Entrevista | Noelia García Pérez Docente

"Lo que más me atrajo de las mujeres de la Casa de Austria fue su imagen de poder"

La profesora titular de Historia del Arte de la UMU dirige el ciclo ‘El Prado en femenino’, con una serie de ponencias que ponen el foco en el papel de la mujer en el arte, un tema en el que se ha especializado a través de años de investigación. 

La profesora Noelia García  Pérez en el Museo del Prado.

La profesora Noelia García Pérez en el Museo del Prado. / L. O.

Lola López

Lola López

Pocas veces es consciente el espectador del entramado que hace posible estar frente a un cuadro en un museo. La pintura permite una mirada a nuestro recorrido, y al igual que en todas las facetas de nuestra historia, las mujeres son tan fundamentales como, habitualmente, invisibilizadas. Bien lo sabe, Noelia García Pérez, profesora de Historia del Arte en la Universidad de Murcia y directora del ciclo ‘El Prado en femenino’ del museo de la capital. 

¿Cómo surge la iniciativa de ‘El Prado en femenino’? ¿Cómo se gesta y se lleva a cabo esta idea?

‘El Prado en femenino’ engloba actividades muy diversas desde itinerarios expositivos a publicaciones, pasando por piezas audiovisuales, contenido digital... Este ciclo de conferencias es una de ellas. El programa comienza su andadura en la primavera 2021 cuando el director del museo [Miguel Falomir], me confía la realización de un simposio sobre el destacado papel que las mujeres de las casas reales europeas han desempeñado en la formación de las colecciones del museo. El proyecto surge vinculado al Centro de Estudios, y de ahí se va abriendo a otros departamentos gracias a que el museo cuenta con un equipo humano y profesional extraordinario que se entrega con trabajo, dedicación y cariño, consiguiendo que esta iniciativa sea hoy un referente internacional.

¿Y cómo nace su vinculación con el que es, podría decirse, el museo más importante de nuestro país?

Mi vinculación al Museo del Prado comienza poco después de acabar mis estudios en la UMU, con una beca como ayudante de conservación en el departamento de Pintura italiana medieval y del Renacimiento. Allí empezó todo: allí fue donde empecé a trabajar sobre patronazgo artístico femenino en la Edad Moderna. Y ahora, veinte años después, regreso al museo.

Además de coordinadora, es ponente en una de las jornadas, la del 28 de febrero, que tiene como tema central a las mujeres de la Casa de Austria. ¿Cuál es la magia de este tema?

Yo comencé trabajando sobre el patronazgo artístico de Mencía de Mendoza, una de las principales promotoras del arte y la cultura de la primera mitad del siglo XVI. Después, comencé a investigar sobre las mujeres de la Casa de Austria: lo que más me atrajo de ellas fue la construcción de su imagen de poder, y a ese tema he dedicado gran parte de mis investigaciones. Fueron mujeres muy poderosas que tuvieron que ejercer funciones políticas en un contexto en el que aún tenían plena vigencia las teorías que cuestionaban la legitimidad de un gobierno femenino. No fue una tarea fácil y el arte fue un gran aliado para ellas.

"Tradicionalmente se ha puesto el foco en los hombres que encargaban las obras, pero las promotoras fueron igual de decisivas"

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No puedo resistirme a pedirle alguna anécdota sobre ellas.

Mi conferencia se centra en las colecciones de retrato que formaron las mujeres de la Casa de Austria en la Edad Moderna. La política matrimonial de los Habsburgo hizo que abandonaran la corte española para casarse con los herederos de las principales casas reales europeas. Alejadas de su tierra y sus seres queridos, los retratos fueron fundamentales para mantener vínculos emocionales. Es el caso, por ejemplo, de Juana de Austria, separada de su único hijo, Sebastián I, cuando este tenía solo nueve meses y al que no volvería a ver en persona nunca más. Sabemos de la emoción de la princesa al recibir los retratos que periódicamente le mandaba su suegra y tía, Catalina de Austria, para ver cómo crecía su hijo. En algunos casos, tenemos testimonio de que lloraba de emoción al verlos.

