Cultura

Manuel Coronado y Cristina Arcas Valero: comunicados por el arte

El reconocido creador ha anunciado que legará tanto su obra como su colección privada, entre los que se incluyen varios mirós y picassos, a la fundación de su compañera en Lorca

Los protagonistas de la muestra pasean por la sala de exposiciones.

Los protagonistas de la muestra pasean por la sala de exposiciones. / Pacual Vera

Pascual Vera

Pascual Vera

Con la sinigual voz de Federico García Lorca, a la que confirió vida la actriz María Luisa San José, musa del cine de la Transición, sobrevolando el impresionante inmueble lorquino Palacio Huerto Ruano, era inaugurada la pasada noche del lunes 4 de diciembre la exposición La comunicación a través del arte, de los artistas Cristina Arcas Valero y Manuel Coronado, que permanecerá abierta a todos en jornada de mañana y tarde hasta el 29 de diciembre.

«Yo siempre encuentro ángeles en mi camino, pero cuando me crucé con Cristina Arcas Valero, me di cuenta de que, además, éste era un ángel que pinta». La frase es del propio Coronado, encargado de presentar una muestra en la que las obras de la joven y las del veterano pintor mantienen, a decir del reconocido artista aguileño, «un fluido diálogo que enriquece su mutuo mensaje».

«Cristina es mejor que yo porque es pura», señaló Coronado durante el acto, asegurando que la joven «es una auténtica creadora».

Por parte de Coronado, la exposición cuenta con una representación de las obras pintadas a lo largo de su carrera artística, que se extiende a lo largo de más de 65 años. Entre ellas se cuenta una perteneciente a la serie Vergüenza humana, con la que denunció en 2008 «la terrible situación vivida cada año por miles de personas que intentan llegar a Europa por mar, encontrando muchas de ellas la más cruel de las muertes». «El Mediterráneo ha pasado de ser un mar de cultura a convertirse en una fosa común», aseveró el artista.

Coronado anunció, además, que tanto su legado artístico como su colección privada, integrada por centenares de obras de los creadores más importantes de los últimos tiempos –entre los que se incluyen varios mirós y picassosse quedarán en Lorca gracias a la Fundación Cristina Arcas Valero: «Tengo una hija inglesa que, como todos los ingleses, es una pirata –comentó entre bromas y veras el pintor– y quería echarme de mi propia casa y quedarse con mi colección, pero ahora estoy tranquilo, pues gracias a la Fundación Cristina Arcas Valero se quedará en Lorca para ser disfrutada por todos», aseguró.

Manuel Coronado y Cristina Arcas en la inauguración.

Manuel Coronado y Cristina Arcas en la inauguración. / Pascual Vera

Por su parte, Rosa Valero Canales, presidenta de la Fundación, comentó que el motivo por el que la actriz María Luisa San José recitó un pasaje de la obra Bodas de sangre es porque una de las plantas que albergará la Fundación estará dedicada a Federico García Lorca, escritor cuyos antepasados eran lorquinos.

La presidenta dijo también que la Fundación Cristina Arcas Valero, creada el pasado 30 de mayo y ubicada en pleno casco antiguo de la ciudad de Lorca, tiene como fines contribuir a la promoción de la cultura en Lorca y la realización de talleres de formación, charlas y conciertos. Comentó asimismo que entre las finalidades de la Fundación está la de reconocer a su hija Cristina, el motor de su vida; poner en valor las capacidades especiales en personas a las que no se les presupone; ofrecer un espacio para exponer su obra a los artistas noveles; dejar su legado en beneficio de la cultura en su ciudad y dar respuesta a las personas que, tras una vida haciendo una colección de pintura, temen que se malvenda y no sean conservadas sus obras para la posteridad.

¿Quién es Cristina?

Cristina Arcas Valero, nacida en Lorca en 1991, padece Nexmif, una enfermedad rara sobre la que su madre, Rosa Valero, está realizando su tesis doctoral en la Universidad de Murcia. El centro multidisciplinar de atención integral a personas y familias con enfermedades raras y sin diagnóstico que D´Genes tiene en Lorca, lleva también el nombre de Cristina Arcas.

Esta enfermedad limita a Cristina en su expresión oral y otras manifestaciones, pero la joven posee, sin embargo, esa particular forma de expresar sus sentimientos a los demás de la que tanto habla el artista Manuel Coronado. De una manera pura, prístina, sin filtros. Y se ofrece con lo mejor de sí misma a los seres que intuye que la quieren y que albergan sentimientos positivos ante ella. Una corriente que, en el caso de Coronado, este cronista pudo comprobar que se torna en complicidad, empatía y camaradería. Toda la que pueda haber entre una joven con problemas para expresarse y un octogenario, un artista veterano y una persona locuaz, facunda y hasta lenguaraz. Y más, mucho más.

Su comunicación es casi mágica. Y ha encontrado en un lenguaje tan universal como la pintura un cauce que ha desembocado en una camaradería creadora aupada y jaleada continuamente por Coronado. En los dos años que hace que sus vidas se cruzaron son ya varias las exposiciones que han protagonizado ambos, abriendo, con su particular expresión artística, cauces en los que confluyen bondad y belleza, creatividad y sensibilidad, naturaleza y arte –tales son los títulos de sus exposiciones conjuntas–, y esta comunicación a través del lenguaje creativo que, por encima de las palabras, constituyen los pinceles, los lienzos y la imaginación.