Feria del Libro de Murcia 2023: «¡A más, mejor!»

El Paseo Alfonso X acoge la edición más numerosa y larga desde su recuperación: más de ochenta casetas y diez días

Asier Ganuza

Asier Ganuza

La primera reacción de quienes se acercaron este viernes a la Feria del Libro de Murcia (si ya lo habían hecho en ediciones anteriores) era la misma en todos los casos: de sorpresa. Sorpresa porque la Avenida Alfonso X El Sabio lucía ayer, en la jornada inaugural de este gran evento literario, como nunca antes. Ya se sabe que cantidad no es sinónimo de calidad, pero si de lo que se trata es de perderse entre libros y más libros, de conocer y dejarse recomendar, desde luego la apuesta de este año es acertada.

Si usted, lector, todavía no ha podido pasear entre las casetas que este viernes levantaron la persiana, basta con una imagen para comprender la magnitud de la cita (sobre todo, en comparación con lo ocurrido años atrás): en este 2023, los stands van desde El Chambi, prácticamente en Santo Domingo, hasta la estatua del rey que da nombre al paseo, a apenas unos metros de la Plaza Circular. Pero es normal: se ha pasado de 59 entidades participantes (entre librerías, editoriales y asociaciones de diverso calado) a más de ochenta.

Claro, esto garantiza una oferta amplia y muy variada: hay bestsellers, pero también novelas más desconocidas (de ficción o no ficción), hay clásicos, hay ensayos, crónicas, libros infantiles, de carácter académico e, incluso, cómics, cuya presencia ha aumentado notablemente respecto a anteriores ediciones.

Eso, en lo que respecta al lector (y eventual comprador), que un año más respondió a la llamada de la Asociación de Creadores y Artistas Palin, principal organizadora de esta Feria (con el apoyo del Ayuntamiento de Murcia). Porque, como es lógico, ellos (los lectores) acogieron con alegría este muy evidente crecimiento. «¡A más, mejor!», señalaba un vecino, interrumpiendo con gracia una conversación.

Pero parecía propicio preguntarle también a la otra parte, a los libreros (barra editores), porque, obviamente, más oferta significa también más competencia.

El problema es que, sí, todos los que han pagado para poder montar allí su stand esperan poder recuperar parte de la inversión, pero esto, como señalaba José Daniel Espejo, de Libros Traperos, es «una especie de fiesta de la literatura», y si hablamos de celebrar..., pues también: «¡A más, mejor!».

Así lo entendía también el escritor (y mercero) Paco López Mengual, una de las cabezas visibles de la editorial La Fea Burguesía, que este año vuelve a aunar fuerzas con otras tres editoriales de la Región: Tirano Banderas, Alfaqueque y Gollarín. «Al final, de lo que se trata principalmente es de que haya un buen ambiente literario, ¿no?, y cuantos más apostemos por ello..., pues sí, mejor. Porque lo que realmente queremos todos es acercar nuestros libros a los lectores, charlas con los autores, saludar a amigos del sector... Eso es lo bonito de la Feria», apuntaba el molinense.

Un clima así, por supuesto, es ideal para darse a conocer. Por eso son muchas las librerías y editoriales de la Región que han querido animarse este año por vez primera. Es el caso de la tienda especializada en cómics 7 Héroes y de la ya citada Libros Traperos, de la ONG Traperos de Emaús (con su espacio en Ronda de Garay).

«Como somos nuevos, no sabemos muy bien que esperar –señalaba Fátima, al frente del stand de la primera–, pero bueno, nos conformamos con darnos a conocer un poco entre la gente, porque llevamos ya unos cuantos años en la tienda, junto al Zig Zag, pero seguro que todavía podemos enganchar a alguno...», apuntaba entre risas. Para ello, recomendaba a los amantes del género visitar sus redes sociales, donde van colgando todas las actividades previstas para estos días (firmas, charlas...), con protagonistas como Ana Galvañ y Daniel Acuña.

Por su parte, Espejo reconocía que la apuesta, el ser parte de esta feria, ha sido muy meditada entre los miembros del equipo de su librería. «Tuvimos un debate interno, pero al final decidimos que sí, que íbamos a ponernos aquí, en el centro de Murcia, y que íbamos a lanzar un mensaje», explicaba el autor de Los lagos de Norteamérica (2019), entre otros textos.

