Entrevista | Toni Sánchez, 'Panxo' Cantante de Zoo

"Zoo ha dejado una huella bonita, pero no sé si en seis meses se acordarán de nosotros"

El adiós de la banda de Gandía pilló por sorpresa a todos menos a ellos mismos, claro, que empezaron a despedirse con un nuevo vídeo y una nueva canción, 'Epileg', con la que repasan su carrera y que ha dado paso a una última gira que terminará en agosto en el Pirata Beach de Gandía; aunque, antes, llegan a Murcia con dos fechas en Garaje Beat Club (mañana y pasado) y todo vendido

Panxo, tercero por la izquierda, junto al resto de Zoo.

Panxo, tercero por la izquierda, junto al resto de Zoo. / L. O.

voro contreras

Toni Sánchez, ‘Panxo’, contesta feliz a la gran pregunta que se han hecho muchos fans de la música después de que su banda, Zoo, anunciase el pasado mes de enero el final de su carrera: «Hemos hecho algo bonito, lo hemos disfrutado mucho y lo vamos a acabar bien». Y para ello han hecho una nueva canción, Epíleg –en la que también señalan que se van sin saber aún quiénes son, pero felices y sacando pecho por la misión cumplida– y una última gira que llega mañana a Murcia, que tendrá un segundo bolo el jueves y que, en ambos casos, alcanzará el aforo máximo de Garaje Beat Club (que colgó el cartel de ‘No hay entradas’ hace semanas). 

¿Es esa la «digna retirada» a la que cantaban en Cançó pòstuma?

Creo que sí. Siempre he tenido cierto miedo de que este grupo y este escudo y este símbolo acabara arrastrándose por los escenarios porque desde que salimos tuvimos un inicio muy fulgurante y muy bonito. Y hemos conseguido mantener ese brillo durante diez años tanto cara afuera como cara adentro. No me apetecía entrar en una fase de inercia, de vivir de rentas.

Pero ¿se han roto las velas, como también cantaban ahí?

No, las velas las hemos recogido nosotros y están preciosas. Pero era el momento de amarrar la barquita, descansar, dedicarnos a otras cosas en nuestras vidas. Nos vamos haciendo mayores, algunos miembros de la banda están formando familia y la vida también es eso.

¿Siguen teniendo más sed de vida que de fama?

La fama no la hemos padecido demasiado. Si nos comparamos con otros artistas, como mi hermano mayor [Pablo Sánchez, líder de La Raíz] al que le gusta este circo un poco menos que a mí, no hemos padecido. Incluso nos gusta y ahora estamos en un momento muy bonito; joder, la gente nos quiere y eso cualquiera lo agradece e incluso lo busca. Por suerte, como dicen los Carolina Durante, como mucho soy famoso en tres calles. Así y todo, continuo priorizando la vida a la fama.

¿Es difícil estar pensando siempre en himnos y no en mierda como también cantaban en Estiu?

Eso fue presión sobre todo para Raval (2017), el segundo disco, pero después esa presión no la hemos vuelto a tener y, si la hemos tenido, hemos aprendido a convivir con ella. Más que la presión, nos ha podido el agotamiento y el anhelo de recuperar otros aspectos de la vida.

Algunos hemos escrito que Zoo han encabezado una edad de oro del pop en valenciano.

Hemos sido conscientes de que dentro del País Valencià hemos sido, en los últimos años, el grupo con más repercusión. Pero eso no nos ha supuesto una responsabilidad porque solo somos responsables de lo que hacemos. Esta es una escena que camina con mil ritmos diferentes, y nosotros somos responsables del nuestro. Y tampoco nos hemos sentido referentes de nada ni hemos intentando actuar como si lo fuéramos.

¿Y la política? En Epíleg hacen referencia a la eterna pregunta sobre la ideología de Zoo.

Un grupo puede ser una bandera pero no un motor de transformación. Estamos orgullosos de haber acompañado algunos procesos de cambio que han sido bonitos y positivos, pero no vivimos de eso ni nos debemos a eso. Aun así, hay que ser muy tonto para no saber en qué lugar estamos situados ideológicamente. Pero no queremos hacer canciones al servicio del mismo discurso o de lo que quieran que digamos.

Una responsabilidad añadida a última hora en las redes sociales: Zoo ha de despedirse donde el público quiere, y no es un festival [su último concierto programado es en el Pirata Beach de Gandía, en julio]. 

Le hemos dado muchas vueltas a esta decisión. Este es nuestro cuarto año consecutivo de gira. En el primero hicimos un montón de conciertos autoproducidos en los que hacíamos nosotros todo el trabajo y corríamos con todo el riesgo. En el segundo, además, estuvimos todo el año diciéndole a la gente que tocábamos en el WiZink y en el Palau Sant Jordi. En el tercero, parecido. Y en este cuarto, cuando ya sabíamos que estábamos cansados, no nos apetecía volver a hacer todo ese trabajo. Muy posiblemente hubiéramos ganado mucha más pasta, pero queríamos disfrutar de la despedida de forma mucho más relajada. 

Si se hubieran esperado, podrían haber inaugurado el Roig Arena de Valencia. 

Exacto. Pero ¿y sí sale mal y nos vamos con ese mal sabor de boca? No queríamos.

¿Cuál será el recuerdo que deja Zoo?

En 2008 te hubiera dicho que el recuerdo sería brutal, pero tengo la sensación de que ahora se olvida todo mucho más rápido porque se consume todo mucho más rápido. Un grupo se retira ahora y a los seis meses ya no se acuerda nadie de él. Hemos dejado una huella bonita, nos hemos convertido en un grupo más intergeneracional y eso facilita que el recuerdo perdure, pero no sé si en seis meses se acordarán de nosotros.

¿Y qué huella le ha dejado a usted Zoo?

Me ha marcado la vida para siempre. Este proyecto me pilló ya con 31 años, había dado muchos tumbos musicalmente, venía de una generación a la que la crisis de 2008 le pegó muy fuerte y le dejó ante un futuro incierto. ¿Qué pasó? Pues que por caprichos del destino nuestras vidas se solucionaron, pudimos vivir de un trabajo que nos apasiona, nos convertimos en personas muy afortunadas y eso nos marcará para siempre. Me he comprado mi piso gracias a Zoo, así que decir que me ha solucionado la vida no es una frase hecha y la digo con orgullo. Y esa huella tan bonita teníamos miedo de ensuciarla si continuábamos por falta de lucidez artística.

¿Y ahora? ¿Volverá Orxata Sound System, como muchos anhelan?

Voy a borrarme un poco del mapa de la música, al menos como profesión. Si me viene una idea la llevaré adelante. Quizá ahora me seque y no se me ocurra nada, pero si lo hago no lo haré pensando en algún proyecto ni en el ‘Monet’ [la mascota de Zoo] ni en nada. Lo haré para disfrutar yo y después intentar disfrutar de mi pareja, de mi familia, de mis amigos y disfrutar de la vida.

¿Alguna vocación perdida que le gustaría encontrar?

Paseador de caminos y pueblos. No tengo ninguna ambición profesional. Podría ejercer de profesor de Filosofía, que tengo la titulación y estoy en bolsa (aunque desactivada). Pero vaya, solo quiero descansar, reorganizar mi cabeza y mi vida y ya el tiempo dirá.

FICHA

Fecha: Mañana y el jueves, 20.00 horas.

Lugar: Garaje Beat Club, Murcia.

Entradas agotadas.

Suscríbete para seguir leyendo