planes a corto y largo plazo para dar viabilidad a un Real Murcia que sobre el césped lucha por regresar a Segunda División. «Me encontré cuando llegué con mil circunstancias que no sabía que existían. Estamos trabajando en conseguir ingresos de forma diferente como el concierto de Luis Miguel en Nueva Condomina y pronto anunciaremos otro. Hay un proyecto de inversión inmobiliaria alrededor del estadio y esta semana vinieron unos empresarios de Indonesia que tuvieron que presenciar este drama instituciona y se fueron porque no había certeza. Necesitamos que el club ofrezca seguridad a los inversores», explicó el mexicano a los seguidores del Murcia.

Unos minutos después, García de la Vega se retiró del corrillo con los aficionados y entró al estadio donde ya se encontraban tanto Miguel Martínez como Deseado Flores. Ambos se han autoproclamado líderes del Consejo de Administración del Real Murcia y junto con el beneplácito de Raúl Moro, que conserva su cargo como consejero, son los que toman las decisiones más inminentes del club como el despido de Pedro Gómez Carmona, director de fútbol, hace unos días. Otra de las medidas a tomar fue la de negar la entrada tanto a Moro como a García de la Vega a las oficinas del club para trabajar en el día a día, sin embargo, el extremeño abandonó ayer el parking de Nueva Condomina junto a ellos sin mostrar ninguna controversia aparente.

En el palco de autoridades presenciaron el partido Deseado Flores y Miguel Martínez como máximas autoridades, aunque el segundo, quien ejerce ahora como presidente del club tras la marcha en diferido de Moro, no se sentó al inicio del segundo periodo en su butaca. Cuando el balón echó a rodar se volvió a vivir una tregua de noventa minutos donde los aficionados guardaron las pancartas lucidas una hora antes en la explanada de Nueva Condomina exigiendo una solución sobre el plano institucional y se dedicaron a animar al Murcia para acabar logrando los tres puntos.

No obstante, nada más concluir el encuentro, se produjo otro episodio más en la trilogía que se ha desatado en dos semanas en el club murciano. «Gracias a todos por vuestro cariño. Quince años dan para mucho pero ahora el gran reto es salvar a nuestro Real Murcia, todo mi apoyo a la Federación de Peñas y a su nuevo presidente Ángel López. Con la ayuda de todos los problemas se solucionarán. Gracias», fue el tuit que escribió Miguel Martínez anunciando ayer mismo su marcha como presidente de la FEPEMUR (Federación de Peñas del Real Murcia) después de agarrarse al sillón de la presidencia del Real Murcia en el periodo más convulso en cien años de historia.