Murcian@s de dinamita

Fernanda Pozo Carreño, el tesón de ser universitaria

Universidad de Murcia

Fernanda Pozo.

Fernanda Pozo. / Por PASCUAL VERA

Pascual Vera

Pascual Vera

Desde hace 46 años, este cronista se ha cruzado por los distintos campus de la Universidad de Murcia con millares de estudiantes en los más distintos ademanes y gestos. Pero quienes aquella mañana de noviembre de 2016 se cruzaron con Fernanda Pozo pudieron ver a una recién graduada, con 70 años más de la media, portadora de una ilusionante sonrisa que la hacía parecer muchas décadas más joven.

Aquel día de 2016, Fernanda paseaba ufana por las dependencias del Rectorado de la UMU portando la banda de becaria que la distinguía como recién licenciada en Química. El hecho, a su edad, era ya suficientemente llamativo, pero aún lo era mucho más si tenemos en cuenta que Fernanda Pozo Carreño había comenzado sus estudios en 1941, justo el año en el que se puso en marcha la facultad de Ciencias de la Universidad de Murcia, 75 años antes. Durante la década de los 40, Fernanda Pozo estudió en aquella Universidad de Murcia recoleta y casi familiar, reducida tan sólo al Campus de la Merced en el que sólo existía el edificio de la Facultad de Derecho y, posteriormente, el entonces flamante inmueble que acogió la Facultad de Ciencias.

En aquel incipiente Campus pasó Fernanda «algunos de los mejores años de mi vida», cursando unos estudios en los que las mujeres eran francamente la excepción: «Tuve cuatro compañeras en mi carrera, eran las únicas mujeres de la facultad». Y teniendo a un cuadro de profesores «espléndidos», entre los que sin duda destacaba la gran figura de Loustau, que había sido rector de la Universidad de Murcia hasta poco antes: «Loustau era un ser excepcional, muy humano y gran profesor, algo fuera de serie».

El secreto de la culminación con éxito de esta empresa después de tanto tiempo está claro: «Ganas de aprender», afirma convencida, «cuando éstas existen, no hay barreras», comentaba, al tiempo que se congratulaba de que ahora las mujeres se hayan incorporado con tanta fuerza a la Universidad y hayan demostrado su valía.

Circunstancias personales hicieron que tuviera que abandonar la carrera en 1949, cuando sólo le quedaba una asignatura por aprobar para licenciarse en Química, y no fue hasta 75 años después cuando pudo por fin ver culminado aquel antiguo sueño. En esa fecha el rector José Orihuela Calatayud le hizo entrega en el Rectorado, en compañía del decano de la facultad de Química, Pedro Lozano Rodríguez, de su título de licenciada en Química A en un acto en el que asistieron numerosas autoridades académicas y en el que estuvo acompañada por sus hijos y nietos.

Cuando Fernanda Pozo recibió la orla de su promoción, con las fotografías de quienes fueron sus compañeros y profesores, las insignias de su facultad y la Universidad de Murcia, la beca y el título que la acredita como nueva licenciada en Química A, los asistentes prorrumpieron en un sonoro aplauso. Era el reconocimiento al tesón de una mujer muy especial cuando habían transcurrido 75 años desde que atravesó por primera vez las puertas de aquella universidad.