Espectáculo

Ángel Martín: "Solo escribo si tengo la sensación de que algo mío puede servirte de algo a ti"

El cómico catalán llega a Cartagena con su espectáculo ‘Punto para los locos’ tras publicar su segundo libro

Ángel Martín.

Ángel Martín.

Alba Giraldo

‘Punto para los locos’

Fecha: Este sábado, 18.30 horas.

Lugar: Auditorio El Batel, Cartagena.

Entradas agotadas.

Más de un millón de seguidores en X (antes Twitter) y 900.000 en Instagram. Hasta 83 fechas de su espectáculo Punto para los locos por toda España, con localidades agotadas en un buen puñado de esos show (incluido el del WiZink Center de Madrid de hace unos días, que suman 12.000 espectadores más al contador). Ya ha superado los 50.000, y mañana llega al Auditorio El Batel de Cartagena para seguir sumando. En la ciudad portuaria, por cierto, también se ha colgado el cartel de ‘Sold out’.

Ángel Martín se ha convertido en un ídolo de masas por su discurso a favor de la salud mental y sus fans lo siguen allá donde va. Tímido, cohibido y siempre puntual, el que fuera copresentador de Sé lo que hicisteis... le ha dado una vuelta a su carrera –‘informativos matinales para ahorrar tiempo’, incluidos– tras sufrir un brote psicótico en 2017 por el que estuvo ingresado en el módulo de psiquiatría de un hospital durante 15 días. De esta experiencia, que él mismo compartió con sus seguidores en sus redes sociales, nació su primer libro, Por si las voces vuelven (2021), con más de medio millón de lectores.

Ahora llega a Cartagena pocas semanas después de colarse en el número uno de las listas de ventas (en la categoría de ‘no ficción’) con su segunda obras, Detrás del ruido (2023), un escrito en el que responde a una de las preguntas que más le han hecho durante estos años: «¿Cómo lo has hecho para no recaer y que no se repita el brote?». «Es algo que puede parecer súper obvio a primera vista, pero yo no me planteé en ningún momento», asegura el catalán. «Solo escribo si tengo la sensación de que algo mío puede servirte de algo a ti», apunta. A partir de esta cuestión, el cómico comenzó a hacer un trabajo de introspección, la única manera que concibe «para saber si estás yendo en dirección a donde quieres ir» o te estás guiando por la inercia.

Inseguridad profesional

Aunque ahora se ha convertido en un fenómeno de masas, la vuelta al trabajo tras el brote se le hizo cuesta arriba. «Básicamente tienes la sensación de que no vales para nada», confiesa el barcelonés. «Yo no sabía hacer otra cosa que no fuera hacer comedia, pero salí del hospital con la sensación de que no iba a poder hacerlo nunca más», asegura. Se tuvo que forzar para poder comer y pagar el alquiler. «Lo hacía desde la inseguridad más absoluta. Fue el peor momento de mi vida. Estar trabajando con la sensación de estar haciendo todo mal es absurdo», recuerda.

Finalmente, Martín logró recomponerse gracias a su público y a tratar de ser más inteligente que el dolor. «El dolor y la vergüenza te dicen que va a ser imposible», comenta, pero el pensamiento objetivo «te dice que la gente que va a las funciones no te conoce de nada, no sabe quién eres, no tiene ninguna obligación de reírse y ha pagado dinero por verte. Si no fuera divertido se irían», reconoce.

Aunque parece que se ha ganado conciencia a favor de la salud mental, el autor destapa la hipocresía que existe en la defensa de estos trastornos. «Somos maleducados con los nuestros. Decimos mucho que nadie está haciendo nada, pero cuando llegas a tu casa y alguien que vive contigo te dice que ha tenido un mal día, lo primero que le dices es que no te caliente la cabeza porque tú también has tenido un mal día», expresa. «¡Pero si vienes de una manifestación a favor de cuidar la salud mental! ¿Qué me estás contando? Te he visto con pancartas diciendo que había que cuidar a los otros, pero luego llegas a tu casa y le desprecias de esa manera. Hostia, no», apostilla el humorista.

El presentador también considera que hay diferencias respecto a la defensa de la salud mental entre las generaciones. La gente de más de 50 años se ha pasado mucho tiempo construyendo una forma de pensar y cambiarla es imposible. «Te enfrentas a lo que nadie quiere enfrentarse, que es aceptar que lo has estado haciendo mal y estabas equivocado», manifiesta. Por tanto, la manera más fácil es no romper el patrón y «culpar al otro de que es flojo, mientras por dentro sientes que estás roto».

La realidad y el ruido

Detrás del ruido comienza con una reflexión: «Aprende a distinguir lo que quieres de lo que necesitas». «En mi caso, me doy cuenta que lo que necesito siempre es una emoción más profunda que lo que quiero», expresa el presentador. El punto de partida hacia la reconstrucción, según Martín, es «tratar de ser honesto con uno mismo».

Sin embargo, no siempre es fácil eliminar todo el ruido. Martín asegura que la soledad, lejos de los dispositivos electrónicos y las redes sociales, es la mejor forma de poner orden, encontrarte y ver lo que de verdad está pasando. «Cuando tú te levantas por la mañana, coges el móvil y miras redes, te aseguro que es como meterte una raya de coca. Es exactamente igual», alerta. Detrás de ese ruido, el autor ha encontrado «una especie de carretera nueva, que no está hecha y la vas construyendo tú». En ese camino, se ha descubierto a él mismo y ha entendido la intención y los motivos detrás de las cosas que hace.

Pero el libro no solo acompaña a aquellas personas que están atravesando un momento complicado, sino también a los que tienen alrededor a seres queridos que se enfrentan a situaciones complicadas. «Mucha gente dice: ‘Yo no sé cómo actuar cuando alguien está mal’. Mi pregunta es: ¿Tú nunca has estado mal? Si lo has estado, sabes lo que te venía bien y lo que no. De momento, no hagas lo que sabes que a ti te venía muy mal», argumenta Martín, que considera que nos deberíamos escuchar más y ponernos en el lugar del otro.

Ángel tiene libretas llenas de frases que se le van ocurriendo durante el día cuando se escucha. De una de ellas surgió este segundo libro. De momento, él ha podido encontrar el silencio detrás del ruido y asegura que ahora no le queda nada por explicar en futuros tomos. Eso sí, no descarta seguir encontrándose preguntas por el camino ni compartiendo sus reflexiones sobre el escenario, como hará esta tarde en El Batel.