Arte

Pepe Yagües le ofrece a Murcia su particular Caballo de Troya

El molinense recuerda la vinculación entre la Región y la ‘Eneida’ con una escultura en Santa María de Gracia

Pepe Yagües, ayer, durante la inauguración de su ‘Caballo habitado. Minotauro troyano’.

Pepe Yagües, ayer, durante la inauguración de su ‘Caballo habitado. Minotauro troyano’. / Nuria García Peñalver

Asier Ganuza

Asier Ganuza

El multidisciplinar, inquieto e irreverente artista molinense Pepe Yagües inauguró este jueves una escultura de su propia factura en el barrio de Santa María de Gracia de Murcia. Lo hizo a iniciativa del galerista José Fermín Serrano, responsable de La Aurora, y con el beneplácito de los vecinos del bloque de viviendas número 2 de la calle Arturo Duperier, en cuyo jardín ha instalado su pieza para disfrute tanto de ellos como del resto de la ciudadanía.

La obra en cuestión se ha titulado Caballo habitado. Minotauro troyano, y mide 3,5 metros de alto. «En ella recreo a mi manera la historia del Caballo de Troya, que aparece en el libro segundo de la Eneida de Virgilio», recuerda Yagües. En esta ocasión, el molinense ha «minotaurizado» a Ulises, en una decisión estética marca de la casa, pues este ser mitológico es seña de identidad del artista. No obstante, lo ha hecho con la intención de «mostrar con esta hibridación mitológica una síntesis metafórica entre lo animal y lo humano o lo racional y lo instintivo». 

«Ulises, personaje heroico y engañador a partes iguales –valora el creador–, fue, según cuenta la leyenda, quien tuvo la idea del Caballo, y realizó como escultor el motivo equino que le sirvió para entrar en Troya. Yo hago en cierta forma de Odiseo realizando e introduciendo este caballo votivo en Murcia, para recordar a los murcianos que tenemos en nuestra región el fragmento más antiguo que existe en el mundo de la Eneida, aparecido en el Santuario de las Ninfas (de época romana), también llamada ‘Cueva Negra’, en el municipio de Fortuna».

Para este trabajo, Yagües ha trabajado con acero corten y piedra caliza, y el resultado es una silueta equina hecha a base de tiras metálicas con un Ulises con cabeza de toro encerrado en su interior. La pieza tiene un peso de doscientos kilos.