Cultura

Cristina Franco Roda, ilustre dibujante

Cristina Franco Roda en su estudio.

Cristina Franco Roda en su estudio. / Javier Lorente

Javier Lorente

Javier Lorente

Vuelvo a perderme por los carriles y los huertos de limoneros de la zona de Rincón de Seca, junto a la orilla del río Segura, un vergel de casitas bajas en una zona tan tranquila que solo se oye la música de los pajarillos. Ella es Cristina Franco Roda, reconocida pintora, dibujante e ilustradora de nuestra Región a la que he ido siguiendo por sus publicaciones, muestras expositivas y participación en numerosos mercados de arte. Es natural de Cabezo de Torres, así que no puede negar la creatividad que le aporta su espíritu carnavalesco y, con razón, hizo aquel estupendo cartel dedicado a Pepe ‘El Mislán’, entrañable personaje que se fabricaba sus propios disfraces con materiales reciclados y que murió trágicamente en un desfile. Pero dejémonos de penas, porque la artista, nada más saludarla, te recibe con una amplia y bonita sonrisa que ya no abandona en toda la conversación.

Me cuenta Cristina que, desde niña, nunca paraba de dibujar y ver dibujos animados: «Me encantaba Dragon Ball y todas las pelis de Disney, y no me perdía aquellos programas especiales de cómo se hizo y dibujó tal o cual película. Recuerdo que me quedaba embobada. Es mi primer referente con este mundo, mi primer contacto con el dibujo. Luego estudié Bachiller de Arte, Ilustración en la Escuela de Arte y, posteriormente, Bellas Artes en la Universidad de Murcia. Otra influencia fue un primo de mi padre que era fotógrafo y me acercó al mundo de la imagen y a las cámaras. Mi familia materna es de Molina de Segura y allí tenía un tío que era pintor». «He obtenido algunas becas, como una de pintura en Segovia, donde estuve dos cursos. La verdad es que siempre he sido muy aplicada y buena estudiante», añade.

Cristina también hizo un curso de Erasmus en Florencia: «Es una ciudad divina para los amantes del arte, yo pintaba el David de Miguel Ángel y otras obras y rincones de la ciudad. También estudié en Granada y en Sevilla. Son pocos los profesores que recuerdo con admiración, pero fueron muy importantes para mí: Jesús Conde Ayala en Granada o Juan Antonio Lorca en Murcia», y añade: «He tocado mil palos distintos en la pintura y la ilustración, he expuesto en Florencia, en la Casa Pintada de Mula, en Madrid, Barcelona, Sevilla, Tenerife, en el Almudí de Murcia, en el Festival Imagina de San Javier, del que un año fui Directora Artística... He impartido clases en varios ayuntamientos y en mi taller propio. Me gusta el arte figurativo y el retrato, me divierte jugar y mezclar mi vena de ilustradora con la de artista plástica. Creo que la ilustración es una herramienta muy poderosa para transmitir cosas y contar historias».

Vive con otro gran artista de la Región: Van Saiyán, cada uno con su propio taller en la misma vivienda, así que el domicilio desprende pura energía entre los limoneros. «En la pandemia tuve que reinventarme, trabajar en mi portfolio para presentar por el mundo y teletrabajar. Reconozco que he hecho de la oportunidad virtud y, gracias a ello, me ha salido mucho trabajo en importantes medios, prensa y publicaciones nacionales e internacionales, sobre todo en España, Italia, México, Cuba, Países BajosEstados Unidos. Confieso que esto ha sido mi salvación porque es muy difícil vivir solo de las exposiciones, sobre todo si vives en la Región de Murcia», me cuenta, y habla también de su participación en numerosas ferias de artesanía, que pertenece al Gremio Regional de Artesanos, que tiene tienda online y que le viene muy bien vender láminas o camisetas.

Hablamos de sus viajes, que se convierten en una experiencia curativa después de largas temporadas encerrada entre pantallas de ordenador y mesas de dibujo. Uno de los últimos ha sido por el norte de Italia, en el sur del Tirol, y por la zona de producción de Manzanas Marlene, una de las empresas para las que diseña: «No hago ascos a los viajes pagados, aunque tengas que mezclar el ocio y el negocio». Me confiesa que le gusta viajar a zonas verdes: «Buscamos el agua, las montañas y los bosques, aunque sea en Cazorla. Esto no deja de ser una zona árida, por muchos limones que le pongas». La conversación prosigue por su preocupación por el medio ambiente y el cambio climático. «Me gusta cuando trabajo en proyectos sostenibles», afirma, y me enseña una importante revista alemana de la que ha realizado la portada y todo el diseño e ilustraciones interiores, y se sincera: «La verdad es que estos trabajos se pagan mucho mejor fuera de España».

Cristina me sigue contando algunos de sus próximos proyectos, me dice que pronto saldrá un libro que ha ilustrado para una editorial catalana y la conversación se va hacia los artistas, actuales o pasados, que son referentes para ella: «Siempre me ha gustado Ramón Casas, Madrazo, Pinazo, Mucha, o Klimt… Tal vez tengo un ramalazo muy modernista. Vicente Armiñana me decía que mi obra le recordaba a Ramón Casas». Me enseña una preciosa ilustración de Rocío Jurado en la que, efectivamente, veo ese hermoso estilo modernista. De los artistas actuales me habla de Fernando Vicente y David de Las Heras, dos grandes a los que sigue y admira, que buen gusto no le falta, ni estudiar a los buenos maestros.

«Lo que llevo mal es que me encasillen en un estilo, técnica o color, que me tenga que definir cuando yo soy un espíritu libre y me gusta cambiar y divertirme con mi trabajo. No sé si soy un caos o es versatilidad, pero ya han pasado 20 años desde mis inicios como profesional y aún no me he quedado quieta, sigo evolucionando, me aburre hacer siempre lo mismo», me dice y añade: «Siempre he sido un poco cansina, preguntando a mis maestros o a mis colegas, me gusta mucho aprender y siempre estoy con los ojos y la mente muy abiertos. Me pasó con Pedro Cano, cuando yo vivía en Florencia, que vino a dar una conferencia y no paré hasta que no me hice con una invitación a través de mi casero, un conde muy bien relacionado, y luego acribillé a preguntas al artista de Blanca. Puedo ser muy insistente». 

Da gusto esta mujer llena de arte y de vitalidad.