Cultura

Muere Antonio Álvarez, padre del Salón del Manga de Murcia

El gestor cultural logró hacerse un nombre gracias al éxito de 'Murcia se ReManga' y ha dejado un legado inmortal en la Región, con cifras en cada edición al alcance de muy pocos salones del género

Antonio Álvarez, director del Salón del Manga de Murcia.

Antonio Álvarez, director del Salón del Manga de Murcia. / Juan Carlos Caval

La Opinión

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La comunidad otaku de Murcia se ha quedado huérfana. Antonio Álvarez, director del Salón del Manga de la capital del Segura –así como de los de Cartagena y Lorca, entre otros eventos– falleció este miércoles a los 54 años.

Hermano del popular dibujante mazarronero Juan Álvarez, que actuaba como su indispensable mano derecha en cada uno de los eventos que ponía en marcha –el historietista ejercía como director artístico mientras que él se desempeñaba como coordinador general–, se había hecho un nombre como gestor cultural gracias al éxito del 'Murcia se ReManga', que se ha convertido en una de las citas con la cultura japonesa mas importantes del país. Tanto es así que exportó su modelo a otras localidades como las ya citadas y Torre Pacheco, donde cada invierno celebra el Winter Freak, que tiene previsto celebrar su novena edición los días 24 y 25 del próximo mes de febrero.

Álvarez, que fue de los pocos programadores que logró reinventarse con éxito durante la pandemia –orquestó en 2020 una edición virtual del Salón del Manga de Murcia que se convirtió en "el mayor evento online de cuantos se han celebrado en la Región"–, solía restarse méritos y centraba los halagos en su equipo de colaboradores, pero, sobre todo, en la comunidad que cada año atiende a su llamada. "Nuestro pago es la ilusión; la de la gente y la nuestra. Estar juntos, volver a trabajar en esto y mantener la máquina en marcha es duro, estresante y laborioso, pero es un reto que nos gusta afrontar juntos. Además, nos sentíamos casi en la obligación de dar la cara por este público, que es nuestro motor", decía en una entrevista para La Opinión aquel año. "A ellos se lo debemos todo –insistía–; ellos son los que nos han puesto donde estamos. Son los responsables de que podamos seguir haciendo este salón año tras años, así que esto es para ellos».

En sus últimas ediciones, el 'Murcia se ReManga' ha logrado establecer una media de 35.000 visitantes; cifras al alcance de muy pocos salones, al margen de los mastodónticos eventos que se celebran cada año en Madrid y Barcelona. Y, en una charla reciente que su hermano Juan mantuvo con esta redacción –a raíz de la presentación de su ultimo trabajo, Sueños de tinta (2023)–, aseguraba que la intención de ambos era seguir proyectando esta cita hacia el futuro, pese a las dificultades que acarrea: "La gente, desde luego, parece que responde. Pero va a depender de que la Administración siga involucrándose (como ha hecho hasta ahora), porque este es un evento que, aunque lleve ya un tiempo realizándose, cuesta mucho sacar adelante... Pero bueno, sí, somos optimistas".

Ahora el futuro se presenta algo más oscuro sin el que ha sido el rostro más visible del proyecto, que incluso en 2019 fue asaltado tras clausurar la edición de aquel año: le asestaron varias puñaladas y le robaron parte de la recaudación. Pero aquello no le desanimó y continuó luchando para ofrecer anualmente salones lo más completos posibles, inclusivos y para toda la familia. Sus propuestas llenaban de color durante un fin de semana aquellos municipios que tuvieron la suerte de contar con 'los Álvarez' para sumergirse en un mundo hasta no hace tanto repudiado y marginado por buena parte de la población y que, gracias a gente como ellos, hoy se presenta orgulloso ante el mundo. Por eso hoy es un día triste para la comunidad friki, pero el legado que Antonio deja en la Región es inmortal.