El Real Murcia, líder del Grupo IV de Segunda B y que el próximo domingo recibe en Nueva Condomina la visita del segundo clasificado, el Sevilla Atlético, pasó ayer con buena nota el compromiso amistoso que disputó en La Manga ante el Hoffenheim de la Primera División alemana. El resultado final fue de empate a cero, pero el equipo que dirige desde el banquillo Iñaki Alonso llevó, sobre todo en una primera parte muy vistosa, la iniciativa en el juego.

De hecho, el canterano Kike García estrelló dos balones en el poste en la primera mitad, fruto de la superioridad que dejaron patente los murcianistas teniendo también muy en cuenta que se trataba sólo de un partido amistoso. Los alemanes intentaron impresionar sólo con si fortaleza física. El futbolista más determinante fue el murciano Antonio Cañadas, ya que de sus botas nacieron las dos jugadas que acabó estrellando Kike en el poste. La primera en un mano a mano con el portero visitante y la segunda tras un pase de la muerte de Isaac.

La nota negativa del encuentro fue que el lateral murciano Mario Marín recibió una fuerte entrada por parte de Vestergaard, que le provocó al canterano una fuerte contusión en el tobillo derecho, prueba de ellos fue que se quedaron bien marcados en su pierna los tacos de la bota del rival. El joven futbolista de El Raal actuó como lateral zurdo, dejando patente que además de ser uno de los jugadores con mayor proyección de la plantilla, encima puede suplir sin necesidad de refuerzos la ausencia de Góngora, que se lesionó en el derbi ante el Jumilla en una desafortunada acción.

Iñaki Alonso dispuso dos equipos distintos para medirse a los alemanes, que utilizaron, salvo algunos titulares, algunos de los futbolistas que menos participan en la Bundesliga. Ni el primero fue de los teóricos titulares ni el segundo el de los teóricos suplentes. Todo lo contrario. El preparador vasco mezcló jugadores que tienen un hueco más que ganado hasta el final de temporada con otros que no están interviniendo tanto, entre otras cosas porque no están rayando al nivel que se esperaba.

Además, las escasas oportunidades que tuvieron los germanos en la primera mitad fueron desbaratadas por el meta Dani Hernández, el portero suplente del Murcia pero que ya ha dejado claro en más de una ocasión que está sobradamente preparado por si llegado el momento tiene que sustituit a Alberto Cifuentes.

Los teutones tampoco saltaron al campo para divertirse y llegaron a estrellar un balón en el larguero de la portería defendida por el Murcia. La segunda parte perdió mucho en brillo y calidad y las jugadas de contacto comenzaron a hacer acto de presencia.