Eran muchas las asignaturas pendientes que Mauricio García de la Vega tenía para alejar los fantasmas que sobrevolaban a su alrededor. Los impagos a los jugadores y su viaje a México habían agrandado las dudas solo dos meses después de su llegada. Todo ello había llevado al murcianismo a pedir un gesto. Se hablaba de poner dinero para garantizar la tranquilidad de una plantilla preocupada porque las nóminas no llegan y se insistía en la obligación de convocar la junta de accionistas en la que se deben aprobar las cuentas del ejercicio 2016-217 y garantizar el equilibrio patrimonial para evitar la liquidación. Nadie olvidaba, además, la confección de un nuevo consejo de administración y el nombramiento de un presidente. Pero, a su vuelta de México, García de la Vega prefirió apostar por un movimiento que nadie esperaba, una jugada maestra que incluso pilló por sorpresa a Raúl Moro, hasta ayer propietario del 84% de las acciones del Real Murcia.

Si desde el 26 de diciembre el representante mexicano era el gestor del club grana, desde ayer es el nuevo dueño. Así lo confirmó la entidad murcianista en un comunicado emitido en su página web. «Mauricio García de la Vega ha notificado ante notario que ha decidido ejecutar la opción de compra del paquete mayoritario de las acciones del Real Murcia, con lo que pasará a convertirse en el máximo accionista del club y, a su vez, en el nuevo propietario de la entidad». Una nota que confirma que el empresario sudamericano quiere actuar con la máxima seriedad. Y es que, con el control accionarial en el bolsillo, García de la Vega se asegura que todos sus movimientos no puedan quedar en saco roto si a Raúl Moro le daba poner fin al contrato de cesión, tal y como lleva dejando entrever a gente de su entorno desde finales del mes de enero.

Los rumores que iba lanzando el extremeño y algunas noticias que indicaban que Deseado Flores, consejero delegado del club, andaba buscando nuevos inversores al no tener confianza en el gestor que él mismo eligió no hacían más que aumentar la intranquilidad de García de la Vega, contrario a dar cualquier paso al frente, a poner dinero de su bolsillo, sin tener la seguridad de que se iba a respetar el contrato firmado a finales de diciembre. Como quedó claro en su primera rueda de prensa en Murcia, el representante de jugadores quería romper rápidamente con la política impulsada por sus antecesores. Si ellos habían despilfarrado el dinero, con él al frente tocaba «apretarse el cinturón». Y para ganar fuerza no dudó en 'fichar' a una persona de su absoluta confianza. A su lado aterrizó en Nueva Condomina Pedro Gómez Carmona, que se convertiría en el nuevo director de fútbol, acabando con el protagonismo de Deseado Flores en la parcela deportiva.

Pese a tener las ideas claras, García de la Vega no se ha sentido cómodo en sus dos primeros meses en Nueva Condomina. Sin ser capaz de solucionar por la vía rápida los problemas más urgentes -sólo ha pagado una nómina a los jugadores y a los empleados-, el representante mexicano se encontró además con algunas zancadillas desde dentro. De ahí, que antes de sacar la chequera, el sudamericano haya querido dejar las cosas claras. Nada más regresar de su país se presentó en la notaría en la que firmó el acuerdo de cesión con Raúl Moro y ejecutó uno de las cláusulas que le permitía comprar las acciones. Posteriormente, mientras el extremeño se mostraba sorprendido en Onda Regional y calificaba de «imposible» la operación, la web del club emitía un comunicado para hacer oficial que De la Vega ya es el nuevo propietario del club.

Como ocurre con las fichas de dominó, que cuando cae una arrastra a las siguientes, con el empresario mexicano estrenándose como nuevo accionista, se espera que en los próximos días los movimientos se vayan sucediendo.