¿Y cómo? Pues muy sencillo: «Hemos decidido contar una historia con la selección de libros que hemos traído a la caseta; una historia crítica, anticapitalista, diversa..., acorde con los valores de Traperos de Emaús. Aquí no hay bestsellers ni cosas que nos parezcan retrógradas o reaccionarias», señala Espejo, que junto a sus compañeros ha priorizado libros de «editoriales independientes y con discursos reivindicativos».

"Ojalá darnos a conocer también en Murcia"

Ellos son ‘la otra Feria’, la que escapa de las propuestas generalistas de El Corte Inglés, la Casa del Libro o la FNAC, también presentes en Alfonso X con las últimas y más destacadas novedades del sector editorial. O de la librería Santos Ochoa, con tiendas en todo el país e, incluso, en la Región y alrededores (están en Cartagena, La Zenia, Torrevieja y Alicante), pero sin un espacio físico en la capital del Segura. «Ojalá darnos a conocer también en Murcia. Pero bueno, lo principal es el contacto con los lectores; eso es lo más bonito de este oficio», apuntaba Pepa, encargada de este stand. 

Inauguración de la Feria del Libro de Murcia 2023

Inauguración de la Feria del Libro de Murcia 2023 / Juan Carlos Caval

Pero es que en el Tontódromo hay sitio para todos, grandes y pequeños. Es el caso de Newcastle Ediciones, cuya caseta es otra de las que albergan «cosas diferentes». «A mí la novela no me interesa. Estoy ya viejuno; eso es para la gente que tenga tiempo –señalaba con sorna su fundador, Javier Castro Flórez–. No edito ficción, solo no ficción, y dentro de eso, mis libros tienen una segunda característica: no son gordos. Yo al llegar a la página 400 empiezo a acordarme de la madre que parió al escritor...», aseguraba este viernes, al poco de levantar la persiana. Lo suyo son biografías, memorias, libros de crónicas, de viajes, ensayos..., «pero que sean cortos e intensos. Yo a la gente que se acerca le digo: ‘Mira, tengo un libro absolutamente espectacular: Visita de año nuevo (2020), de Antonio Moreno’, y me dicen: ‘¿De qué va?’, y digo: ‘De la muerte de la madre del autor’. Claro, la gente pone cara de póker, pero de verdad que es un libro maravilloso». Tomen nota.

Castro Flórez es la segunda vez que monta su stand en la Feria –para encontrarse con sus «pocos lectores» y darse un poco más a conocer–, pero Educania, por ejemplo, se ha convertido en fija para la Asociación Palin (este es su cuarto año). «Desde el momento en que nos dijeron que iban a recuperar la Feria, decidimos apuntarnos sin pensarlo. Porque nos encanta y porque es un escaparate importante. Y el esfuerzo es importante, ¿eh?, porque supone partirnos en dos y duplicarnos, pero hacemos las carambolas que hagan falta. Con ilusión y con alegría, se puede», aseguraba Ana, encargada de la librería, especializada en literatura infantil y juvenil, así como en el juego educativo y la papelería creativa. Además, la feria del año pasado se dio «superbién» y las expectativas de este año son altas. Solo le preocupaba «llegar al final sin muchos problemas físicos».

Hasta el 15 de octubre

Y es que este año, la Feria del Libro de Murcia no solo ha crecido en casetas, también en días: se prolongará hasta el 15 de octubre, y con más de quinientos autores invitados a participar –con firmas o de la forma que sea–, es estima que serán unas 250.000 las personas que recorran Alfonso X hasta su clausura.

«Se ha convertido, creo, en una de las más grandes de España (no sé si la tercera o la cuarta)», apuntaba López Mengual. Y eso, claro, atrae a editoriales y librerías de toda España, de punta a punta: de Galicia, con la Asociación Gallega de Escritores (en el expositor número 80), a Almería, de donde vienen Los Libros de Minny. «¡Esta es la mejor feria que hay!», señalaba, risueño, el responsable de esta última, Fran Cazorla, que se declaraba un fanático de este tipo de eventos.

De hecho, vaticinaba que estos diez días se le van a hacer «cortos»: «Disfrutamos como niños. Será el último día, al recoger, cuando digamos: ‘Madre mía, la que llevamos en el lomo...’, pero cuanto estemos de vuelta nos quejaremos, lo echaremos de menos». Por cierto, si lo que buscan son clásicos, esta es su caseta. Y, ya saben: «¡A más, mejor!».