Se ha especializado en el papel de la mujer en al arte. Parece un campo muy enriquecedor, pero ¿ha sido difícil dedicarse a visibilizar a la mujer en esta industria ? 

Cuando comencé a hacer mi tesis doctoral éramos muy pocos los que trabajamos este tema. Los estudios sobre patronazgo femenino tenían, entonces, un recorrido historiográfico de apenas diez años y los principales estudios se habían realizado en el ámbito anglosajón… Había mucho por hacer y sigue habiéndolo. Es un tema fascinante con el que disfruto inmensamente.

Tengo que preguntarlo: ¿hemos mejorado en algo en dar crédito a la mujer en el arte? 

Hemos mejorado, pero queda un largo camino por recorrer. La perspectiva de género está cobrando peso en los programas de educación secundaria y, por supuesto, en la universidad. Era una asignatura pendiente. En un ámbito más amplio, en la sociedad en general, iniciativas como ‘El Prado en femenino’ suponen una contribución esencial.

Ya que menciona el ciclo, resulta especialmente interesante que gire en torno a las mujeres, ya no como artistas o musas, sino como guardianas del arte: esenciales para que las obras lleguen hasta nuestros días, ¿es así?

Efectivamente. El problema es que, tradicionalmente, se ha puesto el foco en el papel que, en este sentido, han desarrollado los hombres que encargaban estas obras. Las investigaciones han revelado que detrás de los grandes artistas de la Edad Moderna, las promotoras fueron tan decisivas como los hombres o, incluso, más. Por ejemplo, siempre asociamos el nombre de Tiziano con Carlos V o Felipe II, pero la principal propietaria de obras del pintor veneciano fue María de Hungría. Como este ejemplo hay muchos más. Es fundamental revisitar la historia del arte.

Retrato de Juana de Austria, obra de Antonio Moro en 1560.

Retrato de Juana de Austria, obra de Antonio Moro en 1560. / L. O.

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Una no puede evitar pensar que, una vez más, el papel de cuidadora asociado tradicionalmente a la mujer también se extrapola al arte.

Las mujeres a lo largo de la historia han desempeñado un papel muy importante como cuidadoras de la memoria familiar y, en parte, el patronazgo femenino también se ocupa de eso.

Es profesora de Historia del Arte en la UMU, ¿cómo incorpora estas relaciones entre arte y género en las aulas?

Una de mis asignaturas, Arte del Renacimiento en Europa, la imparto desde la perspectiva de género, examinando el arte de este período a través de las principales colecciones artísticas femeninas del siglo XVI. Todas las asignaturas deberían mostrar un claro compromiso por visibilizar esta perspectiva. Es fundamental formar a nuestros alumnos en la igualdad.

¿Y cómo reciben los alumnos y alumnas esta perspectiva?

En mi experiencia, la reciben con mucho interés. La prueba más evidente es la cantidad de trabajos fin de grado, fin de máster y tesis doctorales que se han realizado en los últimos años sobre este tema.

Además, en la UMU organiza las Jornadas de Investigación, Arte, Poder y Género. ¿Puede adelantar algo de la edición de este año?

Estamos muy satisfechas con gran acogida y los resultados de este encuentro que reúne cada año en nuestra ciudad a los principales especialistas internacionales en el tema. A lo largo de estos años, hemos abordado a las figuras de María de Hungría, Juana de Austria, Isabel la Católica y sus hijas, pero también temas transversales como la relación entre mujer y retrato en el Renacimiento, o la establecida entre artistas y patronas en este periodo. Este año nos centraremos en imagen y devoción femenina en la Europa del Renacimiento, un tema fascinante.

Además de ‘El Prado en Femenino’, ¿qué le depara el recién estrenado 2024?

Pues lo próximo, tras el ciclo de conferencias, es la inauguración del itinerario en el mes de abril. En eso estamos trabajando ahora, porque ya no queda nada… No os lo podéis perder.