Literatura

‘Héroe del Rif’, el tributo a un pueblo marcado por la guerra

Rodolfo Castro debuta en la literatura con una «metanovela» que mezcla géneros y se inspira en la historia de su abuelo

EFE

El periodista y profesor Rodolfo Castro presentó hace unos días en Murcia su libro Héroe del Rif (Extravertida Editorial, 2023), un relato con el que rinde tributo a toda una generación de españoles que sobrevivieron a la guerra civil a través de la voz de su protagonista, un redactor de un periódico local. El ganditano, que firma con este su debut literario, mezcla de géneros, manuscritos, documentos históricos y textos de ficción en un trabajo subtitulado Apuntes para una novela y que recorre los últimos cien años de historia de España.

Héroe del Rif surge de la curiosidad del autor sobre la vida de su abuelo materno, un ferroviario de Málaga que salió de servicio el 18 de julio de 1936 de Puente Genil (Córdoba), donde vivían, para regresar tres años después y convertido en víctima de un «paréntesis forzoso» que, según confiesa, nunca llegaron a cerrar ni él ni los suyos. La cuestión es que, más de ochenta años después, a consecuencia del hallazgo en 2017 en el Archivo General de Salamanca del expediente de su abuelo en la antigua compañía andaluza de ferrocarriles, se planteó novelar la historia familiar y el drama vital de toda una generación dividida por dos bandos, a partir de las peripecias y la transformación personal de un héroe de ficción, en este caso un profesor de Literatura que fue alistado en el ejército en 1921 para combatir en Marruecos.

Pero Héroe del Rif es también una «metanovela», como explica su autor, que recrea el proceso de creación literaria desde la mirada y la acción de ese redactor de periódico de Algeciras que accede accidentalmente a un archivo histórico, en este caso relacionado con el heroico profesor, y se compromete a clasificar sus documentos para que sirvan de base de un futuro libro.

Además de en la vida de su abuelo, represaliado por su afiliación a la CNT, Castro se ha inspirado en su abuela Dolores, una narradora «espléndida» pero que, a pesar de esa virtud, nunca «bajó al detalle» cuando le preguntaba por esos años de guerra y posguerra. «He escrito pensando en cómo lo habría contado mi abuela, que guardaba silencio y a la que se le quebraba la voz» cuando hablaba de lo que su marido vivió.