Exposiciones

Hipertelia: una mirada artesana sobre la inteligencia artificial

El Centro Párraga acogerá hasta finales de febrero la muestra de Mónica Rikic, premio de Cultura de Cataluña 2021

La artista electrónica imagina «una vida posible de los propios artefactos»

Mónica Rikic expone Hipertelia en el Centro Párraga hasta finales de febrero.

Mónica Rikic expone Hipertelia en el Centro Párraga hasta finales de febrero. / Francisco Peñaranda

Lola López

Lola López

La hipertelia hace referencia a una condición que se da cuando el desarrollo excesivo de un órgano hace que pierda su función. En una época en la que la tecnología está tan intrínsecamente ligada a la vida humana, la artista electrónica Mónica Rikic ha bautizado así a esta exposición que desde el sábado, y hasta el 24 de febrero, podrá visitarse en el Espacio 2 del Centro Párraga. 

Sus creaciones invitan al espectador a reflexionar sobre la inteligencia artificial a través de dispositivos electrónicos de factura artesanal, animando a reapropiarse de esos sistemas cognitivos. ¿Qué pasaría si esta tecnología, cada día más protagonista, desembocara en la posible vida propia de los artefactos? Esa pregunta lanzaba Manuel Cebrián, director general del Instituto de las Industrias Culturales y las Artes (ICA) durante la inauguración de la muestra. «Estamos ante una propuesta muy interesante en la que se nos presenta una nueva visión de la inteligencia artificial en la que esta no tiene una función productiva, sino una vida», explicaba acerca de la exposición que ha comisariado David Armengol.

Con esta exposición, Mónica Rikic, que en 2021 obtuvo el premio de Cultura de Cataluña, se aparta del debate sobre la sustitución de los humanos por las máquinas y trata de crear posibilidades alternativas en las que los sistemas cognitivos artificiales podrían vivir como un ser más. Ha dado ‘vida’ (al menos, así es si el espectador se permite entrar en esas realidades alternas que habitan ahora en el Centro Párraga) a sus creaciones a través de la programación algorítmica y los sistemas computacionales, que le han permitido dar vida, marcar unas pautas de comportamiento, a unos objetos. Esos prototipos sensibles no buscan producir, no tienen función, sino que buscan existir, reaccionar a estímulos, formar parte de un ecosistema. En definitiva: ser. 

Mónica Rikic junto a algunas de las piezas de la exposición Hipertelia.

Mónica Rikic junto a algunas de las piezas de la exposición Hipertelia. / Francisco Peñaranda

Seis fases organizan la disposición de estas creaciones (entre las que se encuentran esculturas, instalaciones y piezas en movimiento) en el espacio. Etiquetadas como «génesis, simulación, réplica, creación, evolución y revolución», guían a los visitantes a través de esas posibles evoluciones futuras de las máquinas. Una ventana a un futuro en el que la tecnología no está al servicio del hombre, sino que ha trascendido de su servidumbre. 

Mónica Rikic, nacida en Barcelona en 1986, es una artista electrónica que, a través de sus estudios e investigaciones, se ha especializado en la relación entre tecnología y arte. Interesada en el pensamiento crítico con las tecnologías alternativas y el ‘open hardware’, se enfoca en el código creativo y la electrónica, combinándolos con objetos no digitales para crear proyectos interactivos e instalaciones robóticas. Ha participado en festivales, exposiciones y residencias internacionales

Esta es la primera colaboración entre La Capella (espacio de referencia del arte emergente en Barcelona, centro para el que se produjo esta muestra en 2023) y el Centro Párraga. La obra puede visitarse, hasta el 24 de febrero, de lunes a viernes en horario ininterrumpido de nueve de la mañana a nueve de la noche.