Murcian@s de dinamita

José Luis Pardos, embajador de Internet

José Luis Pardos.

José Luis Pardos.

Pascual Vera

Pascual Vera

El que no esté en el mundo digital será como si no existiera». Esto, dicho hoy resulta casi ingenuo, una verdad de Perogrullo, lo es menos si tenemos en cuenta que me lo dijo mi buen amigo el embajador José Luis Pardos ante el inventor de Internet hace ya 20 años y aún lo es menos si tenemos en cuenta que lo lleva repitiendo desde los años 80. Ahí ya, Perogrullo se troca casi en Julio Verne.

Poco podía imaginar José Luis Pardos, en aquel lejano 13 de junio de 1988, cuando, siendo Embajador de España en Australia, ayudó al rey Juan Carlos a enviar su primer mensaje por correo electrónico desde Canberra a través de Internet, que aquella incipiente Red de redes acabaría convirtiéndose en el instrumento de comunicación más poderoso del mundo, erigiéndose en el artífice de la mayor revolución tecnológica que se ha conocido.

Este murciano de vocación universal nunca estuvo desvinculado de su tierra y de su Universidad, la de Murcia, por más que haya desempeñado labores de embajador en lugares tan distintos y distantes como Australia, Nueva Zelanda, Canadá o Dinamarca.

Pardos ingresó en la facultad de Derecho de la Universidad de Murcia a comienzos de los 40, convirtiéndose, con el paso de los años, en su calidad de Embajador en misión especial para las Nuevas Tecnologías, en uno de los máximos impulsores de algunas de las iniciativas más novedosas y de mayor ambición en el terreno de la comunicación.

Una de ellas fue el programa UNITeS, que, auspiciado por Naciones Unidas, pretendía acabar con la brecha digital abierta entre los países del primer y el tercer mundo con la incorporación de voluntarios murcianos expertos en informática que contribuirían a paliar sus deficiencias.

Entre 1987 y 1992 fue embajador en Australia y Nueva Zelanda, que eran países muy dedicados a los componentes del hardware para la informática.

Entre 1992 y 1996 permaneció como embajador en Canadá. Durante ese período se produjo lo que se llamó Guerra del Fletán. Fue Pardos quien se enfrentó a este problema, consiguiendo sacar en apenas tres días el ESTAI, aquel barco gallego pirateado en alta mar por las autoridades Canadienses. En aquellos días aparecieron las primeras Redes Cívicas de trabajo en Internet, y él estuvo en una de ellas. Fue la Embajada de España en Canadá la primera que tuvo una web en el mundo. Aquello le vinculó ya definitivamente a Internet.

Él aseguraba siempre que un país que no estuviera conectado suficientemente a las nuevas tecnologías pertenecería al Tercer Mundo.