Danza

Simbolismo irreverente en ‘Para cuatro jinetes’

Para cuatro jinetes.

Para cuatro jinetes. / L.O.

Tania Herrero

Irreverente, valiente, con un realismo mágico atronador y un humor que podríamos denominar como friki, Mucha Muchacha nos presenta una nueva propuesta, en su andadura como joven compañía, difícil de clasificar en los cánones habituales de estilos de danza.

Habitar el cuerpo en el presente con la carga histórica que llevamos, hacer una reflexión folklórica de la evolución de la danza que se estudia en los conservatorios pero que proviene del pueblo, de la calle, de las fiestas, unas danzas que existían antes de llegar nosotros y que se quedarán después de habernos ido. 

Esta es una reflexión sobre el patrimonio, sobre los referentes del repertorio del folklore que acota la mirada de las identidades de un pueblo desde una mirada crítica o no, acercándolo a una identidad contemporánea donde todo sucede muy, muy rápido, a una velocidad de redes sociales, de fiesta y de rave. 

En Para cuatro jinetes se muestra una obra potente físicamente, con una energía fresca y motivadora que engancha al público desde el principio.

Ana Botía, Marta Mármol (ambas nacidas en Murcia y egresadas del Conservatorio de Danza Teresa Souan de la capital), Belén Martí Lluch y Marina de Remedios presentan un desplante a aquellas percepciones sobre el cuerpo que en ocasiones siguen siendo tabú. Amor propio hacia la diversidad de tetas, hacia unos cuerpos de mujer que se transforman en caballos desbocados o domados, en jinetes, investigadoras, luchadoras, bailarinas, danzantes o simplemente disfrutonas.

La comunión con la formación Los Voluble abriga la puesta en escena con un ambiente sonoro que recapitula diversos estatus musicales y los fusiona de forma gamberra junto a aquellas imágenes que ametrallan al público de forma impactante y crítica, entre otras con el genocidio perpetrado en la actualidad, convirtiendo la experiencia en algo que te sacude irremediablemente.

Mucha Muchacha se han convertido ya en un referente nacional dentro de la escena contemporánea pese a su corta andadura. Este año el lema del Festival Abril en Danza, por el cual se ha programado este espectáculo, es ‘Miscelánea’, todo un acierto para poder disfrutar de géneros enmarcados dentro de la contemporaneidad pero que son muy diversos entre sí y no excluyentes, pese a lo que a priori podemos imaginar como espectáculo de danza.

Sin embargo, a este respecto, habría que puntualizar que no todo vale, y que esa miscelánea debe ir acompañada de la calidad de un resultado conseguido gracias a un equipo bien forjado, como ocurre en Para cuatro jinetes, donde el diseño de luces, de vestuario, de escenografía, el trabajo de canto, el audiovisual y, por supuesto, la coreografía y la interpretación, están en perfecta sintonía. 

El espectáculo te puede gustar o no, o resultar en algunos momentos un poco extenso en el tiempo, pero es indudable que esta obra cargada de simbolismo no deja indiferente a nadie del público, que en esta ocasión se levantó en su totalidad para aplaudir esa calidad y singularidad que presenta la obra.

'Para cuatro jinetes', de Mucha Muchacha (Teatro Circo, Murcia). En escena: Ana Botía, Marta Mármol, Belén Martí Lluch, Marina de Remedios y Los Voluble. Fuera de escena: Celso Giménez. Audiovisuales y espacio sonoro: Los Voluble. Diseño de iluminación: Carlos Marquerie. Dirección de vestuario: Carlos Carvento. Diseño de vestuario: Rafa Garhes. Conexión folklórica: Kike Arias. Pandero: Ángela Calvo y Arian Yahyaee. Cante de trabajo: Maria Rodés. Cant redoblat: Francesca Joan. Diseño sonoro: Adolfo García. Coordinación técnica: Cristina Bolívar. Asistente de producción: Laura Cortés. Fotografía: Mario Zamora y Selena Martí. Registro audiovisual: Alván Prado.