Entrevista | Miguel Ríos Cantante

"La fama solo es peligrosa cuando te la crees; ahí te vuelves gilipollas"

El rey del rock and roll español se encuentra celebrando el cuarenta aniversario de su disco más celebrado, el icónico directo ‘Rock & Ríos’. En Murcia actuará esta noche y aprovechamos para preguntarle por el tour, el álbum y lo que ha cambiado en estas cuatro décadas

Miguel Ríos (Granada, 1944)

Miguel Ríos (Granada, 1944) / JOSÉ LUIS ROCA

Dice Miguel Ríos que los viejos rokeros nunca mueren, y él lo lleva a rajatabla. La historia del rock español no sería la misma ni se entendería igual sin el rockero granadino. Su undécimo álbum, el mítico Rock & Ríos, grabado en directo durante aquel concierto de 1982 en el Pabellón de la Ciudad Deportiva del Real Madrid, de inmediato se convirtió en uno de los más aclamados del artista y en uno de los discos más vendidos de la historia del género en España. Ahora se encuentra celebrando el cuarenta aniversario de su lanzamiento con una gira que hoy llega a Murcia. Porque a sus 79 tacos, Miguel Ríos no se rinde, vive en la carretera. Es el rey del rock español ha alcanzado la eternidad. Hijos del rock and roll, bienvenidos.

Más de cuarenta años después, se verá muy distinta esta gira respecto a 1982: industria, sociedad, país…

Claro. Cuarenta años es mucho tiempo en una sociedad que no para de crear productos de dudosa necesidad, para seguir alimentando el mercado, Dios y señor de nuestros días, y los mercaderes ahora viven en los templos de la Bolsa. La desigualdad reina.

La primera tanda de esta conmemoración fue en marzo de 2022 en Madrid, cuando reunió a más de treinta mil personas en dos conciertos únicos. ¿Funcionó tal como esperaba? ¿Qué esperaba?

Pues, teniendo en cuenta que ese disco y su gira, más la que le siguió, El rock de una noche de verano, contribuyeron al establecimiento del rock como música hegemónica de aquella década, sí cubrió todas mis expectativas. Esperaba que toda la gente que me para por la calle para contarme sus vivencias con Rock & Ríos del ‘82, lo que aquel disco pesó en su vida, sintiera, como yo, la curiosidad de ver a un tipo de 79 tacos en la cuerda floja, donde siempre ha reinado.

¿Qué le motiva en estos momentos para seguir sobre los escenarios?

La motivación viene del respeto hacia el público, que son mis mecenas, y de la necesidad de comprobar que, mientras me siga importando establecer la conexión emocional con la gente que viene a verme, estaré vivo artística y personalmente hablando.

¿Cómo ve el rock español en la actualidad, en una época en la que triunfa el reguetón y los cantantes con autotune?

El poder de supervivencia del rock and roll es increíble por su elasticidad. Lo primero que hace es influir y mezclarse con todas las músicas desde la mitad del siglo pasado hasta nuestros días. El rock, formal, política y estilísticamente, ha influido en la mayoría de los movimientos de la música popular que han tenido vocación de influir en la sociedad. Y podemos considerarla ya una música ‘clásica’, aunque sigue vigente con diferentes lenguas y en todo el planeta. En este país hay bandas y músicos muy creativos, pero la industria apuesta por lo menos comprometido.

Uno ve a Mick Jagger y se pregunta: ¿cómo se mantiene usted en forma para seguir en la carretera?

Supongo que, como yo, comiendo poco y con gran disciplina. Cuando llegas a estas edades, con pelo y buena voz, te pones en forma con las técnicas más modernas de la fisioterapia y el deporte adecuado.

¿La fama tiene un sabor agridulce? ¿Siente la presión del edadismo sobre su persona?

Para la gente que hemos trabajado para que nos quieran, la fama solo es peligrosa cuando te la crees. Ahí te vuelves gilipollas. La dignidad del ser humano tiene que respetarse hasta el último suspiro. Otra cosa es que el sistema ponga los costes de esa dignidad por delante de los viejos.

¿Rock & Ríos es su mayor contribución al rock en español?

Sin duda. Tengo otras obras y facetas por las que puedo ser recordado, pero mi cima fue cuando Rock & Ríos se convirtió en la banda sonora de un tiempo y un país.

Dígame un tema que le emociona particularmente cantar.

Cada canción tiene su emoción, y, si falta, se acabó la comunicación y el sueño se derrumba. No voy a darte un título, pero sí una pista: yo me emociono más cuando el público canta. Me hace cantar mejor.

Concierto de Miguel Ríos

¿Cuándo?

Hoy, 21.30

¿Dónde?

Plaza de Toros, Murcia

¿Precio?

42/45/49/52/59 euros

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¿Qué representa para Miguel Ríos el escenario?

El escenario, para mí, es «el sitio de mi recreo», que cantara Antonio Vega. Es disfrutar del recreo, lo que me obliga seguir cuidándome para mantenerme en forma, y seguir con la liturgia de hoteles, carreteras y conciertos. O sea, con mi vida.

¿Sigue siendo el rock la misma cosa? ¿Tiene los mismos valores, la misma actitud?

Siempre he visto el rock como el continente en el que el contenido, las actitudes y valores, lo ponen los rockeros. Símil: Rod Stewart y Neil Young son rockeros, pero sus actitudes y valores son diferentes.

¿Puede revelarme dos momentos de su carrera grabados en su memoria?

El viaje de promoción del Himno a la alegría por Estados Unidos, y la primera vez que escuché Santa Lucía en Vuelo 605, el programa de radio de Ángel Álvarez. Pero tengo más…

Viendo los invitados de Rock & Ríos, observamos varias generaciones. En Murcia va a contar con el guitarrista Santi Campillo, ¿por qué lo ha elegido?

A Santi lo conozco y admiro desde los días de M-Clan, pero de los invitados que acuden a compartir la celebración del cuarenta aniversario de Rock & Ríos se encarga Carlos Narea, que es el director artístico de la gira. Yo no quiero poner a ningún compañero o compañera en aprietos.

¿Su espectáculo mantiene el repertorio íntegro del Rock & Ríos?

Sí, se trata de volver a tocar un repertorio imbatible, en el mismo orden en el que fue tocado, con una banda extraordinaria en una noche de verano. Bueno, otoño.

Ha dicho que el disco salió como una celebración de la utopía, ¿Qué piensa ahora?

Lo que he dicho es que en el ‘82 este país se encontraba intentando alcanzar la utopía de la libertad, después de la dictadura. Lo que pienso ahora es que nunca me he visto más cerca de la distopía que significó el franquismo para este país. Aquel mundo retrógrado, meapilas y patriarcal, vuelve a instalarse entre nosotros, como si nunca hubiéramos vivido aquel horror.

¿Cómo juzga estos cuarenta años desde su punto de vista?

Hemos vivido grandes transformaciones. Entrar en Europa y seguir en ella es uno de los hitos de estas décadas. Empezamos bien, aunque con enormes sacrificios, pero el panorama actual nos lleva a la corriente neocom que domina el mundo, donde el ser humano es el último mono de la NASA, que cantaran Los Toreros Muertos.