La Mostra

Jessica Chastain reivindica la lucha de los actores en Venecia: "Quieren mantenernos callados"

‘Memory’ es la historia de un hombre que trata en vano de recordar y de una mujer que intenta olvidar desesperadamente, pero no puede

Jessica Chastain posa en Venecia con una camiseta de apoyo a la huelga de actores y guionistas.

Jessica Chastain posa en Venecia con una camiseta de apoyo a la huelga de actores y guionistas. / AFP

Nando Salvà

Jessica Chastain se lo pensó mucho antes de tomar la decisión de venir a Venecia. “Tenía muchas dudas, y hubo miembros de mi equipo que me aconsejaron que no viniera”, reconoce. A causa de las huelgas de actores y guionistas que mantienen el cine estadounidense bloqueado, recordemos, ella es una de las poquísimas estrellas de Hollywood que este año han podido visitar el certamen. “A quienes nos dedicamos a esta profesión se nos suele recordar qué afortunados somos, y qué agradecidos deberíamos sentirnos, con el fin de mantenernos callados. Y eso precisamente es lo que ha permitido los abusos laborales contra los que la huelga está luchando”. Chastain es la protagonista de la tercera película consecutiva de Michel Franco que compite por el León de Oro, sin duda una de las más discutibles en la filmografía del mexicano.

‘Memory’ es la historia de un hombre que trata en vano de recordar y de una mujer que intenta olvidar desesperadamente, pero no puede. Él padece esquizofrenia; ella fue víctima de un trauma siendo niña -cuya verdadera naturaleza es revelada por Franco a su debido momento en forma de clímax dramático-, y su vida posterior ha sido un infierno a causa de él. Para contemplar la relación que florece entre ambos ante la desaprobación de sus familiares, Franco recurre a la austeridad formal y el efectismo narrativo presentes en todas sus películas. Sin embargo, pese a que todo su cine se basa en mayor o menor medida en la exhibición de miserias y atrocidades, nunca antes había demostrado tener tan poco que decir a través de ellas como lo hace en ‘Memory’, ni las había usado de forma tan tosca para epatar al espectador.

‘Fuera de temporada’, también presentada a concurso en la última jornada competitiva del festival, es todo lo contrario. No contiene ni trampas ni excesos, todo en ella se percibe modesto, genuino y honesto. También la protagoniza una pareja: él (Guillaume Canet) es un actor famoso en crisis, y ella (Alba Rohrwacher) renunció a sus sueños de hacer carrera como pianista para llevar una vida tranquila; quince años después de haber roto su relación de forma nada amistosa, se reencuentran y reviven su pasado en común, y mientras lo hacen nos invitan a reflexionar sobre los reproches y arrepentimientos derivados tanto de los caminos que tomamos en la vida como de los que descartamos, y sobre la conveniencia de manejar las segundas oportunidades con precaución. 

La historia que el francés Stephane Brizé cuenta, pues, no es especialmente original o compleja; lo que la dota de su atractivo excepcional es la mirada que el director mantiene sobre sus personajes, tan discreta como penetrante y afectuosa. ¿Tiene ‘Fuera de temporada’ posibilidades de formar parte del palmarés? Difícil saberlo, pero al menos debería tener más que la tercera ficción presentada hoy a competición, ‘Woman Of’, oportuna por el tema que aborda -las vicisitudes de una persona que trata de transicionar de género en un país tan intolerante como Polonia- y decididamente torpe a la hora de hacerlo.

Por lo demás, las predicciones que circulan por el festival vaticinan que el León de Oro irá a parar o bien a ‘Pobres criaturas’, reinvención feminista del mito de Frankenstein dirigida por el griego Yorgos Lanthimos, o bien a ‘Green Border’, radiografía del drama de los refugiados a cargo de la polaca Agnieszka Holland; en otras palabras, a la película más radical, creativa y deslumbrante de cuantas aspiran al premio o a un drama social rudimentario pero sin duda contundente. Estamos a pocas horas de descubrir si están en lo cierto.