Exposiciones

El artista urbano Amado Rodríguez debuta en LaLuz Mediterranean Art

La serie ‘Azul profundo’ mezcla «un toque más salvaje, callejero y gamberro, con pintura clásica de estilo renacentista»

El artista urbano Amado Rodríguez durante el montaje de 'Azul profundo'

El artista urbano Amado Rodríguez durante el montaje de 'Azul profundo' / Juan Carlos Caval

Judit López Picazo

La galería murciana LaLuz Mediterranean Art retoma la actividad con una colección poco convencional, pues fusiona el arte muralista y el estilo renacentista en el pequeño formato del lienzo. El artista molinense Amado Rodríguez se estrena en galerías con su primera exposición, que incluye la serie Azul profundo y parte del resto de su obra. Además, desde la inauguración en la tarde ayer y hasta el martes 12 de septiembre, el muralista realizará tres sesiones de pintura en vivo, en las que el público podrá ver la creación de algunas piezas en directo.

La idea es «llevar el arte urbano o mural al interior de una galería, algo que no es nada nuevo, pero no es muy habitual», tal y como explica el director de LaLuz Mediterranean Art, Carlos Salas. «La intención era hacer algo diferente coincidiendo con la feria», explica Salas, quien también señala que este estilo «puede llamar todavía más la atención del público joven». En palabras del curador de arte, el creador «utiliza el aerosol de tal forma que, si estas viendo una de las piezas y no te acercas lo suficiente, puede parecer acrílico u óleo, pero una vez te acercas puedes ver los puntitos de espray». 

Amado Rodríguez es un diseñador gráfico que se dedica desde los 14 años al arte urbano. Aunque no había expuesto ninguna de sus piezas en una galería, ha dejado su huella en varios establecimientos y muros de la Región de Murcia, Alicante, Almería y Granada, además de en Valladolid, donde participó en un festival con su colectivo de arte urbano Negro Maravilla. La última obra mural que realizó decora la fachada de un edificio en su Molina natal, donde, por encargo del ayuntamiento, realizó «una representación de la escultura de Alfonso X en estilo realista, que mezcla un poco de técnica de pincel, pintura plástica y lo mío, que es el espray», según indica el propio autor sobre el proyecto en conmemoración del 750 aniversario del Concejo y Villa de Molina. 

"El espray tiene un punto de no retorno, de espontaneidad. La precisión está muy acotada al momento"

«Es mi primer pasito dentro de este nuevo mundo, que está muy relacionado con el arte urbano, pero los conceptos cambian mucho», expresa Amado Rodríguez, quien define el proceso creativo detrás de Azul profundo como «jugar a mezclar un toque más salvaje, callejero y gamberro, con pintura clásica de estilo renacentista», y es que aborda temas tan tradicionales como la piedad con los trazos sueltos característicos de los botes de pintura en espray, el único material empleado en las obras, aunque «hay algunas pinceladas, pero muy poquitas y también son de pintura de aerosol». 

La exposición se articula en tres temas principales: «Están los realismos, en los que se ve más reflejada la pintura tradicional. Luego hay una serie de abstracciones y paisajes, y otra de miradas», detalla el muralista, pero, tal y como explica, «todo gira en torno al concepto del azul profundo, que es uno de los colores de la gama de espráis que suelo utilizar». 

El azul profundo «es el color que más me gusta, porque es un azul pero puedes ver muchos matices, depende de cómo le dé la luz lo puedes ver un poco lila, aunque también tiene toques grisáceos y verdes», explica el creador, y añade: «También quería profundizar un poco en mí, el arte parece que no, pero es complejo, tienes que llegar a muchas conclusiones. A veces están bien este tipo de ejercicios, decir ‘voy a coger un concepto, como el Azul Profundo, como base, y voy a ver, experimentando, qué puedo sacar con todo esto’, mezclando influencias y dejándome llevar un poco. Al final, todo es una experimentación que gira en torno al color Azul Profundo». 

El socio de la galería LaLuz, Israel Núñez, observa una de las piezas de ‘Azul profundo’ de Amado Rodríguez

El socio de la galería LaLuz, Israel Núñez, observa una de las piezas de ‘Azul profundo’ de Amado Rodríguez / Juan Carlos Caval

Una experimentación acompañada de improvisación, pues «la técnica del espray tiene un punto de no retorno, de espontaneidad». Según narra el autor, «la precisión está muy acotada al momento. Cuando pulsas el aerosol, la pintura sale; tú puedes regular la presión con el dedo, pero es jugar mucho con el azar, tienes que ir tirando, tirando, tirando… porque, como te pases, ya la has cagado y tienes que rehacerlo todo». Un proceso que ha trasladado del muro al lienzo sin perder la esencia de la técnica: «Se ve reflejado en los trazos que hay muy sueltos, para representar esa sensación de pintar con espray. A lo mejor me hago una guía y dejo la mano mientras voy pulsando el bote». Como indica el artista, «es una forma de plasmar la herramienta que yo utilizo con la libertad del fallo, porque no son líneas cien por cien planeadas, y juego mucho con eso». 

De hecho, uno de los principales fuertes de la obra es la dificultad que la herramienta conlleva, pues, como explica Amado Rodríguez, «el aerosol se suele trabajar en gran formato, pero en el lienzo los trazos tienen un límite». Es por esto que, para el artista urbano, «es un reto diferente». Según relata el autor sobre la diferencia del soporte, «cuando te enfrentas a una pared o a un mural grande, tienes tus técnicas porque ya lo has trabajado. Pero esto es más complejo, surgen muchas inseguridades, aunque es parte del proceso de aprendizaje y de meterme en un mundo al que no estoy acostumbrado».  

Como revela el muralista, «no es fácil tener una oportunidad así. A veces es complejo mostrar el arte que se ve en la calle en este tipo de plataformas», pues, como ya indicaba Carlos Salas, no es muy habitual encontrar este estilo artístico en galerías. Así, como expresa Amado Rodríguez, «está muy guay que se democratice y que artistas que vienen de la calle, que no han estudiado pero son buenos, puedan meterse más en este tipo de galerías».