¿Usted cómo llegó al fútbol?

Desde pequeño me gustaba y mi hermano me llevó a su equipo de fútbol sala cuando tenía cinco años.

¿Y estuvo mucho tiempo en el fútbol sala?

No, solo un año, después me fui al fútbol porque mi hermano se cambió y me llevó al otro lado. Vamos, siempre he ido de su mano.

¿El fútbol playa cómo le surgió?

Celebraron un torneo en Mazarrón y a un grupo de amigos del pueblo nos atraía jugarlo. Cada día fue gustándonos más y decidimos apuntarnos a torneos de fuera, pero en el primero, en Benidorm, nos dieron una paliza. Cuando llegamos allí empezamos a ver a la gente hacer chilenas y nos quedamos un poco locos. Nosotros estábamos acostumbrados al fútbol y entonces empezamos a entrenar en serio. Al año siguiente ya fuimos subcampeones en Mojácar y me llamaron para jugar con la selección murciana.

¿Cómo fue su primera experiencia?

Fue en Pulpí, en el campeonato de selecciones autonómicas y tuve la suerte de marcar 18 goles. Y entonces fue cuando me llamó el seleccionador nacional para disputar la fase de Euroliga en Moscú.

¿Pero al fútbol playa no juegan las viejas glorias?

Eso era antes, pero cada año va cambiando. Ahora ya hay una liga nacional y con el equipo de Mazarrón y el Puerto hemos sido subcampeones de España.

¿Pero alguna quedará, no?

No, eso pasó a la historia. Ahora somos gente joven, que la mayoría se dedica a esto. Yo soy de los pocos que alterno las dos cosas.

¿Usted qué es, un goleador?

En el fútbol playa soy un goleador, pero en el fútbol once juego de extremo y doy goles.

¿Se gana la vida con esto?

No, es una ayuda lo que me dan, pero vestir la camiseta nacional es un orgullo sea el deporte que sea. Ahora mismo estoy trabajando por las mañanas con mi abuelo en los invernaderos de tomates y por la tarde entreno con el Águilas.

Pero hace poco uno vivía de jugar en Tercera.

Así es, pero yo pillé el cambio malo. Fíjate que en el Granada 74 no cobré ni un mes. Ahora tengo suerte porque estoy en un club serio, donde lo que comprometen lo pagan. Pero el fútbol hoy en día es un hobby. Yo recuerdo en Mazarrón presupuestos de un millón de euros y que los jugadores cobraban 3.000 o 4.000 euros, y ahora el sueldo medio de un futbolista del Águilas, que es un equipo grande para jugar el play off, es de 200 o 300 euros. Vamos, pero lo hago porque me gusta.

¿Pero no es muy diferente el fútbol al fútbol playa?

Sí, pero un buen futbolista se puede adaptar al fútbol playa perfectamente con un poco de entrenamiento. Es diferente el bote, pero te adaptas enseguida.

¿Messi y Cristiano podrían jugar al fútbol playa?

Sobrado, con tres entrenamientos también serían los mejores del mundo. Ellos son super dotados, pero es que Cristiano Ronaldo, con el físico que tiene, jugaría sobrado. Además, en el fútbol playa cuando te hacen una falta, la lanzas sin barrera, por lo que mucho mejor para él.

Usted tiene una larga trayectoria en el fútbol.

Sí. Cuando era juvenil me dejé el fútbol porque empecé a trabajar y no estaba centrado. Pero los amigos me convencieron, volví y marqué más 50 goles. Después estuve en el Lorca Deportiva y el Bala Azul, y ese año, en Navidad, me fui al Granada 74, donde alternaba el primer equipo con el filial. Pasé después por el Rayo Majadahonda y me vine al Pinatar, donde llegué en Navidad y me quedé máximo goleador del equipo. Entonces regresé a Mazarrón para jugar con los mismos compañeros del fútbol playa. Y ahora llevo tres años en el Águilas.

¿Y puede alternar ambas cosas?

Sí porque la temporada fuerte de fútbol playa se disputa cuando se descansa en el fútbol, por eso al final solo paro tres semanas en todo el año.

¿Marca muchos en el fútbol?

Antes sí que marcaba muchos, pero ahora mismo estoy estancado en el gol. En los tres años que llevo en Águilas me está costando mucho. Sin embargo, en el fútbol playa hago goles muy fácil. Este año he hecho veinte entre las dos fases que he jugado.

¿Lleva la cuenta de los goles marcados con España?

Habré jugado unos doce partidos y llevo unos diez, casi salgo a un gol por encuentro.

¿Qué playa utiliza para entrenar?

La única playa que se puede utilizar es la de Bahía.

¿Pero en verano también?

En verano, con los bañistas, no se puede, pero el Ayuntamiento está intentando hacer un campo en la ciudad deportiva. Cuando más necesitas entrenar, no puedes hacerlo. Hasta junio sí que podemos, pero en julio y agosto es imposible.

¿Pero el fútbol playa tiene futuro?

Es un deporte que poco a poco está calando, cada año hay más gente jugando. La liga nacional lleva tres o cuatro temporadas y siempre hay más equipos. Ya se están metiendo clubes de Primera División de fútbol, como el Valencia y el Levante.

No podrá negar que los contactos son más leves.

Hay de todo, pero sí que es cierto que el contacto lo cortan mucho. Cuando vas a hacer una chilena, el rival nunca puede meter la cabeza para quitarte el balón porque es falta. Está hecho para el espectáculo, es muy bonito de ver y más si hay jugadores que saben de lo que va el asunto. Es muy dinámico, los partidos cambian en un segundo y encima tienes el ambiente de la playa.

¿Vamos, estilo NBA?

Claro, también hay animadoras y meten muchos espectáculos. Es una NBA en pequeño.

¿Le han respetado las lesiones?

Por ahora sí. Tuve una rotura de fibras en el Pulpí y ahora he tenido una distensión en el cuádriceps, pero nunca pasado por el quirófano, y toco madera.

Por último, ¿por qué le llaman Chiky?

Pues no lo sé, porque de pequeño no tengo nada porque mido 1,84. Quizás es porque era el más joven de la casa y del barrio. Y todo el mundo me conoce por Chiky.